B.D.-Nr. 6570

“Mis ovejas reconocen Mi voz....”

Las Palabras que recibís de Mí son espíritu y vida.... Por lo que también tienen que abordar al espíritu de cada ser humano y darle la vida. Tiene que sentir la fuerza de Mi Palabra tan pronto como abra su corazón y Me permita entrar, tan pronto como acepte con gratitud el don que Yo Mismo le ofrezco. Y siempre se sentirá conmovido por Mi Palabra quien Me ama y también muestra amor al prójimo, porque ya está conectado a Mí a través del amor y reconoce Mi voz como la voz del Padre, Que desea hacer feliz a Su hijo.

“Mis ovejas reconocen Mi voz”.... Y Mi voz sólo resuena cuando Yo Mismo también puedo hablar a los humanos.... No podéis llamar la palabra vacía “la voz del Padre”, que también pueden usar las personas, pero quienes aún no permiten Mi presencia en sí mismas, quienes aún tienen el espíritu no despierto, quienes dicen hablar en Mi nombre, pero a través de quienes Yo Mismo aún no puedo hablar a todos los que escuchan. El reconocimiento de Mi voz requiere una conexión tan consciente Conmigo que Yo Mismo también pueda hablar.... Y esta conexión tiene que ser establecida tanto por el predicador como también por quien escucha la Palabra.... Entonces el buen pastor atrae a sus ovejas y ellas lo seguirán voluntariamente....

Mis ovejas reconocen Mi voz.... ¿Acaso esto no presupone que les hablo una y otra vez? Enfatizo que Mis ovejas reconocen Mi voz.... Por lo tanto, hago una distinción entre quienes Me escuchan, porque no todos pueden considerarse Míos, y por lo tanto, no todos Me reconocerán en la Palabra.... Pero siempre hablaré a los Míos, para que se cumpla Mi promesa: que escuchen Mi voz y así la reconozcan como pruebe de la presencia de Aquel a Quien se han entregado.

Así que también he señalado a través de estas Palabras que siempre Me dirigiré a vosotros, los seres humanos, que la palabra escrita no se entiende por sí sola, que puede carecer de espíritu y vida y si Yo Mismo no la vivifica, si Mi Espíritu no le da la vida. Pero también sabía que Mi Palabra solo sería reconocida como una transmisión directa de Mí Mismo si una vida de amor hubiera despertado el espíritu en los seres humanos, y por eso hablé de “los Míos”, pues el amor es el vínculo que Me une a ellos y hace posible Mi obra directa en ellos y sobre ellos. Ciertamente todos pueden oír la Palabra, pero la voz requiere Mi presencia.... Así, también os he asegurado, seres humanos, Mi presencia, y os doy prueba de ello a través de Mi voz.... Y los Míos también la reconocerán como la “voz del Padre”.

Pero sólo un pequeño rebaño escucha el llamado de su Pastor y lo sigue; sólo unos pocos escuchan Su voz, porque cada vez más personas se dejan engañar por hermosas palabras que tienen un sonido ensordecedor, pero carecen de espíritu y de vida.... Y estas personas no están entre los Míos, porque no son de Mi Espíritu, carecen de amor y, por lo tanto, no se sienten atraídas por Mí. Y cuando les hablo, se apartan y buscan los lugares donde Mi adversario habla bajo un astuto disfraz, y se conforman con el cascarón vacío del que no pueden extraer ninguna fuerza. Pero Mi Palabra es fuerza, y dará vida a todos los que se dejen hablar por Mí, que anhelan Mi voz y que, como hijos Míos, también experimentan el amor del Padre....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.