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Otras traducciones:

Restricción de libertad.... Direcciones espirituales....

De ninguna manera se respeta el libre albedrío del hombre si se le impide su esfuerzo espiritual, si se le obliga a pensar, independientemente de si corresponde o no a la verdad. Siempre debe dejarse a él la libre decisión.... Ciertamente puede buscar consejo y ese consejo se lo pueden dar otros seres humanos, pero esto siempre debe suceder en forma de instrucciones, que puede aceptar o no, dependiendo de su voluntad, pero tan pronto como se ejerce cierta coerción en el sentido de que se le presenta una moda de ver que se supone debe aceptar y se libra una lucha contra cualquier otra dirección espiritual, se intenta eliminar la libre voluntad del hombre y esto no corresponde a la voluntad de Dios.

Pero vosotros, los humanos, os estáis acercando a este tiempo en el que toda libertad será restringida y, especialmente, la libertad espiritual será completamente socavada. Esto sucederá a través de disposiciones de todo tipo, lo que hará que los humanos sean tan indecisos y temerosos que cumplirán todas las órdenes e incluso arrojan por la borda sus propios puntos de vista porque temen al poder terrenal. Los seres humanos que han llegado a ser conocedores por el gran amor de Dios tienen que defender abiertamente la enseñanza de Jesucristo, y no deben dejarse disuadir por ninguna por ninguna medida o amenaza, sino que su voluntad debe activarse y persistir en lo que su corazón reclama como verdad, y también deben vivir en la Tierra de acuerdo con esta verdad.

Pero una vida así suele ser incómodo para los humanos y, por eso, ceden fácilmente, abandonan la antigua fe y se dejan persuadir de algo que contradice la fe divina. Esta es una prueba que el hombre puede pasar si siempre consulta a Dios y se recomienda a Él y a Su gracia. Pero nunca debe sacrificar su libre albedrío. Debe aferrarse a cualquier cosa que le parezca verdad y representarla con convicción; Pero aquellos humanos que renuncian a sus propias convicciones sin luchar son débiles y no resisten y no merecen el amor con el que Dios cuida de cada uno, porque Le traicionan en aras del éxito terrenal y su voluntad va por el camino equivocado....

Amor

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Freiheitsbeschneidung.... Geistesrichtungen....

In keiner Weise wird der freie Wille des Menschen geachtet, so sein geistiges Streben unterbunden wird, so er in ein Denken hineingedrängt wird, ganz gleich, ob es der Wahrheit entspricht oder nicht. Stets muß der freie Entscheid ihm überlassen bleiben.... Er kann sich wohl Rat holen und ein solcher ihm von Mitmenschen gegeben werden, aber immer muß dies in Form von Belehrungen geschehen, die er nun annehmen kann oder nicht, je nach seinem Willen, sowie aber ein gewisser Zwang ausgeübt wird insofern, als daß ihm eine Anschauung unterbreitet wird, die er annehmen soll, und gegen jede andere Geistesrichtung ein offener Kampf geführt wird, versucht man, den freien Willen des Menschen auszuschalten, und es entspricht dies nicht dem Willen Gottes. Doch ihr Menschen gehet dieser Zeit entgegen, wo jegliche Freiheit beschnitten wird und besonders die geistige Freiheit völlig untergraben wird. Es wird dies geschehen durch Verfügungen aller Art, welche die Menschen so unschlüssig und ängstlich machen, daß sie sich fügen in alle Anordnungen und sogar ihre eigenen Anschauungen über Bord werfen, weil sie die irdische Gewalt fürchten. Es müssen die Menschen, die wissend geworden sind durch die übergroße Liebe Gottes, offen eintreten für die Lehre Jesu Christi, und sie dürfen sich durch keine Maßnahmen und keine Drohungen beirren lassen, sondern ihr Wille muß tätig werden und bei dem verharren, was ihnen das Herz als Wahrheit kündet, und dieser Wahrheit entsprechend müssen sie auch leben auf Erden. Ein solches Leben aber ist den Menschen zumeist unbequem, und daher geben sie leicht nach, sie geben den alten Glauben hin und lassen sich etwas einreden, was dem göttlichen Glauben zuwidergeht. Es ist dies eine Probe, die der Mensch bestehen kann, so er alle Zeit Gott zu Rate zieht und sich Ihm und Seiner Gnade empfiehlt. Doch niemals darf er seinen freien Willen opfern. Was ihm einmal als Wahrheit erscheint, das muß er festhalten und aus Überzeugung vertreten; jene Menschen aber, die ohne Kampf ihre eigene Überzeugung aufgeben, sind schwach und widerstandslos und verdienen nicht die Liebe, mit der Gott jeden einzelnen betreut, denn sie verraten Ihn um irdischen Erfolges willen, und ihr Wille geht einen verkehrten Weg....

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde