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La actividad en el amor es una ley en la Tierra y en el más allá....

Para cada ser humano en la Tierra y cada ser en el reino espiritual se aplica la misma ley: actuar con amor. En la Tierra la actividad amorosa ayuda a la perfección y, por lo tanto, también debe ser practicada por los seres aún imperfectos en el más allá, para que avancen por el camino hacia las alturas. Y una vez alcanzadas las alturas, el ser habrá llegado a tal grado de perfección, que ahora ha llegado a ser sensible a la luz, y entonces la actividad amorosa incesante volverá a colmar de felicidad a estos seres, porque esta actividad significa ahora “transmitir la luz”, que el ser mismo recibe.... porque la actividad amorosa es obra divina, es decir, el cumplimiento de la ley desde la eternidad.

Porque el amor lo es todo.... Garantiza la unificación con Dios y la dicha eterna, la redención de lo espiritual aún imperfecto, la preservación de todo lo que existe y también el surgimiento constante de nuevas creaciones, que tienen su fundamento en el orden divino y Su amor infinito. El amor es la fuerza que actúa constantemente en todo el Universo, tanto en el plano terrenal como en el espiritual. Ella Misma es la ley divina, y una violación constituye un acto de destrucción irrevocable que afecta no solo a las creaciones terrenales, sino que también se manifiesta en los estados espirituales para aquel para quien esta ley es sagrada.

Por lo tanto, tampoco permanece oculto en el reino espiritual cuando los seres han violado la ley del amor, pues ellos mismos, que inicialmente eran seres de perfecta belleza, se han convertido en seres deformes y repugnantes y, como tales, son reconocibles por los seres de luz, quienes, sin embargo, no los rechazan con aversión, sino que, con amor misericordioso, quieren ayudarlos a recuperar a su forma original, que corresponde a la ley del orden divino.

Sin amor no hay orden, ni armonía, ni paz; sin amor no hay dicha.... y todas las condiciones que un ser percibe como deficientes o tormentosas son pruebas de que le falta amor, que se ha apartado del orden divino. Y todas esas condiciones no cambiarán hasta que el ser mismo se haya transformado en amor. Pero esto no se refiere a la apariencia externa de un ser humano en la Tierra, que carece de belleza perfecta y a menudos presenta deformidades que suscitan preguntas y dudas....

Pues en esa forma externa puede ocultarse un alma bien formada, una que ha asumido voluntariamente dicha forma para alcanzar su perfección.... Y del mismo modo, en seres humanos exteriormente perfectos pueden morar almas deformadas, pues se trata únicamente del ser espiritual, que tiene que someterse a la ley del orden divino para ser bienaventurado. Porque una vida de amor crea solo valores espirituales, ya que lo terrenal es transitorio, pero las obras de amor acompañan a los seres humanos a la eternidad. Si los seres humanos en la Tierra pudieran percibir espiritualmente, el efecto de la actividad amorosa en las almas les sería evidente, y siempre contemplarían con asombro las bellezas perfectas que los rodean.

Pero tal prueba no puede ser concedida a los seres humanos, que en toda libertad tienen que someterse a la ley del orden divino. Y del mismo modo, a las almas imperfectas en el más allá solo pueden acercarse sus amigos y ayudantes espirituales de forma velada, y con toda libertad de voluntad tienen que seguir sus consejos, que siempre conducen a una actividad en amor. Pero no pueden quedar exentas de esta ley, de su cumplimiento.... El amor también tiene que penetrar en ellas, pues de otro modo jamás alcanzarán la bienaventuranza. Porque solo el amor vence la separación de Dios, solo el amor logra la unificación con Él.... Y solo el amor devuelve al ser el estado de perfección, en el que se encontraba cuando emanó de la mano de Dios....

amén

Activity of love.... law on earth and in the hereafter....

The same law applies to every human being on earth and every being in the spiritual kingdom: to be active in love. On earth the activity of love helps to achieve perfection and must therefore also be practiced by the still imperfect beings in the kingdom of the beyond so that they progress on the path to ascent. And once the height has been reached, once the being has reached perfection to such an extent that it is now receptive to light, then steadfast activity of love will make this being happy again, because this now means 'passing on the light' which it receives itself.... because steadfast activity of love is divine working, thus fulfilling the law of eternity. For love is everything.... It guarantees union with God and eternal bliss, redemption of the still imperfect spiritual, preservation of all existing and also the emergence of constantly new creations, which have their foundation in divine order and His greater than great love. Love is the power that is constantly active in the entire universe, in the earthly and in the spiritual realm. It is the divine law itself, and a violation of it is also irrevocably an act of destruction which not only affects earthly creations but also becomes recognizable in spiritual states to the one to whom this law is sacred. Therefore it cannot remain concealed in the spiritual kingdom if the beings have violated the law of love, for they themselves, which were beings of most perfect beauty in the beginning, have become deformed, disgusting beings and as such are also recognizable to the beings of light, which, however, do not turn away from them in disgust but in merciful love want to help them back to their former form, which corresponds to the law of divine order. Without love there is no order, no harmony, no peace, without love there is no bliss.... and all states which a being feels to be deficient or tormenting are evidence that the being lacks love, that it has stepped out of divine order. And all these conditions will not change until the being itself has changed to love. But this is not to be understood as a person's external appearance on earth, which lacks perfect beauty, indeed often shows deformities which give rise to questions and doubts.... For such an external form can conceal a well-designed soul which has voluntarily taken on such an external form (for the sake of its certain perfection). And deformed souls can also dwell in outwardly perfected people, for it is merely a matter of the spiritual being, which therefore has to place itself under the law of divine order in order to be blissfully happy. For a life of love only creates spiritual values, for earthly things pass away but works of love follow the human being into eternity. If people on earth could already see spiritually then the effect of the activity of love on the souls would also be apparent to them, and they would only ever gaze in amazement at the perfected beauties which walk amongst them. Such evidence, however, cannot be given to people who, in all freedom, have to fit into the law of divine order.... And likewise, their spiritual friends and helpers can only approach the unfinished souls in the beyond in a veiled way, and in all freedom of will they have to follow their advice, which only ever amounts to activity in love. But they cannot be released from this law, from its fulfilment.... Love must also break through in them, otherwise they will eternally be unable to attain beatitude. For only love cancels the separation from God, only love brings about the union with Him.... And only love returns the being to the state of perfection in which it once emerged from God's hand....

Amen