Nada puede mostraros el amor de Dios tan claramente como la Obra redentora de Jesucristo, la muerte en la cruz bajo un tormento inconmensurable, sufrida por causa de la humanidad pecadora por un hombre sin pecado y puro.... En este hombre, Dios se ocultó a Sí Mismo, porque por amor a Sus desdichadas criaturas, quiso ofrecer un sacrificio para expiar la inconmensurable culpa que hacia infelices a esas criaturas que las mantenía separadas de Él....
El amor por todo lo espiritual que camina sobre la Tierra encarnados como seres humanos es inconmensurable, y no puede tolerar que este espiritual permanezca eternamente separado de Él. Por lo tanto, encontró una manera de abolir esta separación, que le permitió a lo espiritual reunirse de nuevo con su Dios y Creador. Él Mismo Se sacrificó por la gran culpa de la apostasía anterior de los espíritus de Dios....
Pero este sacrificio también tenía que corresponder a esa culpa, y por eso eligió la muerte más dolorosa en la cruz, precedida de un gran grado de sufrimiento y humillación casi insoportable para los humanos.... Y como Dios Mismo no podía sufrir, pero quiso hacer este sacrificio, eligió una forma humana.... Él Mismo se encarnó en el hombre Jesús y entonces emprendió el camino del sufrimiento en la Tierra hasta la muerte en la cruz.... Su amor infinito realizó esta obra. Llenó al hombre Jesús, de modo que fue su libre albedrío asumir todo el sufrimiento para traer la salvación a Sus semejantes.
El hombre Jesús sufrió y murió y, sin embargo, fue Dios Mismo Quien se sacrificó en la cruz por la humanidad. Pues tanto el alma como el cuerpo del hombre Jesús fueron una vez la fuerza del amor irradiada por Dios, que ahora se reunificó de nuevo con el Amor Eterno, que así contenía solo lo divino en sí mismo. O bien: La Deidad Eterna Misma eligió aquella forma para Su morada, que también podía servirle de envoltura gracias a una vida pura y sin pecado, algo que habría sido imposible en una envoltura pecaminosa.
Fue una obra de amor y un acto de gracia de suma importancia: que Dios Mismo descendiera a la Tierra para redimir a la humanidad del pecado y de la muerte.... que caminara sobre la Tierra en el ser humano Jesús y cargara con toda la amargura de la vida terrenal, asumió todas las luchas contra Satanás, que verdaderamente luchó contra todos los poderes del infierno, lo cual fue una prueba de su inmenso amor por este caído, a quien querría ayudar a volver a ascender a las alturas.... al que no querría dejar en las profundidades, en el reino de Su adversario, porque allí no era feliz allí, sino en falta de luz y fuerza, y por lo tanto, se encontraba en un estado agonizante....
Su amor infinito por este caído no había disminuido, aunque éste se había apartado de Dios en el libre albedrío, y por lo tanto, Su amor lo persiguió.... Descendió al reino de su adversario, vino a la Tierra en el hombre Jesús, y realizó una obra de la más profunda misericordia.... Dios Mismo ofreció el sacrificio expiatorio por la gran culpa del pecado. Así, ahora todos los seres humanos pueden recuperar la luz y la fuerza en libertad; pueden volver a lograr su estado original, pueden volver a regresar a su Creador y Padre desde la eternidad, pues la culpa de la separación ha sido pagada por el Amor divino mismo.... Sólo hay una cosa que tienen que hacer ellos mismos: tienen que tener la voluntad de volver a regresar a Dios.
Él ha venido en Su amor inconmensurable a ellos, pero ahora ellos mismos también tienen que dar pasos, tienen que recorrer por voluntad propia el camino que Él Mismo les ha allanado en Jesús. Tienen que desear ser redimidos de su pecado y confesarlo libremente invocando el perdón de Jesucristo; de lo contrario, permanecerán cargados con su culpa y, por lo tanto, hundidos en las profundidades, porque entonces también seguirán siendo prisioneros todavía del adversario de Dios.
Por lo tanto, tienen que pedir conscientemente el amor de Dios.... Pues, a pesar del gran amor de Dios, la salvación no puede llegar a un ser que no se esfuerza por ella, es decir, que no reconoce a Jesucristo y Su Obra redentora, y por lo tanto, no puede ser aceptado por Él en Su Reino. Sin embargo, no se pierde para siempre; más bien sigue siendo una criatura a quien se dirige el amor inagotable de Dios. Y una vez, este amor divino también alcanzará su objetivo.... Una vez, cada ser querrá escapar de las profundidades y emprender su camino hacia el Gólgota, hacia la cruz, hacia Jesucristo, la Deidad hecha visible, Cuyo amor no conoce límites y cortejará a Sus criaturas hasta que finalmente las haya vuelto a ganar, para no volver a perderlas jamás....
