No podréis demostrar ningún éxito destacable al final de vuestra vida terrenal si habéis tomado el camino ancho, si os habéis unido a los que simplemente vagan sin preguntar antes a dónde conduce el camino que siguen las masas.... Porque entonces sólo seréis seguidores que creen que pueden transferir su responsabilidad a sus semejantes, a los que dirigen a las masas.
Cada ser humano individual se encontrará en encrucijadas en su camino terrenal, e incluso algunos de sus acompañadores se desviarán repetidamente, y entonces cada ser humano tiene que tomar su propia decisión acerca de a dónde quiere ir.... Porque si permanece como un simple seguidor hasta el final de su vida terrenal, no habrá logrado nada para la Salvación de su alma. Por lo tanto, las organizaciones eclesiásticas nunca pueden garantizar el logro de la felicidad para sus miembros, porque cada ser humano tiene que esforzarse por alcanzarla y lograrla por sí mismo, y ciertamente se le pueden dar instrucciones para hacerlo, pero cada ser humano también debe trabajar en sí mismo.... es decir, cada ser humano ahora tiene que recorrer el camino que lleva hacia las alturas por sí mismo.
Es un gran error creer que se puede delegar la responsabilidad de la propia alma a supuestos líderes y siempre sólo hacer lo que éstos exigen y creer que esto es un “trabajo consciente del alma”.... Y es aún un error mayor no permitir que se examinen los deseos de esos líderes al aceptar todo incondicionalmente o creer lo que lo líderes presentan como verdad.... E incluso si es la verdad, cada ser humano debe adoptar su propia postura al respecto, pues sólo así podrá reconocer cuando se infiltra un error y defenderse de ello.
Pero quien confía enteramente en lo que es esencial examinar no debe suponer, que su negligencia encuentra una excusa, no debe creer que puede echar la culpa a quienes lo han guiado equivocadamente, pues cada uno ve los caminos que se bifurcan, y él puede tomar esos caminos con la misma facilidad que los que ya ha tomado, pero siempre debe preguntarse a dónde llevan los diferentes caminos y entonces elegir conscientemente.
Pero quien baja la vista y sigue a las masas sin pensar también puede no fijarse en las intersecciones, e incluso entonces es su culpa, pues debería mirar a su alrededor; no debería andar a ciegas si ha recibido el don de la vista.... Y debería reflexionar, porque se le ha dado razón para ello, la cual también debería usar para alcanzar su Salvación. Y también deberíais saber que el camino que siguen las masas nunca es el correcto.... Porque las masas son guiadas por el adversario de Dios, y la verdad nunca se encontrará allí.
Si vosotros, los humanos, tan sólo queréis ser conscientes que en la Tierra el adversario tiene la supremacía y que muchos más seres humanos pertenecen a él que a Dios.... Si tan sólo pudierais reconocer por la maldad de los humanos, por su falta de amor, y su estado de baja mental cuán fuerte es su poder sobre la humanidad.... Entonces, si os esforzaríais seriamente por alcanzar la salvación de vuestra alma, no os moveríais entre las masas, os separaríais de ellas y buscaríais un camino que lleve en una dirección diferente.... Respetaríais a los mensajeros que van delante de vosotros con una luz para iluminar vuestro camino.... no estaríais satisfechos, reflexionaríais por vosotros mismos y alcanzaríais una luz cada vez más brillante dentro de vosotros mismos.
Dejad atrás la despreocupación cuando se trata de la salvación de vuestras almas.... No permitáis que otros os cuiden, pues para vuestra alma vosotros mismos lleváis la responsabilidad la cual nadie puede os puede quitar. Buscad establecer una conexión con Dios Mismo, elegidlo como guía y liberaos de quienes desean ser sus representantes en la Tierra, pues Sus verdaderos representantes os señalarán para que vosotros establezcáis una conexión con Dios Mismo, mientras que los falsos representantes quieren liberaros de vuestra responsabilidad y sólo exigen obediencia ciega y los cumplimientos de los mandamientos que ellos mismos dictaron.
