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Entgegennahme des göttlichen Wortes Akt größter Willensstärke....

Es sind nur wenige Menschen im Besitz des direkten Wortes, weil nur wenige so willensstark sind, daß sie bewußt nach innen horchen und also auch den Glauben haben an das Wirken Gottes im Menschen durch Seinen Geist. Dieser Glaube ist Vorbedingung, er ist aber auch lebendig geworden durch Ausüben der Nächstenliebe, und der Mensch ist durch letzteres zu einem Aufnahmegefäß des göttlichen Geistes geworden. Er muß aber unbedingt auch den Willen aufbringen, den Unterweisungen durch den göttlichen Geist zu lauschen. Und dies erfordert Liebe und Überwindung.... Liebe zu Gott und Überwindung aller Schwächen und Fehler. Der Mensch muß ständig an sich arbeiten und den Willen haben, Gott nahezukommen.... Er muß also das geistige Streben über das Irdische setzen, und also muß er auch die geistige Arbeit mit einer Gewissenhaftigkeit ausführen, und dazu gehört zuerst die Arbeit des Empfangens, die einen überaus starken Willen voraussetzt, denn es ist die tägliche Entgegennahme des göttlichen Wortes ein Akt größter Willensstärke, weil dieser immer wieder von neuem tätig werden muß, denn nur dann kann dem Menschen die göttliche Geistesgabe dargeboten werden. Obwohl der Mensch nur das Werkzeug Gottes ist, dessen Er Sich bedient, um in natürlicher Weise zu den Menschen sprechen zu können, ist doch der freie Wille des Menschen ausschlaggebend, und er ist also nicht gezwungen oder in krankhaftem Zustand ohne seinen Willen zu schreiben veranlaßt, sondern er kann völlig frei handeln und braucht keineswegs sein Ohr und Herz zu öffnen. Dann aber ist auch die Entgegennahme von göttlichem Geistesgut unmöglich. Und darum finden sich nur wenige Menschen, die sich völlig freiwillig erbieten und die nun täglich beharrlich nach innen horchen.... die also wollen und ihren Willen auch zur Tat werden lassen, indem sie sich abschließen von der Welt, die innige Verbindung mit Gott herstellen, Ihn bitten und auf die Erfüllung ihrer Bitte harren. Es erfordert dies Zeit und Aufgeben dessen, was der Körper für sich verlangt. Wer seinen Körper zu sehr liebt, d.h. im irdischen Wohlleben nur den Zweck des Erdenlebens sucht, der ist völlig unfähig, diesen Willen aufzubringen, denn der Körper wird immer wieder diesen zu schwächen versuchen, und es wird der Mensch zuletzt dem Verlangen des Körpers entsprechen, er wird nachlässig und träge werden, er wird auch nur schwachen Glauben haben an die Liebe und Güte Gottes und Ihn nicht um Seine Gnadengabe bitten, und dann kann sie ihm auch nicht zugehen.... Und es sind nur wenige Menschen bereit, Gott ihren Willen hinzugeben und sich völlig lenken zu lassen von Ihm. Diese wenigen aber sind rechte Arbeiter im Weinberg des Herrn, sie haben sich bewiesen als treue Anhänger Gottes, und deshalb empfangen sie auch ständig Kraft, um ihren Willen stark werden zu lassen, Sie sind immer wieder von neuem bereit, nach innen zu horchen. Und das Ergebnis ist göttliches Geistesgut, das unvorstellbar segensreich sich auswirken kann, so auch der Mitmensch wieder den Willen aufbringt, sich von jenem belehren zu lassen. Der Wille muß immer von neuem tätig werden, weil Gott keinen Menschen zwingt, sich Seinem Reich und somit auch Seiner Gnade zuzuwenden.... Wer aber diesen Willen aufbringt, den segnet Gott, und er wird größte Erfolge verzeichnen können, sowohl für seine eigene Seele als auch für die des Mitmenschen.... Und er wird ein erfolgreicher Arbeiter sein im Weinberg des Herrn, und ihm steht Kraft und Gnade in reichstem Maße zur Verfügung....

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

Recepción de la Palabra divina acto de mayor fuerza de voluntad....

Sólo hay unos pocos humanos que está en la posesión de la Palabra directa, porque sólo unos pocos tienen la voluntad tan fuerte que escuchan conscientemente en su interior y, por lo tanto, también tienen fe en la obra de Dios en los humanos a través de Su Espíritu. Esta fe es un requisito previo, pero también cobra vida mediante el ejercicio del amor al prójimo, y por éste el humano se convirtió en un receptáculo del Espíritu divino. Pero también debe tener la voluntad de escuchar las instrucciones del Espíritu divino. Y esto requiere amor y superación.... amor a Dios y superación de todas las debilidades y errores.

El humano debe trabajar constantemente en sí mismo y tener la voluntad de acercarse a Dios.... Por lo tanto, debe anteponer el esfuerzo espiritual por encima de las cosas terrenales y, por lo tanto, también debe realizar el trabajo espiritual a conciencia, y esto incluye ante todo el trabajo de recibir, lo que presupone una voluntad extremadamente fuerte, porque la aceptación diaria de la Palabra divina es un acto de la mayor fuerza de voluntad, parque ésta debe ser activada una y otra vez, porque sólo así podrá ofrecerse al ser humano el don espiritual divino.

Aunque el ser humano es sólo el instrumento de Dios, que Él utiliza para poder hablar a los humanos de forma natural, el libre albedrío del ser humano es decisivo y por tanto no está obligado o en estado patológico a escribir sin su voluntad, sino que puede actuar con total libertad y no necesita abrir los oídos ni el corazón. Pero entonces la aceptación de los bienes espirituales también es imposible. Y por eso son pocos los humanos que se ofrecen de forma completamente voluntario y que ahora escuchan interiormente cada día.... que quieren y convierten su voluntad en acción, y cerrándose al mundo crean la conexión íntima con Dios, pidiéndole y esperar el cumplimiento de su solicitud.

Esto requiere tiempo y renunciar a lo que el cuerpo demanda para sí mismo. Quien ama demasiado su cuerpo, es decir, quien sólo busca el fin de la vida terrenal en el bienestar terrenal, es completamente incapaz de reunir esta voluntad, porque el cuerpo siempre intentará debilitarla, y al final el humano corresponde al deseo del cuerpo, se volverá descuidado y letárgico, tendrá sólo una fe débil en el amor y la bondad de Dios y no Le pedirá Su don de gracia, y entonces tampoco podrá llegar a Él....

Y sólo unos pocos humanos están dispuestos a entregar su voluntad a Dios y se dejan dirigir completamente por Él. Pero estos pocos son verdaderos obreros en la viña del Señor, han mostrado ser fieles seguidores de Dios, y por eso reciben constantemente fuerza para fortalecer su voluntad. Siempre están dispuestos a escuchar en su interior. Y el resultado es un conocimiento espiritual divino, que puede tener efectos inimaginablemente beneficiosos si los demás seres humanos también tienen la voluntad de dejarse enseñar por él.

La voluntad siempre debe volverse activa una y otra vez, porque Dios no obliga a nadie a dirigirse hacia Su reino y, por tanto, también hacia Su gracia.... Pero quienquiera que reúna esta voluntad, Dios lo bendecirá y podrá lograr grandes éxitos, tanto para su propia alma como para la de sus semejantes.... Y será un obrero exitoso en la viña del Señor, y la medida más grande de fuerza y gracia estará a su disposición....

amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Hans-Dieter Heise