La chispa divina en el hombre no tiene fuerza de ignición mientras descanse en un corazón frio sin amor. Porque solo el calor del amor la despierta a la vida, ella se enciende, por así decirlo, a través del amor, por lo que solo una persona amorosa puede despertar esta chispa dentro de sí misma. Y así también es comprensible que en el último tiempo antes del fin, en el que la gente ya se encuentra, solo haya unas pocas personas despiertas del espíritu, porque el amor solo se practica muy poco y por la tanto la persona permanece sin vida, aunque todavía mora en la tierra. Porque vivir significa estar activo por el impulso de la chispa espiritual en el hombre, y siempre en la voluntad de Dios, porque la chispa espiritual en el hombre está conectada con el Espíritu Padre desde la Eternidad y así sólo presentará al hombre lo que es realmente realidad, es decir, lo que corresponde a la voluntad de Dios.
Pero una vez que la chispa espiritual en el hombre se ha despertado entonces lo impulsa constantemente hacia la meta, porque la chispa, que una vez arderá en una llama, ya no se puede apagar, porque Dios Mismo ahora alimenta la llama y algo puramente divino, que una vez se ha vuelto efectivo nunca puede volver al estado de muerte, porque la conexión con el Espíritu Padre fue establecida cuando la chispa espiritual cobró vida. Esta conexión ya no se disuelve, sino que se hace cada vez más fuerte y más íntimo a través del amor, a lo que siempre impulsa el espíritu divino.
El despertar a la vida espiritual es lo más importante en la vida terrenal, porque entonces tiene lugar un transformación, el camino que antes era llano o conducía al abismo ahora conduce hacia arriba y conduce hacia la meta más gloriosa. Pero hay un camino largo hacia la perfección porque primero hay que disolver las escorias alrededor del alma antes de que la chispa espiritual pueda ser tan efectiva, que sin duda sea reconocida como la irradiación de Dios. El renacimiento espiritual probablemente ha tenido lugar tan pronto como la chispa espiritual despertó a la vida, pero ahora ésta primero tiene que unirse con el alma hasta que ésta se entrega completamente a la guía divina, es decir, buscar ansiosamente cumplir la voluntad de Dios. Así que el ser humano ahora lleva una segunda vida junto a la vida terrenal... y esta es la verdadera vida del alma, que sólo llega a su pleno desarrollo en el reino espiritual y que significa una actividad inesperada.
La obra de un alma que ha llegado a ser perfecta en el reino de la luz será siempre una integración en la voluntad divina, que se revela constantemente al alma a través del Espíritu. Espíritu y alma entonces se han convertido entonces en uno y están en una conexión inseparable con Dios, el Espíritu Padre desde la Eternidad. Esta es entonces la vida eterna, porque tal alma ahora tiene un enorme campo de actividad por delante, pero como ahora está llena de luz y fuerza, ya que su espíritu es constantemente alimentado por el Espíritu Padre, por eso su actividad es indescriptiblemente dichosa, porque se siente unida a Aquel a Quien ama, y obra y crea por Él, tratando de llevar a Él lo que todavía está lejos de Dios. Un alma que ha entrado en la vida eterna perderá toda la debilidad, se encuentra nuevamente en el estado original donde podía crear y diseñar sin restricciones, porque se ha vuelto tan perfecto como una vez emanó de Dios...
amén
TraductorDer göttliche Funke im Menschen hat so lange keine zündende Kraft, wie er in einem liebekalten Herzen ruht. Denn die Liebewärme erst erweckt ihn zum Leben, er entzündet sich gleichsam an der Liebe, also kann nur ein liebetätiger Mensch diesen Funken in sich zum Erwachen bringen. Und so ist es auch verständlich, daß in der letzten Zeit vor dem Ende, in der die Menschen schon stehen, es nur wenige Geist-erweckte Menschen gibt, weil eben auch nur wenig Liebe geübt wird und somit der Mensch ohne Leben bleibt, wenngleich er noch auf Erden weilt. Denn leben heißt tätig sein durch den Antrieb des Geistesfunkens im Menschen, und zwar stets im Willen Gottes, weil der Geistesfunke im Menschen mit dem Vatergeist von Ewigkeit in Verbindung steht und somit dem Menschen nur das unterbreiten wird, was wirklich Wahrheit ist, also auch dem Willen Gottes entspricht. Ist aber der Geistesfunke im Menschen erwacht, dann treibt er unentwegt ihn dem Ziel zu, denn der Funke, der einmal zur Flamme auflodert, kann nicht mehr erlöschen, weil Gott Selbst die Flamme nun nähret und etwas rein Göttliches, das erst einmal wirksam geworden ist, nimmermehr in den Zustand des Todes zurücksinken kann, weil die Verbindung mit dem Vatergeist hergestellt wurde, als der Geistesfunke zum Leben erwachte. Diese Bindung wird nicht mehr aufgelöst, sondern stets fester und inniger durch die Liebe, zu der der göttliche Geist ständig antreibt. Die Erweckung zum geistigen Leben ist das Wichtigste im Erdenleben, denn dann tritt eine Wandlung ein, der Weg, der zuvor eben war oder in den Abgrund führte, geht nun aufwärts zur Höhe und führt dem herrlichsten Ziel entgegen. Es ist aber ein weiter Weg zur Vollendung, weil vorerst die Schlacken um die Seele aufgelöst werden müssen, ehe der Geistesfunke so wirksam sein kann, daß er ohne Zweifel als Gottes Ausstrahlung erkannt wird. Die geistige Wiedergeburt hat also wohl stattgefunden, sowie der Geistfunke zum Leben erwachte, aber nun erst muß sich dieser mit der Seele vereinen, bis diese sich ganz und gar der göttlichen Führung überlässet, also eifrigst den Willen Gottes zu erfüllen sucht. Der Mensch führt also nun ein zweites Leben neben dem irdischen Leben.... und dieses ist das eigentliche Leben der Seele, das im geistigen Reich erst zur vollen Entfaltung kommt und ungeahnte Tätigkeit bedeutet. Das Wirken einer vollkommen gewordenen Seele im Lichtreich wird immer ein Einfügen in den göttlichen Willen sein, welcher der Seele durch den Geist ständig offenbart wird. Geist und Seele sind also dann eins geworden und stehen in unlösbarer Verbindung mit Gott, dem Vatergeist von Ewigkeit. Dies ist dann das ewige Leben, denn ein gewaltiges Betätigungsfeld liegt nun vor einer solchen Seele, doch da sie nun licht- und krafterfüllt ist, weil ihr Geist unentwegt vom Vatergeist gespeist wird, darum ist ihre Tätigkeit unbeschreiblich beseligend, denn sie fühlt sich verbunden mit Dem, Den sie liebt, und wirket und schaffet für Ihn, indem sie alles zu Ihm hinzuführen sucht, was noch von Gott entfernt ist. Eine Seele, die zum ewigen Leben eingegangen ist, wird jegliche Schwäche verlieren, sie befindet sich wieder in dem Urzustand, wo sie ohne Einschränkung schaffen und gestalten konnte, weil sie wieder so vollkommen geworden ist, wie sie einst von Gott ihren Ausgang nahm....
Amen
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