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Proceso de desvío de fuerza....

Vosotros los humanos en la tierra no podéis medir lo que está sucediendo en el universo, porque continuamente se lleva a cabo un intercambio, una transmisión del arroyo de fuerza de Dios a las innumerables creaciones terrenales y espirituales. En todas partes hay, en cierto modo estaciones de fuerza, es decir, seres espirituales llenos de luz que pueden recibir y absorber la fuerza de Dios en exceso, para volver a pasarla a donde se necesita luz y fuerza.... Es un flujo ininterrumpidamente de fuerza de Dios y una distribución ininterrumpida de esta en Sus creaciones.

Pero como nada ocurre sin sentido y sin propósito, el proceso de desvío se lleva a cabo en un orden legal, y la voluntad de Dios, del legislador desde la eternidad, está en Sus seres tan eficazmente obrando como en Dios Mismo, pero se le transfiere llevar a cabo la voluntad divina. Por tanto, la existencia de toda la creación espiritual y terrenal ha sido trasladada a Sus seres de luz, que se encuentran en la más alta perfección, porque la recepción ininterrumpida de fuerza también impulsa a estos seres a una actividad ininterrumpida y esta su actividad nuevamente consiste en ordenar y cuidar de lo que depende de la fuerza de Dios para poder volver a estar activo en la voluntad de Dios.

El permanente suministro y desvío de fuerza produce una vida permanente, como una vida también lo prueba, porque no hay un punto muerto que equivalga a la muerte.... No hay nada sin vida en todo el universo mientras sea alimentado de la fuerza vivificante de Dios; pero tampoco hay una interrupción del suministro de la fuerza, no hay una fuerza debilitante, solo que se sigue transmitiendo en diferentes fuerzas, lo que también significa vida más o menos pulsante.... razón por la cual las creaciones en el universo son de diferentes tipos, desde las aún completamente materiales hasta las creaciones completamente espiritualizadas. Pero no hay nada que está sin suministro de fuerza, por lo que la vida se nota en todas partes, incluso si a veces apenas se nota.

El arroyo de fuerza de Dios toca así a Sus hijos con el efecto de fuerza más pleno, es decir, las criaturas espirituales que han alcanzado la perfección más alta, que reciben Su radiación de amor directamente y en su impulso de amar utilizan esta fuerza para bendecir el mundo espiritual luminoso, para seguir dando y así comenzar con el proceso de desvío, que como resultado final, debe devolver la fuerza de Dios hacia Él Mismo en forma de los seres que finalmente han alcanzado la perfección, y a quienes se les permite nuevamente recibir Su fuerza de amor como hijos de Dios....

(17.07.1952) En todo el universo, los seres de la luz , es decir, los receptores de la fuerza de Dios, ejercen su oficio, asegurando, por así decirlo, la vida de lo que les ha sido entregado por cuidarlo. Simplemente se dice: los seres de luz aseguran la existencia de esto.... esto significa tanto como que esos seres de luz son creativamente activos, que usan esta fuerza en la voluntad de Dios como estaciones de fuerza en el infinito, y ahora están emergiendo siempre nuevas creaciones constantemente, a través de su voluntad, pero que siempre también es la voluntad de Dios, de lo contrario no podría jamás recibir una fuerza ilimitada, porque esto requiere entrar por completo en la voluntad divina, por lo que el ser en realidad solo es ejecutor de la voluntad divina, para a través de esto poder sentir la más alta dicha que se le permita.

Ningún ser mantiene la fuerza del amor fluyendo hacia él para sí mismo, sino que la usa para despertar nueva vida, de modo que constantemente se creen nuevas creaciones, así como lo que está muerto, es decir, en un estado sin fuerza, es llamado a la vida, porque la radiación de la fuerza divina tiene un efecto de despertar la vida, y ahora solo depende de los receptores de esta fuerza de usarla de manera correcta, es decir, guiarles en sabiduría y amor hacia donde la impotencia es evidente, que al mismo tiempo significa muerte espiritual....

Innumerables receptores de luz y fuerza son felices por Dios, innumerables estaciones de fuerza reciben y envían, surgen creaciones espirituales y materiales, la oscuridad se inunda de luz, que también penetra en las tumbas y despierta a la vida.... Ningún ser espiritual, que todavía sigue siendo imperfecto. Está sin cuidado espiritual, y todo ser lleno de fuerza quiere comunicarse, quiere transmitir y dejar que el arroyo de fuerza de Dios fluya sin cesar hacia donde existe un carencia de fuerza....

Innumerables pequeños y más pequeños seres vivos captan esta fuerza y despiertan a la vida para ser incluidos en el proceso de desvío de fuerza, porque hasta el más pequeño de los seres vivos aumenta esta fuerza al volver a dar vida, y así sigue ininterrumpidamente el suministro de fuerza que tiene su origen en Dios, pero que nunca emana arbitrariamente, sino que según el orden divino, correspondiendo a Su principio de sabiduría y amor, que llena todo el universo, que permite que surjan las creaciones espirituales y materiales y da a todos los seres la oportunidad de volverse perfectos de nuevo al suministrarle nuevamente la fuerza de la que una vez se robó a sí mismo, y la que le lleva nuevamente a la proximidad de Dios, donde una vez comenzó....

Amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Il processo di trasferimento della Forza

Quello che si svolge nell’Universo voi uomini sulla Terra non lo potete misurare, perché ha luogo in continuazione uno scambio, un condurre della Corrente di Forza da Dio nelle diverse Creazioni di genere terreno e spirituale. Ovunque si trovano in certo qual modo delle stazioni di Forza, cioè degli esseri spirituali luminosissimi, che ricevono e possono accogliere in ultramisura la Forza da Dio per guidarla di nuovo oltre, dove serve Luce e Forza. E’ un continuo defluire di Forza da Dio ed una ininterrotta distribuzione della stessa nelle Sue Creazioni. Ma dato che nulla avviene senza senso e scopo, il processo di trasferimento si svolge in un Ordine secondo la Legge e la Volontà di Dio, del Legislatore dall’Eternità: nei Suoi esseri di Luce agisce precisamente come in Dio Stesso, ma questi sono incaricati di portare all’esecuzione la Volontà divina. L’esistenza dell’intera Creazione spirituale e terrena è stata quindi trasferita ai Suoi esseri di Luce, che stanno nella più alta perfezione, perché l’ininterrotta ricezione di Forza spinge anche questi esseri all’ininterrotta attività e questa consiste nuovamente nell’ordinare e provvedere ciò che dipende dall’apporto di Forza da Dio, per poter essere di nuovo attivo nella Volontà di Dio. Il sempre continuo apporto e trasferimento di Forza genera una Vita sempre continua, come però dimostra anche una Vita, perché non subentra nessun arresto, che sarebbe uguale alla morte. Non esiste nulla che non avesse vita nell’intero Universo, finché viene nutrito dalla Forza di Dio che tutto vivifica; ma non esiste nemmeno un arresto dell’apporto di Forza, non esiste nessuna Forza che s’indebolisce, la Forza viene soltanto guidata oltre con differente vigore, cosa che significa anche più o meno vita pulsante, per cui le Creazioni nel Cosmo sono anche di genere diverso, cominciando da quelle totalmente materiali fino alle Creazioni completamente spiritualizzate. Ma nulla è completamente senza apporto di Forza, in modo che ovunque si fa notare la Vita, anche se a volte appena riconoscibile. La Corrente di Forza da Dio tocca quindi i Suoi figli nel pienissimo effetto di Forza, cioè le creature spirituali giungono alla più alta perfezione, perché ricevono direttamente la Sua Irradiazione d’Amore ed impiegano questa Forza nel loro impulso d’amore, per rendere beato il mondo spirituale di Luce, per dare in continuazione e quindi anche iniziare il processo di trasferimento, che da risultato finale deve di nuovo riportare alla riconduttura della Forza da Dio a Lui Stesso nella forma di esseri giunti all’ultimo perfezionamento, che come figli di Dio possono di nuovo ricevere la Sua Forza d’Amore. (17.07.1952) Nell’intero Universo degli esseri di Luce, quindi ricevitori di Forza da Dio, svolgono la loro funzione, mentre in certo qual modo assicurano la Vita a ciò che è stato loro affidato per essere accudito. Detto semplicemente: Gli esseri di Luce assicurano la sussistenza di ciò, che significa, che quegli esseri di Luce sono attivi creativamente, che come stazioni di Forza nell’Infinito impiegano questa Forza nella Volontà di Dio ed ora sorgono delle Creazioni sempre nuove, anche se attraverso la loro volontà, che è però anche sempre la Volontà di Dio, altrimenti non potrebbero mai ricevere illimitatamente la Forza, perché questo richiede un totale entrare nella Volontà di Dio, quindi l’essere è veramente soltanto l’esecutore della Volontà divina, per ricevere così la più alta beatitudine. Nessun essere tiene per sé la Forza d’Amore che gli affluisce, ma la utilizza per risvegliare nuova Vita, in modo che sorgono quindi continuamente nuove Creazioni, come anche lo spirituale morto, cioè quello che sosta nello stato senza Forza, viene chiamato in vita, perché l’Irradiazione della Forza divina ha sempre per effetto di risvegliare alla Vita e spetta solo ai riceventi di Forza, di impiegare la Forza nel modo giusto, cioè di guidarla nella Sapienza e nell’Amore là, dove è visibile un’assenza di Forza, che significa contemporaneamente morte spirituale. Innumerevoli riceventi di Luce e Forza vengono resi felici da Dio, innumerevoli stazioni di Forza ricevono ed inviano, Creazioni spirituali e materiali sorgono, l’oscurità viene compenetrata dalla Luce, la quale entra anche nelle tombe e risveglia alla vita. Nessun essere spirituale che è ancora imperfetto, è senza una tale custodia spirituale, ed ogni essere colmo di Forza vuole comunicarsi, vuole guidare oltre e lasciare fluire inarrestabilmente la Corrente di Forza da Dio là, dove c’è la mancanza di Forza. Innumerevoli esseri viventi piccoli e piccolissimi catturano questa Forza e si risvegliano alla vita, per essere ora a loro volta inclusi nel processo dello scambio di Forza, perché anche l’essere vivente piccolissimo aumenta questa Forza mentre dà di nuovo la vita e così si svolge ininterrottamente l’apporto di Forza, che ha la sua Origine in Dio, che però non defluisce mai arbitrariamente, ma secondo l’Ordine divino, rispetto al Suo Principio di Sapienza e d’Amore, riempie tutto il Cosmo, fa sorgere delle Creazioni spirituali e materiali e dà a tutto l’essenziale la possibilità di diventare perfetto, mentre gli viene di nuovo apportato la Forza, della quale ha derubato sé stesso una volta, e che lo porta di nuovo vicino a Dio, da dove era una volta proceduto.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich