• Back

Proclaiming the gospel of love....

There are only a few who consciously serve Me insofar as they proclaim the gospel of love to their fellow human beings, which I Myself send to them through the voice of the spirit.... I want them to mention the working of My spirit, I want them to tell their fellow human beings where their own wisdom comes from.... I want them to open themselves to Me first and receive My words, that they process and recognize them as the father's voice and that they then also give to their brothers what the father has in store for all, so that they will become blissfully happy. For you are all My living creations which I want to educate into My children; you all need the help of your father in heaven, for you are all weak and sinful, and through My love you shall become strong and free from your guilt of sin. For this reason the gospel must also be conveyed to you, the divine teaching of love, which the man Jesus proclaimed on earth when I took abode in His shell and walked across the earth. For you humans must first know that you can only attain beatitude through love and therefore the commandments of love are given to you as a matter of priority.... My word, which is conveyed to you from above, only ever proclaims love.... It proclaims that I Myself am eternal love, that you, My living creations, emerged from My love, that your fundamental substance is also love, that you voluntarily gave yourselves to love, that you voluntarily separated yourselves from Me as eternal love and that you therefore voluntarily have to change to love again in order to be united with Me again.... in order to acquire eternal life, which can only be gained through love. Love is the fundamental law of eternity. Without love you are creatures who have stepped out of order, without love you are imperfect beings without light and without strength.... Without love you are bound beings under the control of the one who is devoid of all love, that is, My adversary. But you shall return to Me again and be eternally blissful.... And this first requires that you shape yourselves into love again, as you were in the beginning.... For this reason the teaching of love, the good news of salvation, the gospel, shall be conveyed to people again and again, and I Myself convey it to earth.... But there are only a few who consciously accept it, whom I can train to become My true disciples, whom I can send out into the world again.... And yet it is so extremely necessary, and I bless everyone who prepares himself to be a receptacle of My divine spirit into which I can now let My word flow, so that it will now take its path to all people who are of good will. For I can certainly address many people who desire to be addressed but I cannot convey spiritual knowledge to everyone which is intended for transmission, which can also be conveyed to fellow human beings as 'glad tidings of salvation' as it was conveyed by Me Myself through them.... For only the pure truth can be useful to people, the pure truth has to be passed on, and this can only come forth from Me Myself and be received again through My spirit. And therefore every person is blessed who makes himself available to Me for this activity.... who listens attentively to what I have to say to him and who does not leave the spiritual knowledge lying idle but distributes it where only a receptive heart meets him.... For you humans all need My word, and I want to speak to all of you and need a willing servant for this who takes his task seriously and is diligently active. And no work will be done in vain, for countless souls desire My word and receive it, as soon as My servant carries out his activity.... as soon as he works for Me and My kingdom.... as soon as he proclaims My teaching of love and informs his fellow human beings that no human being can become blissfully happy without love. For the time is coming to an end and My gospel of love shall still be proclaimed to many people...._>Amen

Proclamación del Evangelio del amor....

Solo hay pocos que Me sirven conscientemente en cuanto proclaman a sus semejante el Evangelio del amor, que Yo Mismo les envío por la voz del Espíritu.... Quiero que éstos mencionen la obra de Mi Espíritu. Quiero que le digan a sus semejantes de dónde viene su propia sabiduría.... Quiero, que primero se abran a Mí y reciban Mis Palabras, que ellos mismos las procesen y las reconozcan como la voz del Padre y que luego dan también a sus hermanos lo que el Padre tiene reservado para todos, para que sean salvos.

Porque todos vosotros sois Mis criaturas, que quiero educar para que se conviertan en mis hijos; todos vosotros necesitáis la ayuda de vuestro Padre Celestial, porque todos vosotros sois débiles y pecadores, y debéis volveros fuertes a través de Mi amor y libres de vuestra culpa del pecado. Por eso hay que transmitiros también a vosotros el Evangelio, la enseñanza del amor divino, que el hombre Jesús proclamó en la tierra cuando Yo Me quedé en Su caparazón y caminé sobre la tierra. Porque vosotros, los humanos, primero debéis saber que solo podéis alcanzar la felicidad a través del amor y es por eso que los mandamientos del amor se os dan como una cuestión prioritaria....

Mi Palabra, que os es enviada desde lo alto, sólo anuncia siempre el amor.... Anuncia que Yo Mismo soy el amor eterno, que vosotros, criaturas Mías, emanasteis de Mi amor, que vuestra sustancia original es también el amor, que vosotros voluntariamente entregasteis el amor, que os separasteis voluntariamente de Mí como Amor eterno y que por lo tanto voluntariamente tenéis que volver a convertiros en amor para volver a estar unidos Conmigo.... para adquirir la vida eterna, que sólo se puede ganar a través del amor.

El amor es la ley fundamental desde la eternidad. Sin amor sois criaturas estando fuera del orden divino, sin amor sois seres imperfectos sin luz y sin fuerza.... Sin amor sois seres encadenados que están en el poder del que carece de todo amor, que por lo tanto es Mi adversario. Pero debéis volver a Mí y ser felices para siempre.... y eso significa ante todo que os forméis nuevamente al amor, como lo eráis al principio.... Y es por eso que la enseñanza del amor, la Buena Nueva de la salvación, el Evangelio, debe ser llevado a la gente una y otra vez, y Yo Mismo lo llevo a la tierra....

Pero sólo hay unos pocos que lo aceptan conscientemente, a quienes puedo formar para que se conviertan en Mis verdaderos discípulos, a quienes puedo enviar de nuevo al mundo.... Y, sin embargo, es tan extremadamente necesario, y bendigo a todos los que se preparan para convertirse en un receptáculo de Mi Espíritu divino en el que ahora puedo dejar fluir Mi Palabra, para que ahora pueda tomar el camino hacia todos los hombres de buena voluntad. Porque ciertamente puedo dirigirme a muchos hombres que desean ser dirigidos, pero no impartir a todos el conocimiento espiritual que se pretende transmitir, que también puede ser transmitido a los demás seres humanos como “Buena Nueva de salvación”, así como fue dirigido por Mí Mismo a través de esos....

Porque sólo la verdad pura puede ser útil a los hombres, la verdad pura ha de ser transmitida, y esta solo puede salir de Mi Mismo y ser recibido de nuevo por Mi espíritu en el ser humano. Y por eso cada ser humano es bendecido que se pone a Mi disposición para esta actividad (obra).... que escucha atentamente lo que Yo tengo que decirle y que no deja en barbecho el bien espiritual, sino que lo reparte donde sólo un corazón receptivo se le acerca....

Porque todos vosotros, humanos, necesitáis Mi Palabra, y quiero hablaros a todos vosotros y para eso necesito un servidor dispuesto, que se tome en serio su tarea y trabaje diligentemente. Y ningún trabajo será hecho en vano porque innumerables almas anhelan Mi Palabra y la reciben tan pronto como Mi siervo cumple con su actividad.... tan pronto como trabaja por Mí y por Mi reino.... tan pronto como proclama Mi enseñanza del amor y avisa a los demás seres humanos que ningún ser humano puede ser feliz sin amor. Porque el tiempo está llegando a su fin y Mi Evangelio de amor aún está por proclamarse a muchas personas....

amén