Kundgabe mit Übersetzung vergleichen

Weitere Übersetzungen:

Abbüßen der Schuld ohne Erlösungswerk Christi....

Die Größe der Schuld eines Menschen bleibt unverändert bestehen, so dieser das Erlösungswerk Christi nicht anerkennt, d.h., er muß die Schuld abtragen bis aufs letzte, er muß vollkommen allein sich mit ihr auseinandersetzen.... er muß büßen Ewigkeiten hindurch. Denn die Schuld des Menschen ist maßlos groß.... Es sind nicht die Sünden allein, die er auf Erden getan hat, die aber schon genügen, die Seele vom Angesicht Gottes zu verdrängen auf endlos lange Zeiten, sondern es ist die einstige Auflehnung gegen Gott die große Schuld, die nicht gesühnt werden kann während des Erdenlebens und die darum in die Ewigkeit hinübergenommen werden muß, um dort einmal den Erlöser zu finden. Ewigkeiten hindurch muß das Wesen schmachten in der Finsternis, Ewigkeiten seine Freiheit entbehren und einen Zustand qualvollster Gebundenheit ertragen, Ewigkeiten hindurch geht es der göttlichen Gnadensonne verlustig, es ist in weitester Gottferne und leidet bitterste Not.... weil es aus eigenem Willen in seiner Abwehrstellung zu Gott verharrt und nimmermehr zwangsmäßig zur Aufgabe seines Willens bewogen werden kann. Es muß seine Schuld also büßen, weil es sich nicht selbst davon erlöste durch seinen Willen; es kann aber nicht durch göttlichen Willen erlöst werden, weil dies der Weisheit und Liebe Gottes völlig widersprechen würde. Also straft sich das von Gott Abgefallene selbst, sowie es nicht die Erlösung durch Jesus Christus annimmt, sowie es nicht Sein Opfer anerkennt.... Jegliche Sündenschuld wird ihm vergeben, jegliche Unfreiheit genommen und jegliche Sühne erspart, wenn sich der Mensch unter das Kreuz Christi stellt, wenn er sich von Seinem Blut erlösen läßt, das Jesus Christus für alle Menschen und deren Schuld vergossen hat. Er hat das große Opfer dargebracht aus Liebe zu den Menschen, weil Er um den endlos langen Leidensweg im Jenseits wußte, weil Ihn die große Not der Wesen auf Erden und im Jenseits erbarmte, weil Er sie verkürzen wollte, weil Er die Schuld tilgen wollte, um den Menschen die ewige Seligkeit zuzuwenden, um sie zu beglücken auf ewig. Es ist der Kreuzestod Christi der Kaufpreis für das ewige Leben, und alle Schuld ist dadurch getilgt worden.... doch eines wird unweigerlich gefordert.... daß der Mensch dieses Erlösungswerk anerkenne, auf daß auch seine Schuld zu jener gehört, die Christus durch Seinen Tod am Kreuze bezahlt hat.... ansonsten sie unverändert bestehenbleibt und nach dem irdischen Ableben mit hinübergenommen wird in das geistige Reich als eine Last, mit welcher das Wesen in Ewigkeit nicht fertig wird, da es keinen Willen aufbringen kann, sich selbst zu erlösen. Und darum ist Jesus Christus der einzige Weg zum ewigen Leben, ohne Ihn gibt es nur noch Verderben, mit Ihm aber Erlösung.... ohne Ihn ist der Mensch kraftlos und Gott-abgewandten Willens, mit Ihm strebt er Gott entgegen und kann die Kraft von Ihm empfangen, den verstärkten Willen, den Jesus am Kreuz für ihn erkauft hat. Und darum ist Jesus Christus der Erlöser der Welt, der Erlöser aller Menschen, die Ihm ihre Schuld und sich selbst zu Füßen legen, die sich Ihm gläubig anvertrauen und Seine Hilfe erbitten.... Für diese hat Jesus Christus das Opfer am Kreuze gebracht, auf daß sie von aller Sündenschuld erlöst werden....

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

Expiación de la culpa del pecado sin la Obra redentora de Cristo...

La magnitud de la culpa de una persona permanece invariable si ésta no reconoce la obra de Redención de Cristo, es decir, tiene que pagar la culpa hasta lo último, tiene que lidiar con ella completamente solo... tiene que expiar por eternidades. Porque la culpa del hombre es inmensamente grande... No son sólo los pecados que ha cometido en la tierra, pero los que ya son suficientes para desterrar el alma de la faz de Dios por un tiempo interminablemente largo, sino que es la rebelión anterior contra Dios la gran culpa, que no puede ser expiado durante la vida en la tierra y que, por lo tanto, tiene que ser llevado a la eternidad para encontrar allí el Redentor un día.

Por eternidades el ser tiene que languidecer en las tinieblas, por eternidades carece de su libertad y aguantar un estado de agonizante esclavitud, por eternidades pierde el sol de la gracia, está en la distancia más alejada de Dios y sufre la más amarga miseria... porque por su propia voluntad persiste en su actitud defensiva hacia Dios y nunca puede ser movido forzosamente a renunciar a su voluntad. Debe, pues, expiar su culpa, porque no se remedió de ella por su voluntad; pero no puede ser redimido por la voluntad divina porque esto contradiría completamente la sabiduría y el amor de Dios.

De modo que lo que se apartó de Dios se castiga a sí mismo si no acepta la redención por medio de Jesucristo y si no reconoce su sacrifico... Cualquier culpa de pecado le será perdonada, cualquier falta de libertad quitada y cualquier expiación perdonada cuando el hombre se pone bajo la cruz de Cristo, cuando se deja redimir por Su sangre, que Jesucristo derramó por todos los hombres y sus culpas. Hizo el gran sacrificio por amor por amor a los hombres, porque sabía de largo e interminable camino del sufrimiento en el más allá, porque la gran miseria de los seres en la tierra y en el más allá se compadecía de Él, porque quería acortarla, porque quería redimir la culpa, dar a los hombres la felicidad eterna, para hacerlos felices para siempre.

La muerte de cristo en la cruz es el precio de compra de la vida eterna, y toda culpa ha sido redimida por eso... pero una cosa se exige inevitablemente... que el hombre reconozca esta obra de Redención para que su culpa pertenezca también a aquella que cristo pagó a través de su muerte en la cruz... de lo contrario se mantiene sin cambios y después de la muerte terrenal es llevada como una carga al reino espiritual con la cual el ser no puede lidiar en la eternidad porque no puede reunir la voluntad de redimirse a sí mismo.

Y por eso Jesucristo es el único camino a la vida eterna, sin Él solo hay ruina, pero con Él la redención... sin Él el ser humano es impotente y con una voluntad que se aparta de Dios, pero con ella se esfuerza hacia Dios y puede recibir la fuerza de Él, la voluntad fortalecida que Jesús compró para él. Y por eso Jesucristo es el Redentor del mundo, el Redentor de todos los hombres que Le ponen su culpa y sí mismos a Sus pies, los que se encomiendan a Él en la fe pidiendo Su ayuda... Para estos Jesucristo trajo el sacrificio en la cruz, para que sean redimidos de toda culpa del pecado...

amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Hans-Dieter Heise