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“Y la palabra se convirtió en carne....”

“ Y la palabra se convirtió en carne y ha vivido entre nosotros....” Yo Mismo, la palabra eterna, bajó a la tierra y se convirtió en carne.... Fue un acto de grandísimo amor y compasión a que me sentía empujado a anudar la unión con los hombres que se habían alejado infinitamente y que ya no fueron capaces de escuchar a Mi voz, que ya no podían escuchar a Mi palabra y que ya no tenían ningún enlace con con la palabra eterna.... Ellos mismos fueron culpables de ese alejamiento de Mí y por fuerza propia no hubieran sido capaces jamás de levantar a ese alejamiento, nunca jamás hubieran podido escuchar a Mi palabra como fue al principio, cuando me fue posible de intercambiarse con todos Mis criaturas llamadas a la vida a través de Mi palabra.... Por eso mi amor mismo ha superado esa distancia.... Yo mismo vine al mundo y me convertí en carne e intentaba conectarme con Mis criaturas para poder hablar con ellas y montarles un puente que da camino a Mi reino de la luz y de la bendición.... Yo mismo soy la palabra de la eternidad, pero obviamente no hubiera podido hablar a nadie desde lo alto, para no meterles en un estado de forzamiento, que fueron anteriormente seres libres que tuvieron la salida en Mí. Deberían tomar el camino por el puente con toda voluntad libre y solo lo podía conseguir por Mi discurso, pero que no debía sonar extremadamente, sino como una palabra pronunciada entre hombres. Y por eso me convertí en carne.... Vivía en la forma exterior de Jesus y hablaba a través de él con los hombres.... Pero fue Mi palabra que sonaba y podía enseñar con esa palabra a los hombres el camino, podía enseñarles y hacerles ver a Mi voluntad, podía proclamarles el evangelio, la doctrina divina del amor que debería haber devuelto a las almas el estado que cada hombre mismo hubiera escuchado a Mi palabra por dentro, si eso fuese su voluntad seria.... Pero primero los hombres debían haber redimido del pecado y la muerte, antes debían eliminar el pecado del origen por la caída de Mí para poder coronar la unión conmigo con la “efusión de Mi espíritu”.... “Y la palabra se había convertido en carne y ha vivido entre nosotros....” Pero muy poca gente entiende esa palabra; la palabra misma eterna bajó a la tierra, porque la humanidad ha estado en penuria grande, no sabían de su estado penoso, de su desamor, de la oscuridad espiritual en que se movían.... Estuvo totalmente aparte mío y no hizo nada para reducir esa distancia. Y solamente se podía ayudar a los hombres a través de la enseñanza que respetaba la verdad.... Debían saber de la voluntad de su Dios y creador y esa voluntad debía haberles proclamado por Mi....