Si queréis ser bendecidos, entonces también tenéis que recorrer los caminos que llevan a la Salvación, tenéis que pedirle a Dios que os muestre los caminos correctos y os dé la fuerza para seguirlos, incluso si conducen hacia arriba.... y Dios os enviará los guías adecuados; Él Mismo os guiará, y seguramente alcanzaréis la meta correcta....
amén
TraductorNon avrete da registrare nessun successo significativo alla fine della vostra vita terrena quando avete percorso la via larga, quando vi siete uniti ai viandanti senza prima domandare dove conduce la via che le “masse” percorrono. – Perché allora siete soltanto dei compagni che credono di poter scaricare la loro responsabilità sul loro prossimo, su coloro che guidano le masse. Ogni singolo uomo arriverà nel suo percorso terreno a delle crocivie, ed anche singoli accompagnatori prendono altre vie – ed allora l’uomo deve prendere una decisione da sé stesso dove vuole rivolgersi. – Perché se egli rimane un compagno della via larga fino alla fine della sua vita, egli non ha conquistato nulla per la salvezza della sua anima. Perciò delle organizzazioni di chiese non possono mai garantire il raggiungimento della beatitudine ai loro associati, perché a questa ogni uomo deve tendere e lottare da sè, e gli possono bensì essere date delle indicazioni, ma ogni uomo deve ora svolgere su sé stesso il lavoro dell’anima – cioè ognuno deve ora percorrere da sé la via che conduce in Alto. E’ un grave errore di voler scaricare la responsabilità per la sua anima su presunte guide, di fare sempre soltanto quello che richiedono queste guide e credere che questo fosse “cosciente lavoro sull’anima”. – E’ un grave errore di non poter sottoporre le richieste di quelle guide ad un esame – di accettare tutto incondizionatamente e di credere ciò che quelli presentano come Verità. Anche se fosse la Verità, ogni uomo deve prendervi posizione, perché soltanto allora può riconoscere quando l’errore vuole insinuarsi e difendersene. Ma chi si fida totalmente di ciò che deve essere inevitabilmente controllato, non deve presumere che la sua omissione trovi scusa – non deve credere di poter caricare la sua colpa su coloro che lo hanno guidato erroneamente. Ognuno vede le vie che si diramano ed egli può prendere ugualmente quelle vie come quella su cui cammina, ma dovrebbe sempre domandarsi dove conducono le diverse vie ed ora scegliere coscientemente. Ma chi butta gli occhi a terra e va spensieratamente dietro alle masse, può anche non vedere l’incrocio ed anche allora è colpa sua perché deve guardarsi intorno, non deve andare alla cieca se gli è stata concessa la Grazia di poter vedere. Ed egli deve riflettere, perché per questo gli è stato dato l’intelletto che deve anche usare per il raggiungimento della salvezza dell’anima. E dovete anche sapere che non è mai giusta la via che è percorsa dalle masse. Perché le masse sono guidate dall’avversario di Dio e mai vi si troverà la Verità. Voi uomini dovete ricordarvi che sulla Terra l’avversario ha il predominio e che gli appartengono molti più uomini che a Dio. Se soltanto vorreste riconoscere nel marciume degli uomini, nell’assenza d’amore e del basso stato spirituale quanto è forte il suo potere sull’umanità. Allora voi, se siete tesi seriamente a raggiungere la salvezza della vostra anima, non vi muovereste tra le masse, ve ne separereste e cerchereste una via che è orientata diversamente – badereste ai messaggeri che precedono con la Luce per illuminarvi la via, non vi accontentereste con discorsi vani, chiedereste delle istruzioni sagge che vi danno una vera luce – voi stessi riflettereste per giungere ad una Luce sempre più chiara. Scuotetevi di dosso la spensieratezza, dove si tratta della salvezza della vostra anima. – Non lasciate provvedere altri per voi, perché per la vostra anima portate voi stessi la responsabilità che nessuno può togliervi. Cercate voi stessi di mettervi in contatto con Dio, scegliete Lui come vostra Guida e liberatevi di coloro che sulla Terra credono di essere Suoi rappresentanti, perché i veri rappresentanti di Dio vi indicheranno sempre soltanto di stabilire il contatto con Dio, i falsi rappresentanti però vogliono togliervi la responsabilità e pretendono da voi soltanto cieca obbedienza e adempimento di comandamenti che loro stessi hanno rilasciati. Se volete diventare beati allora dovete anche percorrere le vie che conducono alla Beatitudine, dovete pregare Dio che Egli vi indichi le giuste vie e vi dia forza di camminarvi anche quando conducono in alto. E Dio vi manderà incontro le giuste guide, Egli Stesso vi attirerà e raggiungerete certamente la vera meta.
Amen
Traductor