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Verbindung vom Jenseits zur Erde.... Vermitteln in Liebe....

Der reingeistige Gedankenaustausch zwischen dem Menschen und den jenseitigen belehrenden Wesen bringt Ergebnisse zuwege, die ungemein aufschlußreich sind und dem Menschen ein Wissen vermitteln, das ihm irdisch niemals vermittelt werden kann. Und darum ist es weit vorteilhafter, mit diesen belehrenden Wesen in Fühlung zu treten, als sich irdisch-Lehrenden anzuvertrauen, denn letztere brauchen nicht unbedingt in der Wahrheit zu stehen und werden doch ihr Wissen als Wahrheit betrachtet haben wollen, während die jenseitigen Wesen reinste Wahrheit zur Erde leiten, sowie der Mensch solche begehrt. Selbst geistige Wahrheit muß in Liebe dargeboten werden, wenn sie vom Herzen entgegengenommen werden soll.... nicht immer aber ist Liebe zum Mitmenschen der Anlaß, daß der Belehrende sein Wissen ihm zu vermitteln sucht. Die jenseitigen Wesen aber sind so erfüllt von Liebe zu den Menschen, daß sie ihnen die Wahrheit darbieten möchten und nur empfangswillige Menschen suchen, die diese Wahrheit entgegennehmen, um sie auf Erden zu verbreiten. Wo also Liebe zum Mitmenschen tätig ist, dort schützet Gott sowohl den Gebenden als auch den Empfangenden vor Irrtum, denn dann gibt Gott dem Menschen die Erkenntnis dessen, was Wahrheit ist, wenngleich der Belehrende sein Wissen durch weltliches Studium erworben hat. Denn ist der Mensch liebefähig, dann öffnet er unbewußt sein Herz dem Einfluß der geistigen Welt, und diese leitet seine Gedanken recht. Es ist die Liebe immer eine gewisse Sicherheit für rechtes Denken. Die geistige Verbundenheit mit dem Jenseits ist aber dennoch dem irdischen Studium vorzuziehen, denn es wird der Mensch von jenen Wesen über alles unterrichtet, da ihnen nichts fremd ist, sondern ihr Wissen erstreckt sich auf alle Gebiete, und folglich können sie das umfangreiche Wissen auch den Menschen auf Erden vermitteln. Sie benötigen nur die Aufmerksamkeit der Menschen, und davon hängt es ab, welche Weisheiten ihnen unterbreitet werden. Gebebereit sind die jenseitigen Wesen stets, doch die Fähigkeit, die Wahrheit in Empfang zu nehmen, ist nicht immer die gleiche. Die geistigen Gaben dürfen aber nur dort geboten werden, wo der Mensch den ernsten Willen hat, solche zu empfangen. Und es wird der Wille des Menschen immer mehr der Wahrheit zugewandt sein, je weiter er in das Wissen eingedrungen ist.... d.h., läßt sich der Mensch einmal unterweisen von den jenseitigen Wesen, so steigert sich auch sein Verlangen nach immer tieferen göttlichen Weisheiten, und dann steigert sich auch die Fähigkeit, das ihm Dargebotene als Wahrheit zu erkennen und es direkt entgegenzunehmen. Diese Fähigkeit ist eine große Gnade, die Gott dem Menschen schenkt, der an Ihn glaubt und Sein Wirken anerkennt. Denn es müssen die jenseitigen Kräfte erst anerkannt werden, bevor sie sich äußern können, d.h., der Glaube an das Wirken jenseitiger Kräfte läßt die Liebe dieser Kräfte tätig werden, und sie sind bereit, dem Erdenkind erschöpfend Aufschluß zu geben über alle Fragen, die der Mensch ihnen nun gedanklich stellt. Wissend werden kann also ein jeder Mensch, doch solange ihm der Glaube mangelt, daß Gott Sich jener Kräfte bedient, um den Menschen einzuweihen in Sein Walten und Wirken, kann solches auch nicht offenbar werden....

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

Conexión del más allá a la Tierra.... Mediar en el amor....

El intercambio de ideas puramente espiritual entre los humanos y los seres docentes del más allá produce resultados que son extremadamente informativos y brindan al humano un conocimiento que nunca podrá transmitirse terrenalmente a él. Y por eso es mucho más ventajoso entrar en contacto con estos seres docentes que confiar en los maestros terrenales, porque estos últimos no necesariamente tienen que estar en la verdad y aún querrán que su conocimiento sea visto como verdad, mientras que los seres del más allá transmiten la más pura verdad a la Tierra, tan pronto como el ser humano lo desea.

Incluso la verdad espiritual tiene que ser presentada con amor para que sea aceptada por el corazón.... pero el amor por los demás seres humanos es la razón por la que el maestro intenta impartirles su conocimiento. Pero los seres del más allá están llenos de amor por los humanos a quienes quiere ofrecerles la verdad y sólo buscan humanos que estén dispuestos a recibir esta verdad para difundirla en la Tierra. Entonces, donde el amor por los seres humanos está activo, Dios protege del error tanto al que da como al que recibe, porque entonces Dios le da al ser humano el conocimiento de lo que es la verdad, aunque el ser humano que enseña haya adquirido su conocimiento a través del estudio mundano.

Porque si un ser humano es capaz de amar, inconscientemente abre su corazón a la influencia del mundo espiritual, y este guía sus pensamientos correctamente. El amor siempre es una cierta seguridad para pensar correctamente. Sin embargo, la conexión espiritual con el más allá sigue siendo preferible al estudio terrenal, porque estos seres informan al humano de todo, ya que nada les es ajeno, sino que sus conocimientos se extienden a todos los ámbitos y, por lo tanto, también pueden transmitir los amplios conocimientos a los humanos en la Tierra. Sólo necesitan la atención de los humanos, y de ella depende, qué sabidurías se les puede transmitir.

Los seres del más allá siempre están dispuestos a dar, pero la capacidad de recibir la verdad no siempre es la misma. Sin embargo, los dones espirituales sólo pueden ofrecerse cuando el ser humano tiene la voluntad seria de recibirlos. Y la voluntad del ser humano se orientará cada vez más hacia la verdad cuanto más haya penetrado en el conocimiento.... es decir, si el ser humano se deja instruir por los seres del más allá, así también aumenta su deseo por sabidurías divinas cada vez más profundas, y entonces también aumentará la capacidad de reconocer de lo que se le presenta como verdad y de aceptarlo directamente.

Esta capacidad es una gran gracia que Dios da a los seres humanos que creen en Él y reconocen Su obra. Porque las fuerzas del más allá primero tienen que ser reconocidas antes de que puedan expresarse, es decir, la fe en la obra de los seres del más allá permite que el amor de estas fuerzas se active, y están listas para darle al niño terrenal información exhaustiva acerca de todas las cuestiones que el ser humano les plantea mentalmente. Así que cada humano puede llegar a ser conocedor, pero mientras carezca de fe de que Dios usa estas fuerzas para iniciar al ser humano en Su gobierno y obra, esto no puede llegar a ser evidente....

amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Hans-Dieter Heise