Yo mismo tenía que hablar con ellos y solo podía hacerlo a través de un hombre.... Entonces me encarné a Mi misma en este hombre, y así fue posible de enseñar toda la verdad a los hombres, hacerles ver su manera equivocada de vivir, revelarles a Mi voluntad y darles un ejemplo de vivir como deberían llevarla para salir otra vez de la oscuridad espiritual, para tomar el camino que enseñaba a los hombres para que pudiesen llegar a la vida eterna. Porque fueron influidos por Mi contraparte que les animaba continuamente a llevar una vida con desamor (3 de abril 1962), en la que se quedaron sin fuerza y no podían ganar nada para su subida. Yo mismo selo mostraba que el amor se efectuaba como fuerza. He curado a los enfermos y realizado otros milagros que solamente la fuerza del amor puede ejercer.... Yo les he dado explicación sobre su vida con desamor.... Primeramente tuve que explicar a los hombres, porque se mantenían en una penuria corporal y espiritual.... Tuve que darles conocimiento sobre el estado no bendito del hombre y que pudiesen hacer para llegar a la bendición.... Y todo esto tenían que escuchar de la boca de Dios.... A Mi palabra tenían que escuchar, y entonces la palabra misma se bajaba a la tierra y se convertía en carne.... En el estado de origen la palabra resonaba en cada ser y causaba una felicidad interminable.... Y a esa felicidad los seres dejaban atrás, porque se alejaban voluntariamente de Mi y de hecho ya no podían escuchar a Mi palabra, porque esa palabra fue una inundación de amor directa Mia la cual los seres rechazaban ahora. El gran sufrimiento de los hombres en tierra activaba a Mi amor y caridad de acercarme Yo Mismo a ellos y enfrentarme a ellos en la palabra a pesar de su rechazo.... Y aquel que se enciende solo una chispa de amor dentro de sí mismo, me reconocía y adaptaba a Mi palabra.... Reconoció igualmente la deidad en Mí y me seguía.... Por lo menos se veía solamente el hombre en Mí y valoraba también a Mi palabra solamente como una de un hombre.... Estaba en medio de ellos y no me reconocían.... A pesar de eso podía proclamar el evangelio del amor, podía presentarles una y otra vez la doctrina de amor a los hombres y podía formar a Mis discípulos y hacerles salir al mundo con Mi mandato de proclamar el evangelio Mío y dar testimonio de Mí.... Fue la “palabra misma” que vino al mundo, se había convertido en carne para la bendición de la humanidad.... Y cada vez cuando suena Mi palabra, Mi amor y caridad eterno se baja a la humanidad a inundar con amor a los corazones humanos que voluntariamente acojan a Mi palabra, que la escuchan y la reconocen como palabra de su padre y me dan las gracias por la gran donación de gracia.... Porque Yo Mismo soy la palabra de la eternidad y quien me escucha, se une conmigo mismo estrechamente, y llegará a su último reto en tierra, encontrará la unión definitiva conmigo, su Dios y padre al que finalmente ha vuelto y será bendito eternamente....

Amén

Traductor
Traducido por: Ion Chincea

“E la Parola si è fatta carne....”

“E la Parola si è fatta carne ed ha abitato in mezzo a noi”. Io Stesso, l’Eterna Parola, scesi sulla Terra e assunsi la carne. Era un Atto di ultragrande Amore e Misericordia, che Mi Sono sentito mosso a comunicare con gli uomini, che si erano allontanati infinitamente da Me, che non erano più in grado di percepire la Mia Voce, che non riuscivano più a sentire in sa la Mia Parola, che non avevano più alcun collegamento con la Parola dall’Eternità. Loro stessi si erano incolpati di questo grande allontanamento da Me e a loro non sarebbe mai più stato possibile con le proprie forze di annullare questo grande allontanamento da Me, mai più sarebbe stato loro possibile sentire la Mia Parola com’era in Principio, quando potevo comunicare attraverso la Parola con tutte le Mie creature da Me chiamate in Vita. Per questo il Mio Amore Stesso ha fatto un ponte su questa grande distanza. Io Stesso Sono venuto sulla Terra e assunsi la carne ed ora ho cercato di metterMi in contatto con le Mie creature, per parlare di nuovo con loro e di edificare a loro un ponte che conduce da Me nel Regno di Luce e Beatitudine.

Io Stesso Sono la Parola dall’Eternità, ma non avrei potuto parlare dall’Alto con evidenza a nessuno degli uomini, per non metterli nello stato di costrizione, loro che sono usciti da Me come creature libere. Loro dovevano camminare sul ponte verso di Me in tutta la libera volontà e potevo ottenere questo solamente attraverso la Mia Voce, che però non doveva suonare in modo insolito, ma che suonò come una Parola detta da uomo a uomo. E per questo assunsi la carne. Assunsi l’involucro umano in Gesù ed ora Mi rivolgevo in questo agli uomini. Ma era la Mia Parola, che a loro ora risuonava, ed Io potevo mostrare agli uomini la via attraverso questa Parola, potevo insegnare loro e comunicare loro la Mia Volontà. Potevo loro annunciare il Vangelo, la Dottrina divina dell’Amore, che doveva mettere di nuovo le loro anime nello stato in cui che ogni uomo stesso poteva percepire la Mia Parola, se questa era la sua seria volontà. Ma prima gli uomini dovevano essere liberati dal peccato e dalla morte, prima doveva essere cancellata la colpa ur del peccato della caduta da Me, affinché poi avesse potuto venire coronata l’unione con Me con il riversamento del Mio Spirito – affinché poi l’uomo stesso poteva di nuovo sentire in sé la Mia Voce, come lo era stato in Principio.

