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People don't know about their immense spiritual hardship....

You humans are not conscious of your hardship, yet this calamity cannot be described to you pessimistically enough, so that you will endeavour to remedy the situation yourselves, for you can do so providing you muster the firm will. But first you have to recognise this adversity yourselves.... You ought to know that you have reached the end of an eternally long process of development through the earthly creation, that you had to suffer indescribable torments during this time and that you now, as a human being, are able to end this state of torment and enter the spiritual kingdom as a free being of light.... You ought to know that it is your last opportunity to free yourselves from every physical shell, but that you now also have to lead an appropriate way of life as a human being otherwise you will fail and the whole preceding path will have been in vain.... You ought to know that you, in that case, will fall back into the deepest abyss again and have to cover the path through the creations in appalling agony once more, constrained in matter....

You humans live your lives irresponsibly; it does not occur to you that you are on earth for a purpose.... you do not concern yourselves in any way with such thoughts and don't recognise a spiritual reason for your existence.... you do not look for a God and Creator, from Whom the creation as well as you yourselves originated, you live indifferently and.... most importantly.... you live without love. Only love can take you to the final state of perfection, only love guarantees that blissful fate in eternity, since you only need love to attain the last goal: the final release from matter. For although you will enter the kingdom of the beyond after your physical death you will nevertheless not be able to detach yourselves from earth, and then you can still descend further and get banished into matter again. But you can also be caught unawares by the end while you are still on earth, and then you will return to the abyss without fail, from where you had worked your way up already.... And you will have to bear this awful fate once more, for I cannot digress from the law of eternal order, even though My love belongs to you and will never ever abandon you.... But I cannot bypass My justice which is equally part of My perfection.

Time and again I call to you: Take stock of yourselves.... you are travelling the last short stretch of the path. Don't take the wrong path which will inevitably lead to the abyss, but join Me and cover your earthly path holding on to My hand.... Consider the possible cause and purpose for your earthly existence, and truly, I will illuminate you in this respect because I want you to follow the path to your Father's house, because I long for your return to Me and would like to spare you the terrible fate of a new banishment.... Realise the fact that you are in tremendous spiritual danger and try to change it, for it is entirely due to your will to fulfil the task that you were allowed to embody yourselves as human beings.... But you have to liberate yourselves from worldly longings; you should not look at your earthly life as an end in itself but always recognise it as the means to an end....

And it will be possible for you to live an expedient way of life if only you endeavour to live a life of love.... Then you will have escaped the risk of failure in this end period, then you will recognise ever more clearly why you are living on earth, and you will always make the effort to fulfil the will of your God and Creator, you will enter into a father-child relationship, and then the Father will take hold of you and draw you to Himself and never ever let you descend into the abyss again. Listen to My admonitions and warnings, change your way of life, and try to conclude the infinitely long earthly path in order to enter the kingdom of light and bliss after your physical death. And if you muster this determination then you will also truly receive the strength to do so, for I will help you until the end so that you will attain life and not fall prey to death again....

Amen

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Los hombres no saben de su miseria espiritual tan grande

En qué miseria espiritual os encontráis, vosotros hombres, eso no lo sabéis, pero esa miseria no se os puede describir suficientemente negra, para que os esforcéis vosotros mismos en remediarla, pues podéis hacerlo, si tenéis sólo la firme voluntad para ello. Primero tenéis que reconocer vosotros mismos ese miseria, tenéis que saber que habéis llegado al fin de una marcha de evolución de un tiempo de duracion infinita a través de las creaciones terrenales, de que en ese tiempo tuvistéis que soportar sufrimientos indescriptibles y que ahora como ser humanos podéis concluir estado de ese tortura, y como seres de luz libres podéis entrar en el Reino espiritual. Tenéis que saber que es para vosotros la última posibilidad de estar libres de toda forma material, de que para ello tenéis que llevar una conducta que corresponda a vuestro ser humano, de lo contrario fracasáis y toda la marcha infinitamente larga que tuvo anteriormente lugar ha sido en vano. Tenéis que saber, que entonces recaéis en la más profunda profundidad teniendo que dejar atrás de nuevo la marcha a través de las creaciones, atados en la materia bajo torturas espantosas.

Vosotros hombres vegetáis en la vida irresponsablemente, no pensáis en que, a causa de una finalidad, estáis en la tierra, vosotros no os ocupáis en modo alguno de pensamientos semejantes y no sacáis ningún objetivo espiritual de vuestra existencia. No preguntáis por un Dios y Creador, de quien ha procedido tanto la creación como vosotros mismos también, vosotros vegetáis indiferentes, y lo más decisivo es que vivís sin amor. Y sólo el amor puede llevaros a la perfección última, sólo el amor os garantiza la suerte feliz en la Eternidad, pues sólo el amor es necesario para que alcancéis la meta última: la liberación definitiva de la forma. Pues aunque entréis en el otro reino después de la muerte de vuestro cuerpo, tampoco seréis así capaces de desprenderos de la tierra, y todavía podéis hundiros también aún más abajo y ser nuevamente cautivados en la materia. Pero el fin os puede sorprender también todavía en esta tierra, y entonces volvéis sin falta de nuevo a la profundidad, de la que os habéis trabajado tan arriba ya. Y tenéis que soportar una vez más la suerte espantosa, pues Yo no puedo salírme de la ley del Orden eterno, y aunque os pertenece Mi Amor y no quiere jamás perderos. Pero Yo no puedo omitir ni eludir la Justicia, la cual pertenece también a Mi Perfección.

Cada vez de nuevo os digo: Reflexionad. Es el último trayecto corto que recorréis. No vayáis por mal camino que os conduce sin falta al abismo, sino uniros a Mí y poned en Mi Mano vuestro camino de regreso en la tierra. Pensad y meditad sobre cuál es el motivo y la finalidad de vuestra existencia terrena, y en verdad, que Yo os lo aclararé, porque Yo quiero que sigáis el camino a la Casa paternal, porque Yo ansío vuestero regreso a Mí y Yo quiero evitaros la suerte espantosa de un nuevo cautiverio.

Tened en claro que os encontráis en una gran miseria espirital, y tratad de escaparla, pues depende sólo de vuestra voluntad, cumpliendo la tarea por cuyo fin os habéis podido encarnar como hombre. Sólo tenéis que liberaros de los deseos o ambiciones mundanas, no tenéis que considerar vuestra vida en la tierra como vuestro fin absoluto, sino siempre como el medio para el fin, debéis reconocerlo. Y os será también posible llevar una conducta que corresponde a la finalidad, si os esforzáis de llevar una vida en el amor. Entonces os habéis escapado del peligro de un fracaso en la época final, entonces reconoceréis cada vez más clara y lúcidamente, la causa de por qué estáis en la tierra, y os esforzaréis siempre en cumplir la Voluntad de vuestro Dios y Creador, entraréis en la relación de un hijo hacia el Padre, y entonces os agarrará el Padre atrayéndoos a Él y jamás os dejará hundir de nuevo en el abismo.

Haced caso de Mi adverencia y exhortación, cambiad vuestro modo de vida, ansiad en poner fin a esa larga marcha por la tierra, para que después de la muerte de vuestro cuerpo podáis entrar en el Reino de la Luz y de la felicidad. Y si podéis adquirir esa voluntad, así recibiréis también, en verdad, la fuerza para ello, pues Yo os ayudo hasta el fin, a que lleguéis a la Vida y no caigáis nunca más de nuevo en la muerte.

Amén

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