Es hält sich nicht die Wahrheit lange so rein, wie sie von Mir ausgegangen ist, darum habe Ich euch schon zu Meinen Lebzeiten die Worte gesagt: "Ich will euch einführen in die Wahrheit...." Denn Ich wußte es, daß auch Mein Wort, das Ich Selbst euch brachte, nicht rein erhalten bliebe.... Und das wird immer der Fall sein, sowie sich menschliche Unzulänglichkeit damit befaßt, sowie das reine Wort in den Bereich unvollkommener Menschen gelangt und diese rein verstandesmäßig dazu Stellung nehmen. Immer wieder habe Ich darum Mein reines Wort von oben zur Erde geleitet, aber auch immer wieder ist dieses Wort verunstaltet worden, und ihr Menschen habt keine Garantie dafür, daß das Buch der Bücher geschützt ist vor Veränderung, denn Ich taste nicht den freien Willen der Menschen an und kann immer nur dann einen Verkünder Meines Wortes schützen, wenn er sich in Meine Obhut begibt und Mich um Schutz vor Irrtum angeht. Ihr Menschen seid aber nicht gefährdet durch irriges Denken, wenn ihr im Geist und in der Wahrheit bittet, daß Ich euren Geist erhellen möge, dann werdet ihr auch erkennen, wo sich Irrtum eingeschlichen hat.... Doch es ist irrig, zu behaupten, daß Ich Selbst Mein reines Wort vor Verunreinigung schütze, weil dann der freie Wille der Menschen zweifelhaft wäre, die nun wieder aus Meinem Geistesgut machen können was sie wollen. Und so müsset ihr auch bei dem Buche der Bücher bedenken, daß im Laufe der Zeit sich Veränderungen ergeben haben und daß Ich das nicht ändern konnte.... ebendes freien Willens der Menschen wegen.... Und dann ergab sich auch stets wieder die Notwendigkeit einer neuen Offenbarung, die den bestehenden Irrtum klären mußte. So brauchet ihr Menschen nur zu wollen, in der Wahrheit zu stehen, doch ihr dürfet nicht euch in Sicherheit wiegen, die Wahrheit zu haben, weil ihr sie aus dem Buche der Bücher schöpfen könnet.... ansonsten Ich euch nicht die Worte klar und deutlich hätte zu geben brauchen "Ich will euch einführen in die Wahrheit...." Ihr müsset dann aber auch bedenken, daß Meines Geistes Wirken immer nur geistigen Inhalts ist.... daß es Mir um das Heil der Seele geht, die Ich durch Meine Ansprache gewinnen will für Mich.... daß jede Äußerung, die Ich getan habe, lediglich also eure geistige Vollendung bezwecken soll. Und diese geistigen Hinweise sind oft mit menschlichen Zusätzen verquickt worden, die sich dann als falsch erwiesen haben und zu Zweifeln Anlaß gaben.... wie auch Meine göttlichen Liebeworte oft verbunden wurden mit menschlichem Zusatzwerk, daß aber die Menschen sich an letzteres halten und nicht abgehen wollen von diesem Menschenwerk. Und so sind auch Begriffe, die für die Menschen damals galten, hineingezogen worden in Mein "göttliches" Wort, wie z.B., "daß Frauen nicht lehren sollen".... Es ist dies keineswegs Mein Gebot, sondern es wurde der damaligen Zeit Rechnung getragen, hatte aber keinerlei Berechtigung, als "göttliches Wort" zu gelten, wie es schon aus Meinen Worten ersichtlich ist, "daß Ich Meinen Geist ausgießen werde über alles Fleisch, Knechte und Mägde werden weissagen...." Was Ich also zu berichtigen für nötig hielt, das ist immer wieder durch Neuoffenbarungen getan worden.... die aber auch nicht sich in ihrer Reinheit erhielten, sondern auch wieder bereinigt werden mußten.... Aber die Verheißungen habe Ich euch gegeben, euch in die Wahrheit einzuführen, und darum könnet ihr auch dessen gewiß sein, daß jeder, der nach der Wahrheit verlangt, diese auch erhalten wird.... Denn Ich lasse keinen Menschen im Irrtum dahingehen, der nicht dem Gegner verfallen will.... der von ganzem Herzen die reine Wahrheit begehret.... Doch anders als durch Neuoffenbarung ist es Mir nicht möglich, weil um der Willensfreiheit der Menschen wegen Ich nicht die Menschen hindern kann, das ursprünglich von Mir ausgestrahlte Wort zu verbilden, und daß dieses geschehen ist, ist in dem niedrigen Geisteszustand der Menschen begründet, der dem Einwirken des Gegners keinen Widerstand entgegensetzt.... Aber Ich werde immer dafür Sorge tragen, daß dennoch das Licht der Wahrheit euch erstrahle, die ihr die Wahrheit begehret....
