B.D.-Nr. 6957

La fe que puede mover montañas....

Todos vosotros aún no sois lo suficientemente fuertes en la fe, de lo contrario, ni la más mínima duda os saltaría cuando recurráis a Mí en íntima oración. Os falta la fuerza de la fe que puede mover montañas.... Siempre quiero que os sometáis a Mi voluntad, que os entreguéis completamente a Mi voluntad, pero con una fe fuerte tampoco dudaríais de que Mi voluntad sea otra cosa que daros lo que pedís.... Porque esa es la fuerza de la fe: que os sentís uno Conmigo y Mi voluntad, que os sentís tan íntimamente conectados Conmigo que la misma voluntad también os domine a vosotros, que ya no os sentís aislados de Mí, sino que caminéis por vuestro camino terrenal en el sentimiento de completa armonía entre Mi voluntad y la vuestra propia, y por lo tanto siempre sepáis que solo pediréis lo que Yo quiero daros.

Todos vosotros tenéis que profundizar vuestro vínculo Conmigo aún más íntimo, y entonces podréis mover montañas, porque siempre soy Yo Quien cumple todo lo que deseáis. Por lo tanto, debéis resistir toda duda; debéis acercaros a Mí en busca de ayuda con plena confianza de que Yo os ayudaré. Porque en cuanto os acerquéis a Mí íntimamente, sólo Me pediréis cosas cuyo cumplimiento no dañe vuestra alma. Por lo tanto, preguntaos siempre si deseáis algo para vuestra alma o solo para vuestro cuerpo. Lo que sirve al alma, verdaderamente no os lo niego, lo que solo desea el cuerpo, bien puedo negarlo, pero siempre solo por amor a vosotros, para que vuestra alma no sufra daño.

Pero siempre os lo digo una y otra vez que vosotros mismos solo Me pediréis cosas que Yo cumpliré, siempre que seáis verdaderamente devotos a Mí. Por lo tanto, tenéis que preguntaros qué tipo de vínculo existe entre vosotros y Yo. Y mientras dudéis, este vínculo dejará mucho que desear. Porque estáis convencidos de Mi presencia en vosotros, entonces también sabréis que Yo lo organizo todo, pienso y actuó por vosotros. Entonces también sabréis que nada es imposible para Mí, que solo quiero que confiéis en Mí, que simplemente os exijo una fe firme e inquebrantable en Mi amor, sabiduría y omnipotencia....

Debéis adquirir esta fe para poder transmitirla a los demás, y cuanto más fuerte sea esta fe en vosotros mismos, con mayor convicción podréis influir en vuestros semejantes, quienes también deberían volver a la fe. Por cierto que no dudáis de Mi poder, pero si de Mi voluntad.... Por lo tanto, vosotros mismos tenéis que tener una voluntad diferente, porque de lo contrario sabríais que estáis completamente de acuerdo Conmigo y entonces no desearíais nada que no corresponda a Mi voluntad. Pero si deseáis algo, entonces también debéis saber que Yo deseo lo mismo para vosotros, que también cumpliré vuestras peticiones, siempre que os sometáis a Mí y a Mi voluntad. Porque entonces no podríais desear nada más. Y entonces vuestra oración es válida, y no necesitáis dudar.

Por eso, esforzaos siempre en hacerme presente en vosotros solo a través de vuestra voluntad de vivir de un modo que Me agrade, a través de la oración íntima y de actos incesantes de amor.... Entonces siempre seréis de la misma voluntad Mía, y sólo pediréis lo que Yo seguramente os concederé, porque entonces vuestra voluntad es la Mía y siempre pediréis sólo lo que es beneficioso para vuestra alma....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.