Mucho se os exigirá si todavía estáis completamente dominados por el amor propio, porque entonces significa para vosotros una lucha por vencerlo y convertirlo en amor al prójimo desinteresado. Pero debéis recordar que solo os preocupáis por vuestro cuerpo mientras satisfacéis vuestro amor propio y que no acumuláis ningún tesoro espiritual que algún día constituirá vuestra riqueza en el reino del más allá. Debéis considerar que vuestra estancia en esta tierra no es para siempre, sino que tenéis una tarea que cumplir: transformar vuestro ser al amor; porque entráis a la tierra como un ser humano con solo un grado muy pequeño de amor puro y desinteresado, que ahora se supone debéis aumentar.... si no tenéis que encender el amor en vosotros primero....
Pero el amor propio os domina, y este debéis suprimirlo, lo que significa siempre una lucha contra todos los deseos que exigen el cumplimiento del bienestar corporal. La atención debe dirigirse al prójimo, y debe ser el esfuerzo del ser humano para realizar obras de amor sobre éste, si quiere transformarse a sí mismo, es decir, su ser, para amar. Debe aprender a prescindir por el bien del prójimo, debe estar dispuesto a hacer sacrificios por el bien del prójimo, él debe ser instado desde adentro de hacer el bien para su prójimo, y su amor propio disminuirá, cuanto más fuerte sea la voluntad humana.
Y por eso se dice que “el reino de los cielos sufre violencia, y solo lo el que necesita violencia lo agarra para sí....” Aquel cuyo amor propio es todavía muy fuerte tendrá que usar una gran violencia para reducirlo; los encantos del mundo se les presentarán constantemente porque el adversario de Dios lo tentará donde pueda y le será difícil resistir todas esas tentaciones, tendrá que usar la violencia.... pero lo logrará en cuanto su voluntad se esfuerce por cumplir su tarea terrenal, de transformar su ser. Se le suministrará fuerza porque quiere que logre su objetivo....
Y para que se esfuerce por este fin, se le indica repetidamente a los mandamientos del amor a Dios y al prójimo, y si es de buena voluntad, primero cumplirá solo con se deber, se esforzará por cumplir los mandamientos de Dios.... hasta que entonces se ve instado desde adentro a obrar en el amor y la lucha contra el amor propio se hará cada vez menos si es de buena voluntad. Pero la mayoría de los seres humanos es dominado por el amor propio, solo piensan en sí mismos, el amor se ha enfriado en ellos y, por lo tanto, no pueden convertirse en vencedores, solo buscarán siempre las ventajas terrenales y no pensarán en su vida después de la muerte....
Y será amarga su suerte, porque entrarán pobres y miserables al reino del más allá, donde un ascenso también será difícil, porque aun así no querrán renunciar a su amor propio, porque entonces solo piensan en su propio destino y no les toca la suerte de los demás almas. Es particularmente difícil para esas almas que renuncien a su amor propio y tendrán que permanecer mucho tiempo en la necesidad y el tormento antes de que se cambien y vuelvan sus miradas a las almas que se encuentran en la misma necesidad. Por eso debe ser llamado bendecido en la tierra quien aún renuncia a su amor propio antes de tener que entregar la vida terrenal....
Porque tan pronto como el alma haya llegado a conocer el amor correcto, también pueda deshacerse más fácilmente de lo que de otro modo no querría renunciar por interés propio. Y entonces el peligro ya no es tan grande cuando entra en el reino del más allá; Entonces ella también podrá sentir amor por su prójimo y subir más fácilmente; también alcanzará un día la felicidad porque el amor en ella aumentará cuanto más practique el amor ella misma. Y para esto tendrá muchas oportunidades porque Dios ayuda a cada alma para que pueda librarse de las tinieblas y alcanzar la luz.... amén
TraductorMuito se exige de vós se ainda sois completamente dominados pelo amor egoísta, pois então significa uma luta para que o superes e o transformes em amor altruísta ao próximo. Mas deveis lembrar-vos de que só cuidais do vosso corpo, desde que satisfaçais o vosso amor egoísta e que não recolheis nenhum tesouro espiritual que um dia venha a constituir a vossa riqueza no reino do além. Tens de te lembrar que a tua estadia nesta terra não é eterna, mas que tens de cumprir uma tarefa: transformar a tua natureza em amor, pois entras na terra como um ser humano com apenas um pequeno grau de amor puro e altruísta, que agora deves aumentar se não tiveres primeiro de acender o amor em ti mesmo.... Mas o amor egoísta domina-vos, e deveis suprimi-lo, o que significa sempre uma luta contra todos os desejos que exigem a realização de um conforto físico. Sua atenção deve ser dirigida ao seu semelhante, e deve ser o esforço do ser humano para realizar obras de amor se ele quiser mudar a si mesmo, isto é, a sua natureza, em amor. Ele deve aprender a renunciar pelo bem do próximo, deve estar disposto a fazer sacrifícios pelo bem do próximo, deve ser instado por dentro a fazer o bem ao próximo, e o seu amor próprio se tornará cada vez menor quanto mais forte for a vontade do ser humano. E é por isso que se diz que "o reino dos céus sofre violência, e só quem precisa de violência é que a agarra para si". "Cujo amor-próprio ainda é muito forte terá de usar grande violência para o reduzir, os encantos do mundo serão constantemente colocados diante dele, pois o adversário de Deus o tentará onde puder, e será difícil resistir a todas essas tentações, ele terá de usar a violência.... mas ele será bem sucedido assim que a sua vontade se esforçar para cumprir a sua tarefa terrena: mudar a sua natureza. Ele será abastecido de força porque quer atingir seu objetivo.... E para que ele se esforce por esse objectivo, será repetidamente recordado dos mandamentos do amor a Deus e ao próximo e, se for de boa vontade, só cumprirá primeiro o seu dever, esforçar-se-á por cumprir os mandamentos de Deus.... até que ele seja conduzido de dentro para dentro para o trabalho de amor e a luta contra o amor próprio se torne cada vez menos, pois ele se tornará vitorioso sobre si mesmo se for de boa vontade. Contudo, a maioria das pessoas são dominadas pelo amor egoísta, só pensam em si mesmas, o amor tornou-se frio nelas e, por isso, não se podem tornar vencidas, só procurarão vantagens terrestres e não pensarão na sua vida após a morte.... E o seu destino será amargo, porque entrarão no reino do além pobre e miserável, onde também lhes será difícil ascender, porque mesmo assim não quererão desistir do seu amor egoísta, porque mesmo assim só pensarão no seu próprio destino e o destino de outras almas não lhes tocará. É particularmente difícil para estas almas renunciarem ao seu amor egoísta, e terão de permanecer na adversidade e no tormento por muito tempo, antes de mudarem e voltarem os olhos para as almas na mesma situação difícil. Por esta razão, qualquer pessoa que ainda desista do seu amor-próprio antes de ter que desistir da vida terrena deve ser chamada de bem-aventurada na Terra.... Porque uma vez que a alma se tenha familiarizado com o verdadeiro amor, também será capaz de se desapegar mais facilmente daquilo que de outra forma não quereria dar por si mesma. E então o perigo deixará de ser tão grande quando entrar no reino do além; então poderá também sentir amor pelo próximo e ascender mais facilmente, um dia alcançará também a bem-aventurança, porque quanto mais praticar o próprio amor, tanto mais o seu amor aumentará. E terá muitas oportunidades para o fazer, pois Deus ajuda cada alma para que se possa desligar das trevas e alcançar a luz...._>Amém
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