B.D.-Nr. 6745
Bendecidos son que se encuentren en el amor por Mí, cuya voluntad consiste en servirme a Mí y al prójimo, y que trabajan juntos para Mí y Mi Reino. Cuando Mi Espíritu desciende a la Tierra, reparto dones que siempre están destinados a todos Mis hijos que desean aceptarlos. Porque todos los seres humanos de la Tierra necesitan tales dones, y por eso debe ser transmitido todo a los seres humanos lo que Mi amor ofrece, lo que se transmite al ser humano a través de Mi Espíritu, que permite el obrar de Mi Espíritu en sí mismo.
Pero quien Me ama a Mí y a su prójimo no querrá guardar nada para sí mismo, sino más bien trabajar con celo para difundir lo que le hace feliz a él mismo. Así se forma una “pequeña comodidad”, y ahora puedo dirigirme a todos los miembros de esta comunidad al transmitir Mi Palabra a la Tierra. Y todos los que Me aman también reconocen la voz del Padre cuando Él se dirige a ellos, porque si Me aman pertenecen a los Míos, a quienes siempre consideraré según sus deseos. Y nadie, a quien Me dirijo Yo Mismo, se aislará de sus semejantes, porque la fuerza de Mi Palabra que fluye hacia él, le impulsa a seguir difundiéndola, le impulsa hacia la actividad, porque la fuerza de Mí despierta a la vida....
Y es verdaderamente una actividad bendita acercarme a Mí y a Mi Reino a los seres humanos, trabajar en Mi viña, ser un fiel siervo a Mí, a quien Yo siempre le asignaré un trabajo mientras esté dispuesto a servirme. Y Mi bendición evidentemente reposará sobre todo. Porque no hay trabajo más urgente en la Tierra que crear y trabajar para la Salvación de los seres humanos, y donde este trabajo se realiza con urgencia, allí también se organizará todo lo terrenal, porque verdaderamente Me preocupo física y espiritualmente por los Míos, por todos los que se unen en amor por Mí y por el prójimo, que creen en Mí y, por lo tanto, pertenecen a la Iglesia fundada por Mí en la Tierra, que une a todos Mis ovejas, de cuyo Pastor Yo Mismo soy.
No busquéis esta Iglesia en una organización sino sabed que todas las organizaciones pueden albergar miembros de Mi Iglesia, y que éstos siempre son aquellos que tienen una fe viva en Mí, en Jesucristo, porque están llenos de amor por Mí y por sus semejantes, y que, por lo tanto, también experimentan la obra de Mi Espíritu en sí mismos, que es la característica de la “Iglesia de Cristo”.... Con ellos, por lo tanto, Yo Mismo puedo entrar en contacto, ya sea directa o indirectamente, pero siempre puedo dirigirme a ellos, y siempre reconocerán Mi voz como la voz del Padre, de Quien quieren ser hijos....
Por lo tanto, “Mi Iglesia” tiene que expandirse y se expandirá por la Tierra. Me dirigiré a los seres humanos en todas partes a través de Mi Espíritu, y en todas partes se formarán pequeñas comunidades, pero que se diferenciarán del reino de Mi adversario precisamente por el amor y su fe viva, pues donde estos no están presentes, Mi Espíritu no puede obrar, y allí hay tierra muerta a pesar de la actividad organizativa....
(24.01.1957) Por lo tanto, hablo de una “comunidad de creyentes”.... y de una “obra del Espíritu en la comunidad”, pues es seguro que ningún ser humano lleno de espíritu se apartará, sino que se siente impulsado desde dentro a comunicarse con sus semejantes, y así, por iniciativa propia, se formará una pequeña comunidad, viviendo y actuando en Mi Espíritu, y así vivir la Palabra que les transmito a través de Mi Espíritu. Y los miembros de esa comunidad son cristianos vivos, y por lo tanto también, representantes vivos de Jesucristo, que darán constantemente testimonio de Él.
En ellos, la Redención por Jesucristo también es evidente, pues la culpa del pecado, que oscurece el estado espiritual del ser humano, es eliminada de quienes ahora poseen un conocimiento claro, quienes Mi Espíritu ahora puede guiar a toda la verdad.... pues la señal segura de la Redención es que Mi Espíritu se derrama en el corazón del ser humano, lo cual era imposible antes de la muerte de Jesús en la cruz. Pero quien aún camina en la oscuridad del espíritu, quien aún no está iluminado interiormente, aún no tomado el camino de la cruz, aunque su boca se confiesa a Él.... Aún no ha dirigido completamente su corazón a Él, el amor que le impulsa a entregarse completamente al divino Redentor aún no se ha encendido en él....
Pero donde hay amor por Mí, y este se expresa en actos desinteresados de amor hacia el prójimo, allí también descenderá Mi Espíritu. Y en la luz que irradia, los seres humanos que son del mismo espíritu se reconocen y se reunirán en Mí nombre. Y entonces Mi Espíritu se expresará; se dirigirá a todos los que abran su corazón y quieran escucharme.... Y por eso se formarán pequeñas comunidades, y surgirán de todas las direcciones espirituales, pues en todas partes y en todas las direcciones espirituales se encontrarán seres humanos llenos de amor, que establecen una íntima unificación Conmigo y despiertan la chispa espiritual en su interior....
Mi Espíritu ahora se desciende sobre ellos, y desde ese momento, transmitirá el rayo de amor desde lo alto y también encontrará seguidores, seres humanos que se sientan llamados por Mí, que permitan que la corriente de la gracia de Mi amor fluya a sus corazones y que ahora todos trabajen diligentemente para Mí y mi Reino nuevamente.... Por eso nunca se debe preguntar por la denominación, sino solo prestar atención al espíritu que anima a una pequeña comunidad.... pues la “obra de Mi Espíritu” tiene que ser evidente para pertenecer a la comunidad de creyentes de la cual existe la Iglesia que fundé en la Tierra.
Comprended espiritualmente todas Mis Palabras y procurad ganar esta comprensión dejándoos iluminar por Mi Espíritu.... lo cual, sin embargo, siempre presupone una fe viva, que ha llegado a la vida a través del amor.... Pero no considerad cada suceso inusual como una obra del Espíritu, pues Mi adversario también se presenta de maneras inusuales, pero él no iluminará vuestro espíritu, sino que os sumirá aún más en la oscuridad.... Pero donde hay amor y fe, donde Jesucristo Mismo puede obrar porque el amor Lo conoce y reconoce, allí no es posible ninguna acción enemiga.... allí obro Yo Mismo a través de Mi Espíritu....
amén