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Otras traducciones:

Los maestros tienen que ser enseñados por Dios Mismo....

Quien tiene el don de escuchar la Palabra de Dios a través de la voz del Espíritu, adquiere un conocimiento que le permite actuar como maestro de sus semejantes; porque está instruido por Dios Mismo. Aunque no haya recibido ninguna sabiduría escolar especial y por lo tanto rara vez sea reconocido como maestro, no obstante será capaz de poder dar aclaración a sus semejantes, algo que los maestros formados a través del estudio no son capaces de hacer, especialmente cuando hay que resolver problemas más profundos que requieren la transmisión de la verdad directamente de Dios.

Además, a menudo hay cuestiones controvertidas que han de ser aclaradas y que han dado lugar a divisiones de la Iglesia y que siempre seguirán siendo fuente de disputas. Sólo un ser humano enseñado por Dios puede explicar esto, y todo buscador serio de la verdad debe aceptar la lógica de la explicación dada a través del ser humano enseñado por Dios y declarar que es la única respuesta aceptable. Y entonces se da la prueba de que la respuesta correcta sólo puede buscarse y encontrarse en Dios. Por más diligentemente un ser humano estudie, no podrá adquirir las sabidurías que recibe a través de la instrucción del Espíritu. Pero se les presta muy poca atención, se examina muy poco la verdad o se esfuerza muy poco por la verdad.

Sin embargo, un siervo enseñado por Dios debe usar su capacidad; debe tratar de transmitir a sus semejantes el conocimiento que ha recibido, debe comparar continuamente los resultados espirituales con las enseñanzas de otros; Dondequiera que el error sea evidente, debe presentarse con la verdad y atraer la atención de los humanos hacia ella, y recomendar que se pongan en contacto con Dios a través de la oración ferviente y se acerquen a Él Mismo para obtener una aclaración acerca de la cuestión controvertida.

Y siempre recibirá una respuesta, pero se le presentará de una manera que parecerá completamente natural, de modo que ahora deberá volver a dejar actuar a su propia voluntad para examinar tanto lo que se le ofrece como el conocimiento en cuestión. El siervo enseñado por Dios está en posesión de la verdad, que de otro modo no sería concebible, y podrá dar respuesta a toda pregunta, podrá obrar aclarando donde todavía hay oscuridad, porque su pensamiento está iluminado por Dios, y en un instante se dará cuenta de toda enseñanza falsa, de toda creencia errónea, y con la misma rapidez podrá corregir también aquello que, como error, ejerce una influencia venenosa sobre los seres humanos.

Pero quien está en posesión de la pura verdad por el gran amor y la omnipotencia de Dios, no duda en darla a sus semejantes, y por eso un buscador no tendrá que buscar mucho, así un portador de la verdad se cruce en su camino y le enseñe, y bienaventurados aquellos que escuchan su voz, que aceptan lo que Dios Mismo les envía a través de Sus mensajeros, a través de Sus discípulos, a quienes Él Mismo escogió para llevar el Evangelio a todo el mundo....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Lehrer müssen von Gott Selbst gelehrt sein....

Wer die Gabe hat, das Wort Gottes zu vernehmen durch die Stimme des Geistes, der gewinnt dadurch ein Wissen, das ihn befähigt, als Lehrer seiner Mitmenschen tätig zu sein; denn er ist von Gott Selbst gelehrt. Er hat zwar keine besondere Schulweisheit empfangen und wird daher selten anerkannt werden als Lehrkraft, dennoch wird er die Mitmenschen aufklären können, was oft die durch Studium herangebildeten Lehrkräfte nicht vermögen, sonderlich dann, wenn tiefere Probleme zu lösen sind, die ein Vermitteln der Wahrheit von Gott direkt bedingen. Es sind ferner oft Streitfragen zu klären, die zu Spaltungen der Kirche Anlaß gaben und die immer ein Streitobjekt bleiben werden. Darüber Aufschluß zu geben ist nur einem von Gott gelehrten Menschen möglich, und jeder ernstlich nach der Wahrheit Strebende muß die Logik der Erklärung von seiten des von Gott Gelehrten anerkennen und sie als einzige annehmbare Antwort erklären. Und es ist dann der Beweis gegeben, daß die rechte Antwort nur bei Gott zu suchen und zu finden ist. Durch noch so eifriges Studium wird sich der Mensch nicht die Weisheiten verschaffen können, die er empfängt durch eine Belehrung durch den Geist. Doch allzuwenig wird derer geachtet, allzuwenig wird die Wahrheit geprüft oder Wahrheit erstrebt. Dennoch muß ein von Gott gelehrter Diener seine Fähigkeit nützen, er muß, was er empfangen hat an Wissen, auch seinen Mitmenschen zu vermitteln suchen, er muß immer wieder die geistigen Ergebnisse den Lehren der anderen gegenüberstellen, er muß überall, wo Irrtum zu erkennen ist, mit der Wahrheit hervortreten und die Menschen aufmerksam machen darauf und ihnen anempfehlen, sich mit Gott durch inniges Gebet in Verbindung zu setzen und Ihn Selbst um Aufschluß in der strittigen Frage anzugehen. Und er wird stets Antwort empfangen, doch sie wird ihm völlig natürlich scheinend zugeführt, so daß er nun wieder selbst seinen Willen tätig werden lassen muß, um eine Prüfung vorzunehmen des Gebotenen sowohl als auch des angegriffenen Wissens. Der von Gott gelehrte Diener ist im Besitz der Wahrheit, was anders auch nicht denkbar wäre, und er wird Antwort auf jede Frage geben können, er wird aufklärend wirken können, wo noch Dunkelheit ist, denn sein Denken ist von Gott erleuchtet, und blitzschnell wird ihm jede falsche Lehre, jeder irrige Glaubenssatz bewußt und ebenso schnell auch die Berichtigung dessen, was als Irrtum vergiftenden Einfluß ausübt auf die Menschen. Wer aber im Besitz der reinen Wahrheit ist durch Gottes große Liebe und Allmacht, der zögert nicht, sie auch den Mitmenschen zu geben, und darum wird ein Suchender nicht lange zu suchen brauchen, so wird ihm ein Wahrheitsträger in den Weg treten und ihn belehren, und wohl denen, die auf seine Stimme hören, die annehmen, was Gott Selbst ihnen sendet durch Seine Boten, durch Seine Jünger, die Er Selbst erwählet, um das Evangelium zu tragen in alle Welt....

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde