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Eruptions .... Activity of unbound spirits ....

As soon as the earth’s core begins to move, an enormous roar will fill the air, for the earth’s surroundings sense the outbreak of the spiritual substances in the earth’s interior and is hugely affected by it. As a result of its sudden freedom, the substance, which hitherto was banished into the hardest of forms, becomes extraordinarily active and influences the already more mature spirits such that the most remarkable changes in nature ensue, since the released spiritual substance, still being at the beginning of its development, tries to shape its process of development according to its own discretion. It would like to embody itself in creations which require a higher degree of maturity. But the spiritual substances in the form object to this, and thus a battle is also fought between the already more mature spirits and the still immature ones and this results in a turbulent eruption which can be heard in the world. This will be the start of that which shall horrify the whole world .... The spiritual substance inside of earth desires light and pushes towards the surface, and the sudden change from the region of the totally unredeemed into the realm of spirits which are already nearing redemption is well suited to cause the most incredible events in nature which people cannot explain in an earthly way, nevertheless they all have their reasons .... The influx of spiritual beings, having decided and thus agreed to become helpfully active, fills the space around the earth - where the eruptions took place - with this urge to be active, which cannot flourish as yet, and incites the still unbound spirits in the atmosphere into exceptional activity, so that such natural catastrophes are accompanied by inconceivable storms and outbreaks of natural forces, the intensity and effect of which are inconceivable to the human being. As a result he will also be entirely deprived of his thinking ability, he will be so hard pressed by the spiritual substances that he will lose all rational judgment of the event and in this weak and passive state he puts up with everything.

Once the spiritual substance can manifest itself in some form or other and has allowed its urge of doing something to break through, the eruptions on earth will subside. That which wants to be helpful separates itself from that which remains in opposition to God, rises to the earth’s surface, and joins a working spiritual being so that the latter’s activity will be carried out with greater strength than before. All these beings are as yet still unbound and they therefore rage in quite a disastrous way. They are stronger than the already bound spirits in the plant and animal world, these spirits cannot offer sufficient resistance and are unable to defend themselves, so that their external form is destroyed by the unbound spirits, and thus many creations are being dissolved by these very natural forces. And this happens with divine approval, for when the time has come which God has set for the termination of such catastrophes, He will place this liberated spiritual substance in external forms again and assign them their work .... Thus all kinds of entirely new creations will arise again .... that which lives will cease to exist and new life will arise ordained by God .... This is why such natural disasters will not last long. The more unrestrained the released forces rage, the sooner will they be banished again; otherwise it would result in total destruction which, however, is not in accordance with divine will. Only a change of what is in existence, that is, what is intended by God, is allowed, but not the destruction of what exists. Nevertheless, the changes are so enormous that the human being is faced by a divine expression of God which must shake him to the core, if he is not purely worldly minded and merely regards the process in a materialistic sense. If the voice of God does not speak to him during such events, then even the most powerful natural phenomena will fail in their purpose for his soul, and then the spirit in him will still be very far behind, with hardly any other possibility for the spiritual advancement of people who do not realise God’s magnitude and omnipotence in such natural catastrophes.

Amen

Erupciones.... actividades de los espíritus libres....

A partir de que el centro de la tierra empieza a moverse, habrá un rugido tremendo por el aire, porque los alrededores de la tierra siente la estampida de lo espiritual desde lo interior terrestre y va a ser afectado mucho por esto. Por su de repente liberación, lo atado en formas muy duras hasta este momento va a moverse extraordinariamente y va a influir al espiritual más maduro de manera que en la naturaleza van a tener lugar cambios extraños, porque lo espiritual liberado, que se encuentra al principio de su desarrollo, intenta formar a su avance según su criterio.... Quiere encarnarse en una creación que tiene como condición un desarrollo más avanzado. Pero lo espiritual de esta forma se resiste contra la toma de posición, y por esto hay una lucha entre lo espiritual más avanzado y lo imperfecto, y esto tiene como consecuencia una estampida tumultuosa que se escuchará en el mundo. Y esto será el principio de lo que va a meter al mundo en un espanto.... Lo espiritual en el interior de la tierra empuja hacia la superficie, llegará a la luz, y el cambio abrupto de áreas de una atadura completa al reino que contiene espíritus parecidos casi a salvados sirve para desatar a sucesos increíbles en la naturaleza, que el hombre no se puede explicar, pero que todo tiene su razón....

El aumento de seres espirituales que han decidido de servir y que se han declarado preparado, llenan con este anhelo de trabajar, el cual todavía no se puede desplegar, el espacio fuera de la tierra donde tuvieron lugar las erupciones, y motivan a moverse a lo espiritual libre a tareas extraordinarias, de modo que hay tormentas indecible que acompañan aquellas catástrofes naturales y elementos naturales se van a desbordar, cuya fuerza y consecuencias para el hombre no se puede imaginar. Y por esto se les quita cualquier forma de reflexionar, lo espiritual le va a empujar tan fuerte que no será capaz de pensar sobre los sucesos y aguanta sin voluntad y debilitados lo que pasa. A partir del momento que lo espiritual pueda mencionar algo y su acción se ha desbordado, las erupciones de la tierra ceden un poquito. Se separan los que quieren servir de los que se mantienen en rechazo, buscan la superficie terrestre y buscan la compañía de un ser espiritual ya trabajando y con fuerzas aumentadas se puede seguir trabajando. Todavía estos seres son libres y se desahogan de manera devastadora. Son más fuertes que lo atado ya en el mundo de plantas y animales y el espiritual no puede oponer resistencia suficiente para defenderse, así lo espiritual no atado puede destruir la forma exterior de aquellos atados y disuelven creación por estas fuerzas naturales, y esto con la buena vista divina; porque si ha venido el tiempo que Dios pone fin aquellas catástrofes, Él ata ahora lo espiritual liberado de nuevo en formas exteriores y les da una tarea.... Entonces se crean formas nuevas de cualquier tipo.... se muere lo que está vivo, y se crea vida nueva si Dios lo considera oportuno.... Por esto estas catástrofes naturales no duran mucho. Cuanto más violentos las fuerzas liberadas destruyen, más rápido se les ata de nuevo, porque sino habría una destrucción completa como consecuencia, pero que no es fin de la voluntad divina. Solo se permite un cambio de lo ya existente, es decir es lo deseado por Dios, pero no una destrucción de lo que existe. Pero los cambios son tan enormes que el hombre se enfrenta a una manifestación divina que le debe chocar en sus más profundas profundidades, sino está dirigido solo a lo terrestre y ver el suceso solo de forma material. Si ni siquiera la voz de Dios no habla en aquellos sucesos a él, las apariciones naturales se quedan sin efecto en su alma, entonces lo espiritual en él se encuentra en un retroceso y casi no hay posibilidades de un ascenso espritiuaöl para aquellos hombres que no les llega a la conciencia la grandeza y omnipotencia de Dios en aquellas catástrofes naturales....

amén