Die Wunden, die Ich euch schlagen muß, wenn Ich euch nicht dem ewigen Tode verfallen lassen will, sind wahrlich nicht der Ausdruck von Zorn, von Lieblosigkeit, sie sind auch keine Zeichen gerechter Strafen für eure Verfehlungen.... Sie sind nur Heilsmittel, Krankheiten, an denen ihr selbst schuld seid, wieder von euch zu nehmen, und sie sind nötig, um euch wieder gesunden zu lassen an eurer Seele.... Durch eigenes Verschulden seid ihr aus der Ordnung getreten, ansonsten nur Glück und Seligkeit euer Los wäre. Glaubet es Mir, daß Ich euch viel lieber Seligkeiten bereite, daß ihr selbst es Mir aber unmöglich macht, sowie ihr aus Meiner Ordnung heraustretet.... daß Ich aber alles versuche, um euch wieder zur göttlichen Ordnung zurückzuführen, um euch wieder unbegrenzt beglücken zu können. Je mehr Not und Kummer, Elend und Krankheit auf Erden ersichtlich ist, desto ärger sind die Verstöße wider Meine Ordnung, und aus der Not selbst könnet ihr Menschen es ersehen, auf welchem Tiefstand ihr angelangt seid, denn Ich würde wahrlich lieber die Menschen in Seligkeit wissen als unbegründet harte Plagen über sie kommen lassen, um Meine ewige Ordnung wiederherzustellen.... Und wenngleich der einzelne meinet, kein so großer Sünder zu sein, wie das Unglück ist, das ihn betroffen hat.... ihr Menschen kennet nicht die Zusammenhänge, ihr kennet auch nicht die Auswirkung eines Unglückes in seinem Umfang.... und ihr wisset nicht, wem wieder das Schicksal des einzelnen dienet zum Ausreifen.... Ihr wisset auch nicht, was ihr freiwillig auf euch zu nehmen euch erboten habt vor eurer Verkörperung als Mensch.... Ich aber weiß um alles, und Ich lege euch wahrlich keine größere Last auf, als ihr ertragen könnet.... Zudem erbiete Ich Mich Selbst als Kreuzträger, wenn euch das Kreuz zu schwer dünkt.... Aber ihr nehmet Meine Hilfe leider nicht oft in Anspruch, und darum klaget ihr ob der Last und murret oft, daß es für euch zu schwer sei.... Liebe bewog euch, euch selbst zu erbieten zum Tragen einer Kreuzeslast.... Im Erdenleben aber wisset ihr nicht, warum ihr leiden müsset, die ihr glaubet, Mir anzugehören durch euren Willen.... Doch Ich will, daß ihr auch ohne Wissen um die Ursache still und klaglos euren Weg gehet, daß ihr ergeben euer Kreuz auf euch nehmet, Ich will, daß ihr euch immer beuget unter Meinen Willen, in der Erkenntnis, daß Der, Dem ihr euch unterstellt, ein Gott der Liebe ist und daß alles, was von Ihm kommt, euch zum Segen gereichen wird.... Darum lehnet euch nicht auf gegen euer Schicksal, was es euch auch bringen mag.... wenn ihr Mir angehören wollet, dann klaget und murret nicht, sondern seid immer dessen gewiß, daß es nur zu eurem Heil ist.... daß es immer nur Hilfe bedeutet und Herstellen Meiner Ordnung von Ewigkeit.... seid gewiß, daß ihr dereinst es erkennen und Mir dankbar sein werdet, daß Ich euch diesen Erdenweg gehen ließ mit seinen Beschwerlichkeiten, mit seinen Schicksalsschlägen, aber auch mit Meiner Liebe, die Begründung ist für alles, was euch betrifft, weil sie immer nur will, daß ihr selig werdet....
Amen
ÜbersetzerLas heridas que os debo infligir si no quiero que incurráis en la muerte eterna verdaderamente no son una expresión de Ira o de falta de Amor, y tampoco son señales de castigos justos por vuestras faltas... No son sino remedios para quitar enfermedades de las que vosotros mismos sois los culpables y responsables para quitároslas; pues son necesarias para que vuestra alma recobre la salud.
Por vuestra propia culpa salisteis del Orden, porque de lo contrario vuestra suerte no sería sino mera bienaventuranza. Creedme que con mucho más gusto os preparo bienaventuranzas... pero creedme también que vosotros mismos me lo hacéis imposible si salís de mi Orden. Yo intento todo para volver a llevaros al Orden divino, para que de nuevo os pueda deleitar ilimitadamente...
Cuanto más penuria, pesar, miseria y enfermedad se manifiestan en la Tierra, tanto más graves son las infracciones contra mi Orden. Tan sólo de la misma miseria vosotros los hombres podéis deducir a qué nivel bajo habéis llegado; porque me gustaría verdaderamente más ver a los hombres bienaventurados en vez de tener que hacerles llegar innecesariamente desgracias penosas para restablecer mi Orden eterno. Aunque el individuo opine que no es un pecador tan grande como la desgracia que le ha tocado, vosotros los hombres no conocéis los contextos ni el efecto de una desgracia en todo su contorno. Porque si a un individuo ha tocado la mala suerte, tampoco sabéis a quién esta sirve para su maduración, ni sabéis con qué antes de vuestra encarnación como hombre vosotros mismos estabais dispuestos a cargaros voluntariamente21... Pero Yo sé de todo y, verdaderamente, no os cargo con un fardo mayor de lo que podéis soportar... Además, cuando la cruz os pesa demasiado, Yo mismo me ofrezco como portador de ella.
Por desgracia, frecuentemente no os servís de mi Ayuda, y por eso os quejáis de la carga y refunfuñáis que es demasiado pesada para vosotros. Es el Amor que os había inducido a ofreceros a portar un fardo de cruz... pero en la vida terrenal no sabéis por qué debéis sufrir - los que, gracias a vuestra voluntad, creéis formar parte de los Míos... Pero Yo quiero que vosotros también sin saber la causa andéis tranquilos y fielmente vuestro camino, y que con devoción os carguéis con vuestra cruz... Yo quiero que siempre os dobleguéis bajo mi Voluntad, conscientes de que Aquel al que os sometéis es un Dios del Amor, y que todo que viene de Él redundará en vuestro beneficio.
Por eso no os rebeléis contra vuestro destino, pase lo que pase. Si queréis pertenecer a Mí, entonces no os quejéis y no protestéis, sino siempre sed seguros de que sólo es para vuestro bien... que siempre se trata de Ayuda y del restablecimiento de mi Orden desde eternidades... y sed seguros de que un día venidero lo reconoceréis y me estaréis agradecidos de que os haya facilitado ir este camino - aun con todos sus fastidios y golpes del destino, pero también con mi Amor que es el motivo para todo que os concierne... pues mi Amor no quiere sino que lleguéis a ser bienaventurados.
Amén.
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