Al principio todo lo esencial estaba irradiado de luz, pues surgía de la Luz Eterna y en su sustancia primordial era igual a Aquel de Quien emanaba.
Dios es Luz y Fuerza en Sí Mismo.... Y también irradió luz y fuerza hacia el infinito. Pero Él dio forma a Sus irradiaciones, creó seres a partir de Sí Mismo, hechos a Su propia imagen.... lo cual no debe entenderse como que estas formas fueran figuras definidas de manera estricta, sino que eran seres espirituales conscientes del “yo” que podían irradiar su luz y fuerza en todas direcciones, dotados de capacidad de pensamiento y libre albedrío, que se reconocían a sí mismos como criaturas de un Poder infinitamente mayor, y que también estaban conectados a este Poder a través de la Palabra....
Estaban en la más plena cognición porque Dios Mismo se les reveló a través de la Palabra, ya que sus criaturas no podían verlo a Él, quienes, sin embargo, deberían saber constantemente de Su presencia, Su voluntad y de su verdadero propósito.... y su bienaventuranza era inconmensurable, pues también ellas estaban inundadas de amor, y el objetivo de su amor era siempre solo Dios, Quien continuamente las hacía más bienaventuradas.
Pero no permanecieron en esa bienaventuranza.... pues el ser que fue creado originalmente por Dios, al que Su amorosa voluntad dio origen primero, no se contentó con simplemente oír a su Creador.... también quiso verlo a Él, y como este deseo no podía ser satisfecho.... puesto que el Centro de luz y fuerza es eternamente invisible para los seres emanados de Él.... se reconoció a sí mismo como la primera y más suprema esencia visible, que era reconocible como tal por todos los seres espirituales, conscientes del “Yo”, y llegó a convertirse en su poder dominante....
Este ser sabía que también había sido creado y, por lo tanto, también debía reconocer que el Poder creador estaba por encima de él, pues incluso en él mismo resonaba la Palabra que demostraba la existencia de un Dios y Creador. Conocía también la voluntad de Dios, se encontraba en la cognición más clara. Pero también poseía el libre albedrío. Y esta voluntad se dirigía en contra de Dios.... El ser no quería depender de un Poder superior; no quería obtener su fuerza de Dios, sino que él mismo se creía tan fuerte, que rechazó la fuerza de Dios.
Dudaba del poder de Dios, porque Dios no se le manifestaba a él de manera visible. Y también pretendía imponer su voluntad sobre los seres que su voluntad creadora había traído a la existencia mediante el uso de la fuerza de Dios. Pues estar lleno de luz y fuerza significa también ser capaz de crear y diseñar ilimitadamente. Pero la voluntad opuesta a Dios provocó una disminución de luz y fuerza, porque esta voluntad impedía la afluencia de la fuerza amorosa de Dios. En consecuencia, el primer ser creado.... ahora el adversario de Dios.... también disminuyó en luz y fuerza cuanto más se consumía creando seres siempre nuevos....
Mientras tomaba la fuerza de Dios también era capaz de crear, sin embargo, cuando la rechazó, también se puso fin a su fuerza creativa.... cuanto más aumentaba su resistencia a Dios, tanto más se disminuyó su fuerza creativa. Pues el alejamiento de Dios no fue repentino, sino que se desarrolló a lo largo de un período infinitamente largo. Comenzó con un rechazo a corto plazo y un repetido “abrirse” a la fuerza de amor de Dios, y así también la continua creación de nuevos seres y terminó con la resistencia total contra la divina irradiación de amor.... lo que significaba también la incapacidad total de crear. Pero en la multitud infinita de esencias concebidas por su voluntad. El adversario de Dios percibió entonces su fuerza. Pues con la disminución de la fuerza, la luz de la cognición también se había disminuido, de modo que, con la mente oscurecida, era incapaz de reconocer la trascendencia de su resistencia a Dios....