amén
TraductorNichts vermag euch die Liebe Gottes so anschaulich zu machen wie das Erlösungswerk Jesu Christi, der Tod am Kreuz unter unermeßlichen Qualen, der erlitten wurde um der sündigen Menschheit willen von einem Menschen, Der sündenlos und rein war.... In diesem Menschen barg Gott Selbst Sich, weil Er aus Liebe zu Seinen unglückseligen Geschöpfen ein Opfer bringen wollte, um die unermeßliche Schuld zu sühnen, die jene Geschöpfe unglückselig werden ließ und sie von Ihm getrennthielt.... Die Liebe zu allem Geistigen, das als Mensch verkörpert über die Erde geht, ist unermeßlich, und sie duldet es nicht, daß dieses Geistige ewig von Ihm getrennt bleibt. Und darum fand sie einen Weg, der diese Trennung aufhob, der es dem Geistigen wieder möglich machte, sich mit seinem Gott und Schöpfer wieder zu vereinigen. Er opferte Sich Selbst als Sühne für die große Schuld des einstigen Abfalles der Geister von Gott.... Aber dieses Opfer mußte auch jener Schuld entsprechen, und darum wählte Er den schmerzhaftesten Tod am Kreuz, dem ein Maß von Leiden und Schmähungen vorausging, das zu ertragen fast menschenunmöglich war.... Und weil Gott Selbst nicht leiden konnte, Er aber dieses Opfer bringen wollte, wählte Er Sich eine menschliche Form.... Er verkörperte Sich Selbst in dem Menschen Jesus und ging nun den Leidensgang auf Erden bis zum Tode am Kreuz.... Seine unendliche Liebe vollbrachte dieses Werk. Sie erfüllte den Menschen Jesus, so daß es Dessen freier Wille war, alles Leid auf Sich zu nehmen, um Seinen Mitmenschen Rettung zu bringen. Es litt und starb der Mensch Jesus, und doch war es Gott Selbst, Der das Opfer am Kreuz gebracht hat für die Menschen. Denn sowohl die Seele als auch der Körper des Menschen Jesus war einst von Gott ausgestrahlte Liebekraft, die sich nun wieder mit der Ewigen Liebe zusammenschloß, die also nur Göttliches in sich barg, oder auch: Die Ewige Gottheit Selbst wählte Sich jene Form zum Aufenthalt, die Ihr durch ein reines und sündenloses Leben auch zur Hülle dienen konnte, was in einer sündigen Hülle unmöglich gewesen wäre. Es war ein Liebewerk und ein Gnadenakt von schwerwiegendster Bedeutung: daß Gott Selbst zur Erde niederstieg, um den Menschen Erlösung zu bringen von Sünde und Tod.... daß Er im Menschen Jesus den Gang auf Erden zurücklegte und alle Bitternisse des Erdenlebens, alle Kämpfe gegen den Satan auf Sich nahm, daß Er wahrlich gegen die Mächte der Hölle ankämpfte, (15.3.1957) das war ein Beweis Seiner unendlichen Liebe zu diesem Gefallenen, dem Er wieder emporhelfen wollte zur Höhe.... das Er nicht in der Tiefe belassen wollte, im Bereich Seines Gegners, weil es dort nicht selig war, sondern in Licht- und Kraftlosigkeit, also in einem qualvollen Zustand, war.... Seine unendliche Liebe zu diesem Gefallenen hatte sich nicht verringert, wenngleich es sich im freien Willen abwandte von Gott, und darum ging Seine Liebe dem Gefallenen nach.... Sie stieg Selbst hinab in das Bereich Seines Gegners, Sie kam im Menschen Jesus zur Erde, und Sie vollbrachte ein Werk tiefster Erbarmung.... Es brachte Gott Selbst das Sühneopfer dar für die große Sündenschuld. Also können nun auch alle Menschen in Freiheit sich wieder Licht und Kraft erwerben, sie können wieder ihren Urzustand erreichen, sie können wieder zurückkehren zu ihrem Schöpfer und Vater von Ewigkeit, denn es ist die trennende Schuld bezahlt worden von der göttlichen Liebe Selbst.... Nur eines müssen sie selbst tun: Sie müssen den Willen haben zur Umkehr zu Gott. Er ist in Seiner unermeßlichen Liebe ihnen entgegengekommen, aber auch sie selbst müssen nun Schritte tun, sie müssen im freien Willen den Weg gehen, den Er Selbst ihnen in Jesus geebnet hat. Sie müssen erlöst werden wollen von ihrer Sündenschuld und dies frei bekennen, indem sie Jesus Christus anrufen um Vergebung, ansonsten sie mit ihrer Schuld belastet bleiben und solange also auch in der Tiefe weilen, weil sie dann auch noch Gefangene des Gegners von Gott sind. Sie müssen also bewußt die Liebe Gottes anfordern.... Denn es kann trotz größter Liebe von seiten Gottes dem Wesen keine Erlösung werden, das diese nicht selbst anstrebt, also Jesus Christus und Sein Erlösungswerk nicht anerkennt und darum auch nicht von Ihm in Sein Reich aufgenommen werden kann. Dennoch geht es nicht ewig verloren, sondern es bleibt ständig das Geschöpf, dem Gottes unverminderte Liebe gilt. Und einmal kommt diese göttliche Liebe auch zum Ziel.... Einmal wird jedes Wesen der Tiefe entfliehen wollen und seinen Weg nehmen nach Golgatha, zum Kreuz, zu Jesus Christus, der schaubar-gewordenen Gottheit, Deren Liebe keine Grenzen kennt und werben wird um Seine Geschöpfe, bis Er sie endlich zurückgewonnen hat, um sie nun ewig nicht mehr zu verlieren....
Amen
Traductor