“E la Parola si è fatta carne ed ha abitato presso di noi”. Pochi uomini comprendono il senso di queste Parole. L’Eterna Parola Stessa scese sulla Terra, perché l’umanità era nel più grande bisogno, lei non sapeva nulla del suo stato miserabile, della sua assenza di luce, dell’oscurità spirituale, nella quale camminava. Lei stava completamente lontana da Me e non fece nulla per diminuire questa grande distanza da Me. E gli uomini potevano essere aiutati solamente attraverso insegnamenti che corrispondono alla Verità. – Dovevano sapere della Volontà del loro Dio e Creatore e questa Volontà doveva essere annunciata a loro da Me Stesso.

Io Stesso dovevo parlare a loro e lo potevo solamente attraverso un uomo. Quindi Io Stesso Mi incarnai in quest’Uomo e solamente così era possibile di ammaestrare gli uomini in tutta la Verità, di fare loro notare il loro errato modo di vivere, di comunicare loro la Mia Volontà e di vivere d’esempio per loro la Vita che loro stessi dovevano condurre, per poter di nuovo uscire dalla loro oscurità spirituale, per camminare sulla via che mostrai agli uomini, affinché potessero di nuovo arrivare alla Vita eterna. Perché loro erano influenzati dal Mio avversario, che li mosse costantemente ad un modo di vivere senza amore, nel quale erano anche senza forza e lo rimanevano e non potevano guadagnare nulla per la loro risalita.

Io Stesso ho fornito loro la prova, dato che l’Amore produce i suoi effetti come Forza. Ho guarito gli ammalati ed ho fatto anche altri miracoli, che solamente la Forza dell’Amore poteva creare. Ho mostrato loro anche le conseguenze di un modo di vita senza amore, perché dovevo spiegare dapprima agli uomini del perché loro si trovavano in miseria fisica e spirituale. – Io dovevo metterli a conoscenza del fatto che il loro stato come uomo non poteva essere chiamato beato e che cosa ora dovevano fare,per giungere alla Beatitudine. E tutto questo loro lo dovevano apprendere dalla Bocca di Dio. Loro dovevano poter sentire la Mia Parola e perciò la Parola Stessa scese sulla Terra ed assunse la carne. Nello Stato primordiale suonò la Parola in ogni essere ed era causa di incommensurabile beatitudine. E gli esseri stessi hanno rinunciato a questa beatitudine, perché si sono liberamente allontanati da Me e quindi non potevano nemmeno più sentire la Mia Parola, perché questa Parola era una diretta irradiazione d’Amore da parte Mia, che però ora gli esseri avevano rigettata.

E l’ultragrande miseria degli uomini sulla Terra ha mosso il Mio Amore e Misericordia, di avvicinare Me Stesso a loro e di affrontarli nella Parola malgrado la loro resistenza. E chi accendeva in sé solamente una piccola scintilla d’amore, Mi riconosceva anche ed accettava la Mia Parola. Riconosceva in Me pure la Divinità e Mi seguì. Ma per la maggior parte si vide in Me solamente l’Uomo e perciò valutava anche la Mia Parola solamente come quella di un uomo. Io Ero in mezzo a loro e non Mi riconoscevano. Ma ciononostante potevo annunciare il Vangelo dell’Amore, potevo ripetutamente presentare agli uomini la divina Dottrina dell’Amore ed potevo istruire i Miei discepoli ed inviarli poi nel mondo con l’incarico di annunciare il Mio Vangelo e di testimoniare di Me Stesso.

La “Parola Stessa” era venuta sulla Terra ed aveva assunto carne per la benedizione dell’umanità. E sempre quando la Mia Parola risuona, il Mio infinito Amore e Misericordia si china di nuovo sull’umanità ed irradia il Suo Amore nei cuori di quegli uomini, che accolgono volonterosamente la Mia Parola, che l’ascoltano e la riconoscono come Voce del loro Padre e che Mi sono grati per questo grande Dono di Grazia. Perché Io Stesso Sono la Parola dall’Eternità e chi ascolta Me, si mette in strettissimo contatto con Me Stesso e raggiungerà anche la sua ultima meta su questa Terra, troverà la totale unione con Me, suo Dio e Padre, da Colui al Quale è ritornato ora definitivamente e sarà beato in eterno.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich