B.D.-Nr. 6573

Dios Mismo se revela en la Palabra....

En Mi amor y misericordia Me acerco a vosotros, los humanos, en Mi Palabra, para que aprendáis a reconocerme y amarme. La conexión entre vosotros y Yo sólo se os puede demostrar al escuchar Mi discurso, cuyo propósito consiste en convenceros de un Ser Que no podéis ver, pero Que, sin embargo, puede estar presente si vosotros mismos permitís Su presencia. Cuando Yo Mismo os hablo, entonces ya no podréis negarme.... Pero si no deseáis Mi Palabra, tampoco os será una prueba de Mi Mismo, aunque la escuchéis. No obstante, primero recuerdo a quienes me escuchan con gusto y permiten que Mis Palabras penetren en sus corazones....

Quiero acercarme a ellos para ganar su amor, y por lo tanto tengo que darles conocimiento de Mi Ser, Mi voluntad y Mi amor.... Tengo que revelarme a ellos, porque una revelación como tal también puede encender el amor en ellos, que es el propósito y el objetivo cuando envío Mi Palabra a la Tierra, cuando Yo Mismo hablo a través de la boca de un ser humano.... Todo ser humano que considere posible tal dirección, que abra su oído y su corazón si le resuena Mi Palabra, ya puede contarse entre los Míos, porque al escucharme demuestra que ha renunciado a su resistencia contra Mí.

Yo Mismo vengo en la Palabra a los seres humanos de esta Tierra, Yo les enseño, les amonesto y les advierto, les presento las consecuencias de su estilo de vida y les traigo el Evangelio gozoso de la redención del pecado y de la muerte.... Pero esto solo os lo puede transmitir Aquel Que es la Palabra desde la eternidad, Que está en la cognición más suprema, en la luz y en la verdad, y Que es el Único Que puede proporcionaros información sobre Su Ser.

La “Palabra de Dios” es el mayor don de la gracia, pues debe provenir de Mí Mismo; tiene que demostrarme a Mí Mismo.... Y una vez que Yo os haya hablado, ya no podréis negarme.... Y, sin embargo, innumerables seres humanos pasan por alto lo más preciado que se les ofrece en la vida terrenal porque no quieren que un Dios se dirija a ellos. No puedo revelarme a alguien que no reconoce nada sobre sí mismo, que no quiere aprender nada de Mí, que rechaza todo conocimiento porque su ser se rebela contra la idea de estar sujeto a un Poder Que lo creó. Este ser humano todavía está tan lleno del espíritu luciferino que es imposible revelarme.... Este ser humano nunca creerá que un “Dios” habla a los humanos....

Y, sin embargo, la Palabra resuena desde arriba y toca los corazones de los humanos, quienes se abren.... Porque solo a través de Mi Palabra puedo influir en quienes han de pasar la prueba de su libre albedrío en la vida terrenal.... Mi Palabra no obliga, sino que imparte gran fuerza al ser humano que está dispuesto. Mi Palabra puede guiar la voluntad correctamente sin coerción, y puede encender el amor por Mí.... porque es Mí irradiación directa del amor.

Puesto que Yo Mismo soy la Palabra desde la eternidad, también puedo descender a los humanos, hablarles e intentar una y otra vez que dirigen sus pensamientos hacia Mí.... Puedo alimentar continuamente a los que Me han reconocido, a los que Me aman, con Mi Palabra, que es el verdadero alimento para el alma con el efecto de fuerza más brillante.... Y así, mientras exista la Tierra, hablaré a los seres humanos una y otra vez, y la misma Palabra resonará en ellos una y otra vez.... El Evangelio del amor que prediqué a los humanos cuando caminé sobre la Tierra les será proclamado una y otra vez.

Este Evangelio se ofrecerá a los humanos en su forma más pura una y otra vez, para Mi Palabra se cumpla: El Cielo y la Tierra pasarán, pero Mi Palabra perdurará para siempre.... Porque Yo Mismo nunca cambio, la verdad permanece eternamente inmutable, y Mi Palabra es la irradiación de Mí Mismo y, por lo tanto, tiene que ser siempre la misma. Y, por lo tanto, para ser pura, tiene que emanar de Mi Mismo, y esto también requiere que Yo hable repetidamente directamente a los seres humanos de la Tierra, que Yo Mismo llegue a los humanos a los humanos en la Palabra, y les traiga lo que necesitan para encontrar el camino de regreso a Mí.... Yo tengo que revelarme para ser reconocido y amado por Mis criaturas....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.