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Cristo, l’Intercessore – Il Perdono dei peccati Affermare l’Opera di Redenzione

Confessate la vostra colpa al Padre celeste, affinché Egli ve ne liberi. Non c’è nessuna legge che potesse mettere in dubbio l’Amore di Dio, non esiste nulla che fosse inadempibile da parte dell’uomo di ciò che Dio pretende da lui. Se quindi vi preme la colpa e vorreste esserne liberati, tutta la vostra volontà deve soltanto rivolgersi al Padre e vi raccomandate a Lui ed alla Sua Grazia. Egli vi toglierà ogni colpa, se è il vostro intimo desiderio di esserne liberati. Perché avete un portentoso Intercessore presso Dio, Gesù Cristo, il Quale, per Amore per voi, ha preso su di Sé la vostra colpa di peccato ed è morto per voi. Dovete soltanto pregare per questo suo Amore e la Sua Intercessione, vi mettete quindi coscientemente nella cerchia di coloro per i quali il Salvatore E’ morto, ed avrete parte delle Grazie dell’Opera di Redenzione. Sarete liberi da ogni colpa per via di Gesù. Deve soltanto essere diventata attiva la vostra volontà.

Dovete sentire il peccato stesso come peso, dal quale desiderate essere liberati, dovete aborrirlo, ed il desiderio per la liberazione dev’essere così veemente in voi, che vi avvalete appunto dell’Amore e della Grazia divini del Salvatore e vi lasciate liberare da ogni colpa. Questa volontà è un’affermazione, un riconoscere l’Opera di Redenzione, allora avete fede in Gesù Cristo, il Salvatore del mondo, vi rivolgete a Lui e vi distogliete dall’autore del peccato. Con ciò riconoscete l’ingiustizia che avete commessa. E sentirvi colpevoli vi fa diventare umili, vi fa pregare per aver Misericordia. Stabilite il collegamento con il Padre celeste nella conoscenza, che avete peccato contro Lui, che avete disattesi i suoi Comandamenti e quindi non li avete osservati. Lo percepite come ingiustizia, non siete più arroganti oppure coscienti del vostro valore, ma umilmente pregate il Padre per la Sua Grazia e Misericordia. Egli ode la vostra preghiera per via del Figlio Suo. Accetta il Sacrificio d’Espiazione che Gli ha portato Gesù attraverso la Sua morte sulla Croce per voi ed il vostro peccato. E così vi ha redenti da tutti i peccati.

Amen

Cristo, el defensor.... perdón del pecado.... afirmación de la obra de redención....

Debéis reconocer vuestra culpa frente al padre celeste para que Él pueda liberaros de la cual. No existe una ley que pondría en duda el amor de Dios.... no hay nada que no se pueda cumplir por parte del hombre de lo que pide Dios de él. Y cuánto os apriete la culpa y queréis ser librados de ella, solo necesitáis girar toda vuestra voluntad hacia el padre y os someteis bajo Su gracia. Y os va a quitar toda la culpa si es vuestro deseo intenso de ser liberados. Porque tenéis un defensor enorme ante Dios, Jesucristo, Él aceptó vuestra culpa del pecado por amor hacia vosotros y murió por esto. Sólo tenéis que pedir por aquel amor y Su defensa, ponerse con conciencia en el círculo de aquellos por los cuales el Salvador ha muerto, y vais a participar de la gracia de la obra de redención.... Vais a ser liberados de toda culpa por Jesús. Solo que vuestra voluntad se tiene que haber puesto en marcha.... Tenéis que sentir la culpa como una carga de la cual quereis ser liberados, tenéis que aborrecerla y el deseo por la liberación debe ser tan fuerte en vosotros que tomáis ventaja del amor y la gracia divina del Salvador y os dejáis salvar de toda la culpa. Esta voluntad es una afirmación, un reconocimiento de la obra de redención.... ahora estáis metidos en la creencia en Jesucristo, el Salvador del mundo.... os estáis acercando a Él y os alejais del auténtico culpable del pecado.... Estáis reconociendo con esto la injusticia de lo que hicisteis. Y el sentido de la culpa os convierte en devotos, os permite pedir misericordia.... Estáis estableciendo la conexión con el padre celeste, que habéis pecado contra Él, que no habéis prestado atención a Sus mandamientos y tampoco los habéis cumplidos.... Lo sentís como injusticia, ya no sois arrogantes ni conscientes de vuestro valor, sino pidiendo al padre devotamente por Su gracia y misericordia. Y Él escucha a vuestros rezos por el bien de Su hijo.... Él acepta el sacrificio de la expiación que regaló Jesús a Él a través de Su muerte en la cruz la cual fue dado por vosotros.... Entonces Él os ha salvado de todos los pecados....

amén