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Subordination of the will.... liberation of the spirit....

If the will of man subordinates itself to the divine will, then that transformation takes place in the soul of man which liberates the spirit. The transformation of thinking has now taken place, the will, which previously rebelled against the creator, has now become soft and submissive; the human being regocnizes the creator's wisdom and love, and he knows that only God's love ever determines every event, and thus he humbly submits to everything that comes upon him. And now the spirit is free, which was previously inhibited by the will striving against God.... A transformation of the whole person now takes place. To a certain extent, he now lives in a sphere that was previously alien to him.... The spirit within him gives him knowledge of his true home, and now that the human being's will is no longer an obstacle, he is also able to visualize this home, for he allows himself to be guided by the spirit that announces itself to him. The weak-willed human being can also be easily guided, both by good and bad power, but the weakness of the will does not contribute to the complete liberation of the spirit.... For the weakness of will is always utilized by the opposing power and strengthened in a God-resisting sense. The human being must submit his will to the divine will with full awareness.... This also requires a certain strength of will which turns towards God.... while the weakness of will makes the human being fickle but does not always decide in favour of God. Submitting one's own will to God will always involve a certain struggle, for man is far more likely to demand that which is opposed to the divine will. Thus, if he wants to serve God, fulfil His will and unconditionally submit himself to the divine will, he must be in constant battle with his desires, with himself and everything that appears beneficial to the body. Yet this constant battle with himself also leads him closer to victory.... Once he has succeeded in completely conquering his will and recognizing only the divine will, divine love gives him far more precious things than he has given up. He slowly slips from this earth into the spheres of the spiritual.... He regocnizes more and more the worthlessness of everything he has given up and the precious treasure he has now unearthed.... God Himself offers him something that cannot be acquired earthly in any other way. He imparts to him divine truth, profound knowledge and the highest power of realization. And so the human being begins a second life, as it were, which differs considerably from the previous one, earthly life recedes into the background and the love, wisdom and omnipotence of God is revealed before the human being's spiritual eye.... Man gains insight into divine activity and the meaning and purpose of creation becomes apparent to him. For when man has sacrificed his will, he has fulfilled the actual purpose of life. He has regocnized his origin from God and now no longer resists Him but turns to Him with full awareness and free will.... He has given up his resistance, which for millennia had caused the being to flee from God, and now seeks to achieve the final union with Him.... And thus the subordination of one's own will to the divine will is absolutely necessary for the soul's final redemption....

Amen

Subordinación de la voluntad.... Liberación del espíritu....

Si la voluntad humana se subordina a la voluntad divina, se produce en el alma humana el cambio que libera el espíritu. La transformación del pensamiento ha tenido lugar ahora: la voluntad, que antes se rebelaba contra el Creador, ahora se ha vuelto suave y dócil; El hombre reconoce la sabiduría y el amor del Creador, y sabe que sólo el amor de Dios determina siempre cada acontecimiento, y por eso se entrega a todo lo que le llega.

Y el espíritu, que antes estaba inhibido por la voluntad opuesta a Dios, ahora es libre.... Ahora se produce un cambio en todo el ser humano. En cierto sentido, ahora vive en una esfera que antes le era ajena.... El espíritu dentro de él le da conocimiento de su verdadera patria, y ahora que la voluntad humana ya no es un obstáculo, también es capaz de imaginarse esta patria claramente, porque se deja guiar por el espíritu que se le anuncia.

Incluso el hombre de voluntad débil puede ser fácilmente guiado, tanto por la fuerza buena como por la mala, pero la debilidad de la voluntad no contribuye a la liberación completa del espíritu.... Porque la debilidad de la voluntad siempre es explotada por el poder contrario y fortalecido en un sentido que rechaza a Dios. El hombre debe, con plena conciencia, someter su voluntad a la voluntad divina.... Esto requiere también una cierta fuerza de voluntad, que se dirige a Dios.... mientras que la debilidad de la voluntad vuelve al hombre voluble, pero que no siempre se decide a favor de Dios.

Someter la propia voluntad a Dios siempre costará cierta cantidad de lucha porque el hombre exige mucho más lo que es contrario a la voluntad divina. Entonces si quiere servir a Dios, cumplir Su voluntad y encajar incondicionalmente con la voluntad divina, debe estar en constante lucha con sus deseos, consigo mismo y con todo lo que parece beneficioso para el cuerpo. Pero esta lucha constante consigo mismo también lo acerca a la victoria.... Si ha logrado derrotar completamente su voluntad y reconocer sólo la voluntad divina, el amor divino le da algo mucho más precioso que lo que renunció.

Se desliza lentamente desde esta tierra hacia las esferas de lo espiritual.... Reconoce cada vez más la inutilidad de todo lo que abandonó y el precioso tesoro que ahora ha levantado.... Dios Mismo le ofrece algo que no se puede adquirir terrenalmente de otra manera. Le transmite la verdad divina, el conocimiento más profundo y el mayor poder cognitivo. Y así el hombre comienza una segunda vida, que se defiere, por así decirlo, considerablemente de la anterior, la vida terrenal pasa a un segundo plano, y el amor, la sabiduría y la omnipotencia de Dios se revelan ante el ojo espiritual del hombre.... El hombre adquiere conocimiento de la obra divina, y el significado y el propósito de la creación se vuelven evidentes para él.

Porque cuando el hombre ha sacrificado su voluntad, ha cumplido el verdadero propósito de la vida. Ha reconocido su salida de Dios y ahora ya no le resiste, sino que se dirige a Él con plena conciencia y libre albedrio.... Ha renunciado a su resistencia, que ha motivado al ser a huir de dios durante miles de años, y ahora trata de lograr la unificación final con Él.... Y por eso la subordinación de la propia voluntad a la voluntad divina es absolutamente necesaria para la redención final del alma....

amén