Carece de toda cognición y de toda capacidad creativa.... son embargo, posee un gran poder, que consiste en una gran cantidad de seguidores, la cual es básicamente “fuerza de Dios”, al igual que él mismo es “fuerza irradiada una vez”. Su fuerza y la de sus seguidores, radica, por lo tanto, la fuerza consiste en poder oponer resistencia.... e impedir así, que Dios Mismo, Que no doblega violentamente ninguna resistencia, haga felices a Sus criaturas. Dios es el Amor, y el amor crea dicha. Por consiguiente, esos seres creen tener poder sobre Dios, porque se Le imponen limitaciones en Sus acciones de amor.... Se rebelan contra Dios, y no encuentran obstáculos en su empeño porque el amor de Dios no obliga, sino que tiene que ser aceptado libremente.
Su fuerza consiste en ofrecer resistencia uno mismo y también en influir en lo espiritual más sumiso para que aumente su resistencia.... Y esta fuerza también la conservan hasta que se rinden voluntariamente y, a través de la irradiación del amor de Dios, recuperan su fuerza creativa. Pero jamás podrán usar su fuerza para crear nada de ningún tipo (15.07.1957)....
Carecen de fuerza creativa, pues esta es efectiva solo en unión con Dios; pero tan pronto como un ser se sitúa fuera del circuito de amor de Dios, ya no puede recurrir a esta fuerza creativa.... y lo mismo ocurre con el espíritu opuesto a Dios, que, en su caída cada vez más profunda, se privó de esta fuerza que fluía hacia él. Su fuerza ciertamente era suficiente, incluso antes de la muerte de Jesús en la cruz, para mantener a sus seguidores cautividad, impidiéndoles así recibir la fuerza del amor de Dios, para poder liberarse de Él. Porque los mantenía en completa ceguera, y ellos no reconocían la causa de su debilidad y ceguera.
Pero incluso este poder ha sido quebrantado por Jesucristo, y por eso los seres una vez caídos también pueden encontrar la Redención. Y ahora el adversario concentra su poder restante únicamente en sus actividades contrarias a Dios, buscando destruir lo que Dios ha creado, que trata de disolver las capas materiales para liberar lo espiritual dentro de ellas.... con la creencia de que así lo recupera para sí. Pero incluso para tales destrucciones no le basta su fuerza, y cualquier obra de creación está a salvo de su influencia destructiva directa.
Por eso intenta hacerlo indirectamente, tratando de someter la voluntad humana a sus planes. Entonces, el ser humano, quien en la vida terrenal dispone nuevamente de una cierta fuerza para poner a prueba su propia voluntad, tiene que llevar a cabo tales destrucciones. Sin embargo, el poder de Satanás sigue siendo inimaginablemente grande, pero solo hacia sus seguidores, razón por la cual Jesucristo murió en la cruz: para traer la Salvación a lo caído una vez, para ayudarlo contra ellos.
Pero cuando se habla de la caída de Lucifer, esta caída se ha extendido a lo largo de eones, períodos de tiempo para los cuales os falta cualquier comprensión. Y en esos períodos infinitos, se crearon incontables seres, pues la separación de Lucifer de Dios no fue repentina, y mientras mantenía todavía una conexión con Dios, también obtuvo de Él la fuerza necesaria para poder ser activo creativamente, por lo que todos los seres también son parte de Dios y Su Obra de Repatriación se aplica a todos los seres.
Pero los seres creados se volvieron cada vez más hostiles hacia Dios cuanto más se apartaba voluntariamente su creador de Él.... hasta que Lucifer persuadió a la interminable hueste de espíritus creados para que se separaran por completo de Dios.... hasta que se consideró a sí mismo la fuente de fuerza e influyó en los seres creados de la misma manera, de modo que lo siguieron ciegamente cuando se les concedió el derecho de autodeterminación, mediante el cual también podrían haberse separado de su creador y haberse vuelto a Dios, Quien también se les reveló de manera más radiante, pero a Quien ellos tampoco pudieron ver.
