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How Christ preached His teaching.... work of God - work of man....

Only that which corresponds to the word of God is divine will. The lord lived on earth, and this life was dedicated to spreading His word.... He taught people in the simplest possible way how they should lead their lives; He gave them guidelines and made everything understandable through examples.... He set Himself as an example, modelled life for them and promised eternal life to those who followed Him. Through His teaching, He wanted to educate people to think correctly and repeatedly sought to awaken love in them. His life was an uninterrupted labour of love, He sought to heal the body and the soul, He gave love from the bottom of His heart, and all His thoughts and actions were directed solely towards the salvation of erring souls. Thus He preached the word of God on earth, and the word of God is still the same today.... the expression of the divine will, as it was from eternity and will remain for eternity.... the admonition to love.... There is only one thing that has real meaning always and forever.... That is love. love on earth brings redemption from the form, love in the hereafter eternal glory. It is always love to which mankind is to be educated, and the divine word will always and constantly admonish people to love and warn them against unkindness. And thus the divine will will always be that which has love as a prerequisite.... Now people can no longer differentiate between human work and God's work, and they need only apply the standard of how far an action is determined by love and serves love.... whether it awakens love or gives love.... whether the omission of an action somehow has a damaging effect on a fellow human being, thus would then be an act of unkindness, or whether it does not result in any significant disadvantage. And so commandments that prescribe such actions would be superfluous, i.e. not in accordance with divine will, because they distract attention from what is really important and what God Himself demands of people in His commandments....

Amen

Cómo Jesús predicó Su amor.... Obra de Dios.... Obra humana....

Solo eso es voluntad divina que corresponde a la Palabra de Dios. El señor vivió en la tierra, y esta vida fue para la distribución de Su Palabra.... Él enseño a los hombres de la forma más simple como han de llevar su estilo de vida; les dio pautas e hizo todo comprensible a través de ejemplos....

Él mismo se puso como ejemplo, y ha vivido la vida ejemplificada para ellos y prometió la vida eterna a quienes Le siguieron. A través de Su enseñanza, quiso educar a los hombres para que pensaran correctamente e intentó una y otra vez despertar el amor en ellos. Su vida fue una obra de amor ininterrumpida. Busco sanar cuerpo y alma, dio amor desde el fondo de Su corazón, y todos Sus pensamientos y acciones solo tenían como objetivo salvar almas descarriadas.

Entonces Él predicó la Palabra de Dios en la tierra y la Palabra de Dios sigue siendo la misma hoy en día.... la expresión de la voluntad divina, como la fue desde la eternidad y permanecerá para siempre.... la admonición de amar.... Solo hay una cosa que tiene un significado real eternamente y para siempre.... eso es el amor. El amor en la tierra contribuye a la redención de la forma, el amor en el más allá a la gloria eterna. Siempre es el amor a lo que se debe educar a la humanidad, y la Palabra divina siempre y constantemente amonestará a los hombres a amar y advertir contra el desamor. Y por tanto la voluntad divina será siempre lo que tiene el amor como condición previa.

Ahora los hombres ya no pueden distinguir la obra del hombre de la obra de Dios, y solo necesitan aplicar el estándar de hasta qué punto una acción está determinada por el amor y sirve al amor.... si despierta amor o da amor.... o si la omisión de una acción es de alguna manera perjudicial para el semejante, es decir, sería un acto de desamor o si no tiene una desventaja significante como consecuencia.

Entonces, los mandamientos que prescriben tales acciones serían superfluos, es decir, que no corresponden a la voluntad de Dios, porque desvían la atención de lo que es realmente importante y de lo que Dios Mismo exige de los hombres en Sus mandamientos....

Amén