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Los Sufrimientos y la Muerte de Jesús

No hubo manera de evitar mi Sufrimiento y mi Muerte en la cruz, pues Yo tuve que beber el cáliz hasta el fondo .... Yo tenía que cargar con todo para que la Obra de Redención se realizara - la que a vosotros los seres humanos os liberó de toda culpa. Únicamente el conocimiento de vuestra situación digna de lástima me empujó a este Sacrificio, porque mi Corazón estaba lleno de Amor hacia vosotros, y este Amor quiso impedir el destino atroz que os esperaba después de vuestra muerte corporal.

Yo sabía de este destino atroz –pues Yo podía desenrollar delante de mis Ojos todas las Bienaventuranzas del Reino de Luz, como también los dolores y los sufrimientos en el reino de las tinieblas– y como mi Amor estaba dedicado a vosotros por ser mis hermanos caídos, Yo busqué una salida para evitar vuestro destino tan fatal.

Yo mismo me cargué con la culpa de todos los pecados, y así cargado tomé el camino hacía la cruz. Lo que me hicieron físicamente fue sólo un símbolo de lo que el peso total de los pecados significaba para Mí: un peso inmenso, abrumador, doloroso y demoledor, lo que me hacía caer repetidas veces, lo que Yo, sin embargo, soporté con un inmenso Amor ....

Con todo que mi Cuerpo podía soportar en dolores, con todo esto Yo también me he cargado, porque Yo llevaba para vosotros todo el peso de vuestros pecados .... por eso Yo quería cumplir con la expiación, lo que vosotros eternamente nunca habríais sido capaces de hacer. Yo sufrí y Yo luché .... Yo realmente sudé sangre .... Yo conocí todas las profundidades del infierno, y el miedo y el horror hicieron que mi Alma se desesperase .... Yo soporté todo lo que vosotros mismos habríais tenido que sufrir .... Pero mi Amor hacia vosotros me dio la Fuerza de mantenerme firme hasta la hora de la muerte .... Mis sufrimientos no tienen punto de comparación, porque ningún ser humano habría podido soportar sufrimientos de semejantes dimensiones.

Pero Yo me ofrecí voluntariamente porque Yo sabía que sólo así vosotros podríais ser liberados de las cadenas de Satanás. Yo ya sabía de antemano lo que me esperaba y Yo llevé este peso Conmigo. Pues Yo recorrí este camino conscientemente - este camino cuya meta final era la cruz .... Pero Yo sufrí indeciblemente por este conocimiento, y por eso nunca pude ser alegre en medio de los Míos ....

Yo veía la desgracia infligida sobre vuestras almas. Si Yo fracasaba, Yo veía el fracaso de vuestro recorrido por la Tierra - si Yo no os traía la Salvación del pecado y de la muerte .... Y este conocimiento vigorizó mi Voluntad, con lo que Yo me entregué sin resistencia a mi Destino que había sido el motivo y la meta de mi recorrido terrenal. Pero Yo tuve que luchar hasta el fin .... y hasta el final la carga sobre mis hombros estaba creciendo tan enormemente que Yo sentía vacilar mis fuerzas y por eso, como hombre, llamé a Dios para que alejara este cáliz de Mí ....

Pero la Fuerza de mi Amor era más fuerte que mi debilidad humana. Y el día de mis sufrimientos indecibles y de mi Muerte en la cruz fue para vosotros los seres humanos el día de la Redención de todos los pecados. El saber de todo esto hizo que Yo lo soportara todo pacientemente, hasta que finalmente pude exclamar: “¡Todo está consumado!”. Y así mi Alma pudo regresar allí de donde había venido, porque mediante mi Muerte se había realizado la unificación total con el Padre, del cual en tiempos remotos también Yo había salido.

Amén

Il soffrire ed il morire

Il Mio soffrire e morire sulla Croce era inevitabile, dovevo bere il Calice fino in fondo, dovevo prendere tutto su di Me, se l’Opera di Redenzione doveva essere compiuta per voi uomini, che vi liberava da ogni colpa. Solo la conoscenza della vostra situazione compassionevole Mi ha indotto a questo percorso di Sacrificio, perché il Mio Cuore era colmo d’Amore per voi, e questo Amore voleva togliere da voi l’orrenda sorte, che vi aspettava dopo la morte del vostro corpo. Dato che sapevo di questa orrenda sorte, perché poteva far passare davanti ai Miei Occhi le Beatitudini del Regno di Luce come anche le sofferenze ed i tormenti nel regno dell’oscurità e perché il Mio Amore era per voi come Miei fratelli caduti, cercavo una via d’uscita che potesse togliere via l’orrenda sorte. Io Stesso ho preso su di Me ogni colpa di peccato e con questa presi la via verso la Croce. Quello che hanno fatto a Me terrenamente, era per così dire soltanto il simbolo di ciò che significava per Me l’intero peso di peccati, un peso incommensurabilmente schiacciante, doloroso e che abbatte, che Mi gettava sempre di nuovo giù e che ho sopportato comunque per l’ultragrande Amore. Qualunque cosa il Mio Corpo poteva sopportare come dolori, l’ho preso su di Me, perché ho portato per voi il peso dei peccati, per questo volevo prestare l’Espiazione, che avreste dovuto espiare voi irrevocabilmente, per cui non sareste stati capaci nell’Eternità. Ma ho sofferto e lottato, ho davvero sudato Sangue, ho guardato in tutte le profondità dell’inferno, e paura e terrore strappavano la Mia Anima. Ho sopportato tutto ciò che avreste dovuto soffrire voi stessi. Ed il Mio Amore per voi Mi dava la Forza di perseverare fino all’ora della morte. Non c’è nessun paragone per queste Mie sofferenze, nessun uomo avrebbe sopportato questa misura, ma Io Mi Sono offerto liberamente perché sapevo, che soltanto così poteva essere portata a voi la liberazione dalle catene di Satana. Sapevo già prima ciò che Mi aspettava, e portavo anche con Me questo peso, ho percorso coscientemente la via la cui meta finale era la Croce, ma attraverso questo Mio Sapere soffrivo indicibilmente e perciò non potevo mai Essere lieto in mezzo ai Miei. Vedevo la sciagura messa sulle anime, vedevo l’insuccesso del loro cammino terreno, se avessi fallito e non portassi loro la salvezza dal peccato e dalla morte. E questo Mio sapere rafforzava la Mia Volontà, in modo che Mi rassegnavo senza resistenza nel Mio Destino, che è stata lo scopo e la meta del Mio Cammino terreno. Ma dovevo lottare fino alla fine, fino alla fine il peso aumentava così immensamente davanti a Me, che sentivo scomparire la Mia forza e perciò come Uomo invocavo Dio di far passare da Me il Calice. Ma la Forza del Mio Amore era più forte che la Mia debolezza umana. Ed il Giorno del Mio indicibile soffrire ed il Mio morire sulla Croce è diventato per voi uomini il Giorno della Redenzione da ogni colpa. Ed il sapere questo Mi ha fatto prendere su di Me tutto pazientemente, in modo che alla fine ho potuto esclamare: “E’ compiuto.... ” E la Mia Anima poteva ritornare là da dove era venuta, perché attraverso la Mia morte ha avuto luogo la totale unificazione con il Padre, dal Quale Ero anche una volta proceduto.

Amen