Los incontables seres caídos, sin embargo, también requieren eones para su regreso completo.... y por eso también tienen que surgir nuevas creaciones una y otra vez; es decir, la sustancia espiritual endurecida, lo espiritual más profundamente hundido, será disuelto una y otra vez y desterrado en estas nuevas creaciones para emprender el camino de regreso a Dios.... Pero la resistencia de lo último creado es tan fuerte, que aún tiene que pasar tiempos interminables en su estado de endurecimiento hasta que también pueda comenzar su ascenso en las obras de creación.... Así, durante eras infinitas, surgirán nuevas creaciones, impulsadas por la voluntad de Dios, Su sabiduría y poder, y el poder y la fuerza de Su adversario disminuirán cada vez más, porque cada nueva creación le arrebata una parte de sus seguidores, aunque transcurran eones antes de que el último de los caídos se haya convertido en materia....
Pero lo caído más profundamente no es consciente de su existencia y, por lo tanto, tampoco puede ejercer una presión a lo espiritual ya más maduro. Está completamente fuera de fuerza y paralizado por la ceguera, y sólo contribuye a fortalecer la conciencia del poder del adversario de Dios.... porque él también carece por completo de conocimiento. Solo cuando lo espiritual recupera la conciencia del “Yo” y vuelve a dirigir su voluntad equivocadamente, puede, en nombre de su Señor, ejercer su fuerza y causar estragos entre los seres humanos.... Y este es el derecho que Dios concede a su adversario: luchar por sus seguidores durante el tiempo del libre albedrío humano. Él u sus vasallos, en efecto, aprovechan este tiempo, pero el ser humano cuenta con la ayuda segura del divino Redentor, Jesucristo, y si aprovecha esta ayuda, el poder y la fuerza del adversario quedan completamente quebrantados, entonces se ha liberado de él y finalmente regresa a casa de su Padre....
amén
TraductorIn principio tutto l’essenziale era compenetrato dalla Luce, perché era proceduto dall’Eterna Luce e nella sua sostanza primordiale era uguale a Colui dal Quale era proceduto. Dio in Sé E’ Luce e Forza. Ed Egli ha anche irradiato Luce e Forza nell’Infinito. Ma Egli ha dato forme alle Sue Irradiazioni, Egli ha esternato da Sé degli esseri che erano creati come Sue Immagini, che ora non è comunque da intendere che queste forme erano figure strettamente limitate, ma erano degli esseri spirituali auto consapevoli, che potevano ora anche di nuovo lasciar risplendere la loro Luce e la loro Forza in tutte le direzioni, che erano provvisti con la facoltà di pensare e la libera volontà, che si riconoscevano come creature di una Potenza infinitamente più forte e che stavano anche in collegamento con questa Potenza attraverso la Parola. Stavano nella pienissima conoscenza, perché Dio Stesso Si rivelava a loro tramite la Parola, dato che le Sue creature non Lo potevano contemplare, ma dovevano sapere costantemente della Sua Presenza, della Sua Volontà e della loro vera destinazione. E la loro Beatitudine era incommensurabile, perché erano anche circumfluiti dalla Luce e la loro meta del loro amore era sempre soltanto Dio, il Quale le rendeva sempre più beate. Ma non sono rimaste in questa Beatitudine, perché l’entità che era stata creata primordialmente da Dio, che la Sua Volontà d’Amore ha fatto sorgere per prima, non si è accontentata di sentire soltanto il suo Creatore, Lo voleva anche contemplare e dato che questo desiderio non le poteva essere esaudito, dato che il Centro di Luce e Forza dall’Eternità non E’ contemplabile per gli esseri irraggiate da Lui, riconosceva sé stessa come entità prima contemplabile e superiore, che era riconoscibile come tale da tutti gli esseri spirituali auto consapevoli, e si è elevata al potere dominante. Questa entità sapeva comunque che essa stessa era stato dapprima anche creata e doveva quindi anche riconoscere la Potenza creatrice stando al di sopra di sé, perché anche a lei stessa risuonava la Parola che dimostrava il Dio e Creatore. Essa sapeva anche della Sua Volontà, essa stessa stava nella più chiara conoscenza. Ma possedeva anche la libera volontà. E questa volontà si è rivolta contro Dio. L’entità non voleva dipendere da una Potenza superiore, non voleva trarre la sua Forza da Dio, ma credeva sé stessa colma di forza in una misura, che respingeva la Forza di Dio. Dubitava della Forza di Dio, perché Egli non Si presentava visibilmente davanti a lei. E cercava di trssmettere la sua volontà anche sugli esseri che la sua volontà di creare ha fatto sorgere sotto l’utilizzo della Forza da Dio. Perché essere colmo di Luce e Forza significa anche poter creare e formare illimitatamente. Ma la volontà rivolta contro Dio aveva per conseguenza che Luce e Forza diminuivano, perché questa volontà impediva ora l’afflusso della Forza d’Amore di Dio. Di conseguenza anche l’entità prima creata, ora l’avversario di Dio, diminuiva in Luce e Forza, più si esauriva attraverso il creare sempre nuovi esseri. Finché si avvaleva della Forza di Dio, era quindi anche in grado di creare, ma quando la rifiutava, era posta una fine anche alla sua Forza di creare; più aumentava la sua resistenza contro Dio, più diminuiva la sua Forza di creare. Perché la caduta da Dio non era improvvisa, ma si è svolta in uno spazio di tempo infinitamente lungo. Cominciava con un allontanamento di breve durata ed un sempre di nuovo aprirsi alla Forza d’Amore di Dio e quindi anche un continuo creare di nuovi esseri, e finiva con la totale resistenza contro la divina Irradiazione d’Amore, che significava anche totale incapacità di creare. Ma nell’infinita schiera di entità generate attraverso la sua volontà, l’avversario di Dio vedeva ora la sua forza. Perché con la Forza in diminuzione calava anche la Luce della conoscenza in modo, che di spirito oscurato non poteva riconoscere il significato della sua resistenza contro Dio. Esso è privo di qualsiasi conoscenza e privo di ogni Forza di creare, ma ha comunque un gran potere, perché consiste nel suo grande seguito, che in fondo è “Forza da Dio”, come anche lui stesso è Forza una volta irradiata. La forza sua e del seguito quindi consiste nel fatto di poter prestare resistenza e con ciò impedire a Dio Stesso di rendere felici le Sue creature, il Quale non spezza con forza nessuna resistenza. Dio E’ Amore e l’Amore crea Beatitudine. Quegli esseri quindi credono di avere potere su Dio, perché Gli impongono una limitazione nel Suo Agire d’Amore. Si ribellano contro Dio e non vengono ostacolati nel loro intento, perché l’Amore di Dio non costringe nulla a Sé, ma dev’Essere accettato nella libera volontà. Tutta la loro forza consiste nel fatto, di prestare loro stessi rsistenza e di influenzare anche lo spirituale più cedevole alla rafforzata resistenza. E conservano questa forza anche, finché non si arrendono liberamente ed attraverso l’Irradiazione dell’Amore di Dio non giungono di nuovo nel possesso della Forza creatrice. (15.07.1957) Ma non potranno mai usare la loro forza per far sorgere cose di qualche genere. A loro manca la Forza creativa, perché questa è efficace solo nell’unione con Dio; ma appena l’essere si pone al di fuori della Cerchia della Corrente dell’Amore di Dio, non può nemmeno più trarre la Forza “creativa” e così anche lo spirito avverso a Dio, che ha derubato sé stesso attraverso il suo precipizio sempre più profondo di quella Forza gli gli affluiva. La sua Forza bastava bensì prima della Morte sulla Croce di Gesù di tenere il suo seguito in schiavitù, quindi di impedirgli di trarre la Forza d’Amore da Dio, per potersi staccare da lui. Perché lo teneva in totale cecità e gli esseri non riconoscevano la causa della loro debolezza e cecità. Ma anche questo potere è stato spezzato attraverso Gesù Cristo e quindi anche gli esseri una volta caduti possono ottenere la Redenzione. Ed ora l’avvesrsrio si concentra un potere rimastogli soltanto