Amen
ÜbersetzerLa Verdad no se mantiene mucho tiempo tan pura como ha partido de Mí, por eso os dije ya en los tiempos de Mi Vida en la tierra: "Yo quiero introduciros en la Verdad ...". Pues Yo lo sabía, que tampoco Mi Palabra que Yo Mismo os traje, no se conservaría pura. Y eso será siempre el caso, tan pronto como el hombre en su insuficiencia y deficiencia se ocupe de ella, tan pronto como la pura Palabra llegue en el ámbito de seres imperfectos y tomen estos una actitud meramente intelectual o parecer para ésta. Cada vez de nuevo, he dirigido por eso Mi pura Palabra de lo alto a la tierra, pero cada vez de nuevo sido esta Palabra desfigurada, y vosotros hombres no tenéis garantía alguna, para que el Libro de los libros este protegido de modificación, pues Yo no toco la voluntad libre humana, y sólo puedo proteger siempre a un ancunciador de Mi Palabra, si se entrega en Mi Protección y me ruega que lo guarde del error.
Mas vosotros hombres no os exponéis a un peligro a causa de pensamientos erróneos, si pedís en el espíritu y en la Verdad de que Yo quiera iluminar vuestro espíritu, entonces reconoceréis también donde se ha deslizado el error. Pero es erróneo pretender que Yo Mismo protejo Mi pura Palabra de la suciedad, porque entonces sería sospechoso e incierto lo de la libre voluntad, la cual puede hacer de Mis bienes espirituales lo que quiera.
Y así también tenéis que tener eso en cuenta con el Libro de los libros, de que han resultado alteraciones en el transcurso del tiempo y de que Yo no podía cambiarlo, precisamente por la voluntad libre del hombre. Y entonces resultaba también siempre de nuevo la necesidad de una Revelación nueva, la cual tenía que aclarar el error existente.
De eso modo, sólo necesitáis, vosotros hombres, querer estar en la Verdad, sin embargo, no debéis de arrullaros en la seguridad de tener la Verdad, porque la podéis sacar del Libro de los libros, de lo contrario no hubiese Yo necesitado daros claramente y comprensibles las Palabras: "Yo quiero introduciros en la Verdad ...". Tenéis que premeditar además también, que el obrar de Mi Espíritu, tiene como contenido siempre sólo lo espiritual, de que a Mí me importa la salvación del alma, la que Yo quiero ganarme para Mí mediante Mi Plática, de que toda alteración que he hecho, tiene como finalidad, sencillamente vuestro perfeccionamiento espiritual.
Y estas indicaciones ha sido frecuentemente entremezcladas con suplementos o añadiduras humanas, que se han demostrado luego como falsas, dando motivo a dudas. Como también Mis Palabras de Amor divino, fueron a veces unídas con obras suplementaras del hombre, a las que los hombres se atienen a las últimas y no quieren despegarse de esa obra del hombre.
Y del mismo modo también son nociones o ideas que eran válidos para los hombres de aquel tiempo, las cuales han sido introducidas en Mi Palabra divina, como por ejemplo: Que las mujeres no debene enseñar ..." Lo que no es de ningún modo Mi Mandamiento, sino que se tuvo en cuentra aquel tiempo, mas no tenía ninguna clase de derecho a ser válido como: "Palabra de Dios", como ya se puede ver claramente en Joel: "Sobre los siervos y siervas derramaré Mi Espíritu...". Lo que Yo he tenido por necesario rectificar, ha sido siempre hecho a través de nuevas Revelaciones, las cuales tampoco se mantuvíeron en su pureza, sino tuvieron que ser depuradas. Pero la promesa Yo os la dí, de introduciros en la Verdad, y por eso podéis estar seguros de esto, de que cada uno que pida y anhele la Verdad, ese la recibirá también. Pues Yo no dejo a ningún hombre ir en el error, si no quiere caer en el adversario, que anhela la Verdad de todo corazón.
Pero de otra manera, más que mediante la nueva Revelación no me es posible, porque a causa del libre albedrío del hombre, Yo no puedo impedir a los hombres que desfiguren la Palabra original emitida por Mí y que esto ha sucedido, está motivado por el estado de ánimo tan sumamente bajo de los hombres, los que no oponen ninguna resistencia al actuar e influir del enemigo. Pero para eso tendré siempre cuidado, de que sin embargo, os ilumine la Luz de la Verdad, a vosotros que la ansiáis.
Amén
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