Die innere Einkehr muß jeder Umgestaltung des Wesens vorangehen. Es muß der Mensch sich selbst und sein Handeln des öfteren einer Prüfung unterziehen, er muß sich mit allen seinen Aufgaben auseinandersetzen und Kritik üben, wieweit er den göttlichen Anforderungen nachkommt. Dieses Selbstbeobachten wird ihn auch die Mängel erkennen lassen, und so er es ernst meint mit seiner Seelenarbeit, wird es ihn antreiben, sich immer vollkommener zu gestalten. Es ist die innere Einkehr eine gewisse Kontrolle, die sowohl seinem Denken wie seinem Handeln gilt. Er wird, so er schonungslos Kritik übt an sich, auch seine Unwürdigkeit erkennen, in enge Verbindung zu treten mit seinem Schöpfer, und er wird in demütigem Gebet Gott um Erbarmen und Gnade bitten, und also gewinnt er neue Kraft zur Arbeit an sich selbst. Denn aus sich heraus könnte der Mensch nimmer zur Vollkommenheit gelangen, da seine Kraft zu gering ist ohne die Hilfe Gottes. Diese ist ihm aber zugesichert, so daß Gott nur von dem Menschen fordert, daß er sich die ihm zustehende Gnade erbittet als Zugeständnis dessen, daß der Mensch nach Gott verlangt. So nun der Mensch des öfteren sich und sein Leben betrachtet im Sinne der Höherentwicklung der Seele, so wird er auch den Abstand erkennen von sich zu Gott. Er wird bestrebt sein, diesen zu verringern, und, so ihm dazu die Kraft mangelt, solche anfordern von Gott. Und nur so schreitet er fort auf dem Wege der Höherentwicklung. Nur so ist es möglich, in immer engere Verbindung mit dem himmlischen Vater zu kommen, denn er wird bald keinen Weg mehr gehen, ohne Ihn um Seinen Segen und Seine Kraft gebeten zu haben, und er wird nun wahrhaft das Verhältnis herstellen vom Kind zum Vater, das dann auch außerordentliche Kraftzuwendung zur Folge hat. Und daher fordert Gott von euch, daß ihr jederzeit euch selbst Rechenschaft ablegt, wie euer Wandeln auf Erden ist.... daß ihr nicht gedankenlos und ohne Verantwortungsgefühl dahingeht, sondern stets eurer Seele gedenkt. Er will, daß ihr bei aller irdischen Tätigkeit Seiner nicht vergesset, daß ihr immer Zeit findet, um das Geistige in euch zu pflegen.... Er will, daß ihr nicht nur den Körper bedenket, sondern auch der Seele eine Mußestunde schenket, die der Gestaltung eurer Seele gehört.... eine Mußestunde, die euch die Verbindung mit eurem Herrn und Heiland einträgt, in der ihr Schätze sammelt für die Ewigkeit. Er will, daß ihr dann ernsthaft mit euch zu Rate geht, wessen Wohl euch wichtiger ist, des Körpers oder der Seele Wohl. Und so ihr des Körpers noch zu eifrig gedenkt, sollt ihr um Kraft bitten, dem göttlichen Willen gemäß leben und euch gestalten zu können. Und es wird euch die Stunde der inneren Einkehr förderlich sein für euer Seelenheil, denn ihr empfanget Kraft zu neuem Streben....
Amen
ÜbersetzerLa contemplación interior debe proceder a toda transformación del ser. El hombre tiene que someterse a sí mismo y sus acciones a una prueba más a menudo, tiene que ocuparse de todas sus tareas y criticar hasta qué punto cumple con los requisitos divinos. Esta observación de sí mismo también le dejarán reconocer las deficiencias, y si se toma en serio el trabajo de su alma, lo impulsará a perfeccionarse cada vez más. Es la contemplación interior un cierto control que se aplica tanto a su pensamiento como a sus acciones.
Si se critica implacablemente a sí mismo, también reconocerá su indignidad y tratar de entrar en contacto estrecho con su Creador, y en humilde oración pedirá a Dios misericordia y gracia, y así obtendrá nuevas fuerzas para trabajar sobre sí mismo. Porque el hombre nunca podría alcanzar la perfección de sí mismo, ya que su fuerza es demasiada baja sin la ayuda de Dios. Pero esta le está asegurada, de modo que Dios solo exige que pida la gracia que le corresponde como una concesión que el hombre anhela a Dios.
Si ahora el hombre se mira a sí mismo y a su vida en el sentido del desarrollo superior del alma, así también reconocerá la distancia entre él y Dios. Y solo así avanza en el camino del desarrollo superior. Solo así es posible entrar en contacto cada vez más estrecho con el Padre celestial, porque pronto ya no irá ningún camino sin haberle pedido Su bendición y Su fuerza, y ahora verdaderamente establecerá la relación entre el Hijo y el Padre, que luego también resulta en una extraordinaria aplicación de fuerza.
Y por eso Dios os exige que os dais cuenta de vuestro caminar en la tierra en todo momento.... Que no vayáis desconsiderados y sin sentimiento de responsabilidad, sino que pensáis siempre en vuestra alma. Él quiere que no Le olvidáis en toda vuestra actividad terrenal, que siempre encontráis tiempo para cuidar lo espiritual dentro de vosotros.... Él quiere que no solo consideráis el cuerpo, sino que también le deis al alma una hora de ocio que sirve para la formación de vuestra alma....
Una hora de ocio, que os trae la conexión con vuestro Señor y Salvador, en la que recolectáis tesoros para la eternidad. Él quiere que luego os consultáis seriamente a vosotros mismos, que bienestar es más importante para vosotros, el bienestar del cuerpo a del alma. Y si todavía pensáis con demasiado celo en el cuerpo, debéis pedir fuerza, vivir según la voluntad divina para poder formaros. Y la hora de la contemplación interior será beneficiosa para la salvación de vuestra alma, porque recibiréis fuerza para un nuevo esfuerzo....
Amén
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