• Back

Commandment to love one's neighbour.... self-love....

The commandment of neighbourly love should put a stop to self-love, for this is the death of the soul. A person is only allowed to love himself to a small degree, i.e. he should be careful with God's gift of grace insofar as he protects his life from wanton harm and does everything that preserves this life, because it is not given to him without purpose. However, as soon as he loves himself excessively he does not fulfil his actual purpose of earthly life, for self-love does not ennoble the human being but degrades him. But love for one's neighbour must inevitably reduce self-love, and that in the same measure as love is practiced for one's neighbour. And since the human being has the opportunity to practice neighbourly love in the most extensive way, he will soon be able to surpass self-love many times over, yet it always requires an overcoming to do good to the neighbour if love has not yet kindled into a bright flame in the human being's heart. And that is why God gave the commandment of neighbourly love, because the person who has love within himself does not need the commandment. But where self-love still predominates, man must be stimulated by the commandments to fight against the former, he must first be accustomed, so to speak, to pay less attention to himself for the sake of his fellow human beings. If he forces himself into active neighbourly love, even if initially without an inner drive, love will nevertheless soon ignite in him and he will then carry out the works of love out of an inner drive to help and please.... And then self-love diminishes and yet he does the greatest work of love in himself, for he saves his soul without selfish thoughts, for he practices love for the sake of love and goodness.... And thus love for God also grows in him, which is expressed in love for his neighbour.... For loving God with all your heart means keeping His commandments, and His commandments demand love.... love for everything God has created, but in an unselfish way, for selfish love only seeks self-interest and is therefore not divine love. And if the human being does not fight selfish love he will constantly go backwards in his development, for divine love will then remain alien to him, but this alone will bring him redemption. Ego love wants to possess everything, however, it only seeks earthly goods and thus hinders the development of the soul, for only the giver will also be allowed to receive. But anyone who loves himself more than his neighbour will not want to hand out anything and therefore will not be able to receive anything either. But since God measures according to the human being's will to give, he must first be urged to give through commandments, and as he now complies with the commandments he will also be considered by God. And thereby he is slowly educated to love activity, which can then also become more and more unselfish the more the human being fights self-love. And only then will he also recognize the blessing of neighbourly love, because it makes him all the more happy the more it is the instinct of his heart. And the more the human being awakens to life, whereas self-love causes him to fall prey to spiritual death.... Love must be practiced if the spirit is to come alive in the human being. And this is why God gave him the commandments, for the human being is constantly in danger of losing himself to the opposing force if love for himself prevails, whereas he comes ever closer to God the more he gives himself up, thus overcomes self-love, for love for his neighbour earns him God's undivided love which seizes him and unites with him and makes him the most blissful being on earth and one day in eternity....

Amen

Mandamiento de la caridad.... Amor propio....

El mandamiento de amar al prójimo pretende poner fin al amor propio, porque éste es la muerte del alma. Al ser humano sólo se le permite amarse a sí mismo en pequeña medida, es decir, debe tener cuidado con el don de la gracia de Dios en la medida en que proteja su vida de daños maliciosos y haga todo lo que preserve esta vida, porque no le es dada sin ningún propósito. Sin embargo, tan pronto como se ama a sí mismo excesivamente, no cumple su verdadero propósito de vida terrenal, porque el amor propio no ennoblece al humano, sino que lo hunde.

Pero el amor al prójimo debe reducir inevitablemente el amor prójimo. Y como el humano tiene la oportunidad de practicar el amor al prójimo de la manera más amplia, pronto podrá superar muchas veces el amor propio, pero para superarlo siempre es necesario hacer el bien al prójimo, si el amor en el corazón del humano aún no se ha encendido a una llama brillante. Y por eso Dios dio el mandamiento de amar al prójimo, porque el ser humano que tiene amor dentro de sí no necesita del mandamiento.

Pero allí donde todavía predomina el amor propio, los mandamientos deben animar a los humanos a luchar contra el amor propio; en cierto sentido, deben acostumbrarse a prestar menos atención a sí mismos por el bien de sus semejantes. Si se obliga a sí mismo a obrar en la caridad, aunque inicialmente sin ningún impulso interior, pronto se encenderá en él el amor, y entonces realizará las obras de amor por un impulso interior para ayudar y para alegrar.... y entonces el amor propio se disminuye y, sin embargo, hace la mayor obra de amor a sí mismo, porque salva su alma sin pensamientos egoístas, porque practica el amor por amor y por el bien.... Y así también crece en él su amor a Dios, que se expresa en el amor al prójimo....

Porque amar a Dios con todo el corazón significa guardar Sus mandamientos, y Sus mandamientos exigen amor.... Amor por todo lo que Dios ha creado, pero de manera desinteresada, porque el amor propio sólo busca el interés propio y por tanto no es amor divino. Y si el ser humano no lucha contra el amor propio, retrocederá constantemente en su desarrollo, porque entonces el amor divino le resultará ajeno, pero únicamente este le traerá la salvación. El amor propio quiere poseerlo todo, pero sólo busca los bienes terrenales y por tanto obstaculiza el desarrollo espiritual, porque sólo el que da pude recibir. Pero quien se ama a sí mismo más que a su prójimo no querrá repartir nada y por tanto no podrá recibir nada.

Pero como Dios mide según la voluntad del humano, primero se le debe animar a dar mediante mandamientos, y como ahora sigue los mandamientos, también será considerado por Dios. Y así se le educa poca a poco al amor, que puede volverse cada vez más desinteresado cuanto más lucha el humano contra el amor propio. Y sólo entonces reconoce la bendición de la caridad, porque cuanto más es el impulso de corazón, más le hace feliz. Y cuanto más despierte el ser humano a la vida, mientras el amor propio le hace sucumbir a la muerte espiritual....

Se debe practicar el amor para que el espíritu en el ser humano cobre vida. Y por eso Dios le dio los mandamientos, porque el ser humano está constantemente en peligro de perderse en manos de la fuerza contraria, cuando el amor prevalece a sí mismo, mientras que se acerca cada vez más a Dios, cuanto más se rinde a sí mismo, cuando supera al amor propio, porque el amor al prójimo le gana el amor indiviso de Dios, que lo abraza y se une con ello y lo convierte en el ser más bienaventurado en la Tierra y un día en la eternidad....

amén