sul suo agire avverso contro Dio, che quindi cerca di distruggere ciò che Dio ha fatto sorgere, che cerca di dissolvere involucri materiali, per liberare lo spirituale in questi credendo di riconquistarlo così. Ma anche per tali distruzioni non basta il suo potere ed ogni Opera di Creazione è al sicuro dalla sua diretta influenza distruttiva. E perciò lo tenta per vie secondarie mentre cerca di rendere duttile la volontà dell’uomo per i suoi piani. Quindi deve eseguire tali distruzioni l’uomo che dispone di una certa forza nella vita terrena allo scopo della messa alla prova della propria volontà. Malgrado ciò, il potere di Lucifero è ancora inimmaginabilmente grande, soltanto appunto nei confronti di questo seguito, per cui Gesù Cristo E’ anche morto sulla Croce, per portare la Salvezza allo spirituale una volta caduto, per prestargli l’Aiuto contro costui. Ma quando si parla della caduta di Lucifero, questa caduta ha impiegato eoni, spazi di tempo per cui vi manca ogni immaginazione. Ed in questi spazi di tempo infiniti, venivano creati innumerevoli esseri, perché la separazione di Lucifero da Dio non si è svolta all’improvviso, e finché teneva quindi ancora il collegamento con Dio, fino ad allora traeva ancora la necessaria Forza da Dio per creare, per cui anche tutti gli esseri sono anche Parte di Dio e la Sua Opera di Rimpatrio è per tutti gli esseri. Ma gli esseri creati sono anche diventati sempre di più di mentalità avversa contro Dio, più la loro genitrice si allontanava da Dio nella volontà, finché Lucifero ha mosso l’infinita schiera degli spiriti creati alla totale separazione da Dio, finché lui stesso si considerava la fonte di Forza ed influenzava gli esseri nello stesso senso in modo, che lo seguivano ciecamente, quando era stato dato loro il diritto dell’auto determinazione, con cui avrebbero potuto anche separarsi dalla loro genitrice e rivolgersi a Dio, il Quale Si rivelava a loro anche nella pienissima Luce, ma che anche loro non riuscivano a contemplare. Ma anche gli innumerevoli esseri caduti hanno bisogno di eoini per il loro totale ritorno. E perciò devono anche sempre e sempre di nuovo sorgere nuove Creazioni, cioè, sempre di nuovo viene dissolta la sostanza spirituale indurita, lo spirituale sprofondato troppo in basso, e relegato in queste Creazioni, per iniziare la via del ritorno a Dio. Ma la ribellione di ciò che è creato per ultimo però è così forte, che deve ancora stare per tempi infiniti nel suo indurimento, prima che anch’esso possa iniziare la risalita nelle Opere di Creazione. Quindi sorgeranno anche attraverso tempi infiniti nuove Creazioni, che la Volontà di Dio, la Sua Sapienza e Potenza fa sorgere, e il potere e la forza dell’avversario di Dio diminuisce sempre di più, perché ogni Nuova Creazione gli svincola una parte del suo seguito, finché anche l’ultimo caduto non sia diventato materia. Ma lo spirituale caduto molto in basso non si rende conto della sua esistenza e perciò non può nemmeno opprimere lo spiriutuale già più maturo. E’ totalmente messo fuori vigore e colpito da cecità, contribuisce solamente a fortificare la consapevolezza di potere all’avversario di Dio, perché anche lui è totalmente senza conoscenza. Solo quando lo spirituale ha riottenuto una volta l’auto consapevolezza ed ora rivolge di nuovo erroneamente la sua volontà, può impiegare la sua forza su incarico del suo signore e causare un effetto devastante fra gli uomini. E questo è il diritto concesso da Dio al Suo avversario, di combattere per il suo seguito durante il tempo della libertà della volontà come uomo. Esso utilizza davvero bene questo tempo ed anche i suoi vassalli, ma l’uomo ha nel divino Redentore Gesù Cristo un Aiuto del tutto sicuro e se l’utilizza, allora la forza ed il potere dell’avvsersario è totalmente spezzato, allora è diventato libero da lui e ritorna finalmente di nuovo nella sua Casa Paterna.
Amen
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