B.D.-Nr. 6867
Solo donde Yo Mismo actúo con Mi fuerza hay éxito. Pero allí también está garantizado el éxito.... Todos vosotros debéis hacer vuestra esta certeza, que nada os puede salir mal si os servís de Mi fuerza.... si os impulsa el amor y Me pedís apoyo. Porque el amor Me atrae hacia vosotros, y vuestra oración será escuchada, pues todo es bueno cuando el amor es la fuerza motriz.
Por lo tanto, cada ser humano puede disponer de una fuente inagotable de fuerza si el amor le impulsa a conectarse Conmigo, y entonces Yo puedo trabajar junto a él. Todo ser humano podría así lograr cosas extraordinarias, que solo parecen “extraordinarias” para los demás, porque en realidad son algo completamente natural, que las fuerzas que poseía originalmente el ser, que se ha encarnado en el ser humano como alma se desarrollen en el ser humano.... que este ser se deja irradiar una vez más por Mi fuerza amorosa, cuyo rechazo lo ha vuelto deficiente e impotente. Los seres humanos podrían lograr cosas verdaderamente increíbles si invocaran y utilizaran la fuerza amorosa que está a su disposición y que Yo les ofrezco, pues de Mi parte no necesitan temer ninguna limitación, pues de Mi parte fluye hacia ellos fuerza ilimitadamente.
Esto, sin embargo, requiere una apertura consciente mediante una súplica amorosa hacia Mí. Entonces el ser ha declarado voluntariamente su fe en Mí y su deseo de unirse a Mí, y entonces recibirá también sin límites. Quien ha cultivado el amor en su interior también conoce la desgracia de su semejante, que carece tanto de conocimiento como de una creencia convencida. Impulsado por el amor que reside en su interior, se siente ahora a ayudar a ese ser humano, y entonces puede recurrir a Mi fuerza en cualquier momento, es decir, acudir a Mí Mismo en busca de ayuda, y entonces Yo trabajo en unión con él o él trabaja en unión Conmigo....
Pero el amor siempre tiene que esforzarse por una obra caritativa para poder alcanzar también un éxito. No deben influir intereses egoístas, solo debe ser la voluntad de ayudar lo que impulse al ser humano a llamar para pedir ayuda, si se quiere alcanzar ese éxito. Jamás negaré Mi fuerza, pues el amor de un ser humanos por su prójimo garantiza que puede recibirla de Mí sin restricción alguna.
Porque también esto es muy fácil de explicar; que sin amor, la fe en Mi ayuda es demasiado débil y, por lo tanto, Yo tampoco puedo usar Mi fuerza, aunque vuestra boca pronuncie una oración que puede estar bien intencionada, pero que sin la fuerza de la fe no es más que un conjunto de palabras y, por lo tanto, no es una llamada viva que llegue a Mis oídos. Porque el amor es ya la fuerza que ahora se pone en acción, el amor es la garantía de Mi presencia, y el amor lleva en sí mismo la seguridad del éxito. Y así, solo quiero explicaros por qué sois tan débiles, por qué vuestras oraciones a menudo no son escuchadas....
Una llamada que un corazón amoroso Me envía no puede quedar sin respuesta, porque el amor habla al amor y el amor siempre se abre y concede. Sin embargo, una oración que carece de amor no puede tener efecto alguno, porque no llega a mis oídos. El amor por Mí o el amor al prójimo debe ser el motivo de una oración que debe ser atendida. Y el amor al prójimo se valora enormemente, Me hace feliz a Mí Mismo y Me llena de alegría y Me hace abundantemente dispuesto a dar, o mejor dicho....el amor en el corazón de un ser humano abre de par en par la puerta al flujo de Mi fuerza amorosa y lo capacita para realizar acciones extraordinarias, a una fuerza de persuasión extraordinaria y brinda una ayuda extraordinaria en todo sentido.
Porque el amor es una fuerza a la que nada puede oponerse, que solo se mantiene en silencio cuando se choca con una flagrante falta de amor, lo que equivale a una resistencia, la cual el amor no rompe violentamente, sino que se contiene hasta que se abandona. Aun así, la resistencia no suele resistir mucho tiempo al verdadero amor; se rinde el ser humano al que el amor quiere ayudar.... porque entonces Yo Mismo puedo actuar, y en verdad nadie puede resistirme por mucho tiempo....
amén