B.D.-Nr. 6085

La ayuda de Dios para la Salvación.... Libre albedrío....

Sólo quiero ayudaros a alcanzar la Salvación.... y como veo que vosotros, los humanos, vais por mal camino, Me acerco a vosotros para mostraros el camino correcto. Sin embargo, sólo puedo enseñaros el camino correcto y exhortaros a seguirlo, pero ahora vuestra voluntad tiene que declararse dispuesta a seguir Mi consejo.... Esta voluntad vuestra, sin embargo, es débil y voluble, pues en cuanto alguien viene y os seduce para que lo sigáis, ya no os recordáis de Mis Palabras, y os unís al seductor, vosotros lo seguís, quien os extravía, alejándoos del objetivo correcto.

El ser humano en la Tierra es influenciado de ambos lados en su estilo de vida, pero él mismo marca la diferencia con su voluntad. Por lo tanto, además de Mis Palabras, que buscan impulsarlo a tomar la decisión correcta, también tengo que permitir que las dificultades y el sufrimiento lleguen al ser humano, que le impiden seguir al seductor.... que lo incapacitan para recorrer el camino con él.... lo cual, sin embargo, no significa que todavía Me esté siguiendo a Mí, también puede permanecer inactivo en el camino, y puede perderse un tiempo precioso que podría haber aprovechado para progresar.... Sin embargo, esto también es su libre albedrío, que no debe ser vulnerado. Dondequiera que esté.... Mi amor no se aleja de él y lo influye constantemente, y nadie podrá decir que no Me he interpuesto en su camino y le he traído repetidamente Mi Palabra, que tiene como objetivo ayudarlo a tomar la dirección correcta de su voluntad.

Una y otra vez Me dirijo a los humanos, y especialmente en la necesidad terrenal, Me revelo como un Padre amoroso Que concede las peticiones de Sus hijos.... Y por lo tanto, es muy posible que obedezcan Mi Palabra y tomen el camino correcto hacia las alturas.... que reconozcan la inutilidad de lo que el seductor les presenta como una tentación.... y que ahora Me elijan a como su Líder, a Quien seguirán voluntariamente y con Cuya ayuda alcanzarán su objetivo.... Mi única intención consiste en bendeciros, pero vuestra voluntad también tiene que estar preparada, porque no puedo obligaros a ser bendecidos.... de lo contrario, todos vosotros ya seríais criaturas bendecidas, pero sin libertad de voluntad.... y así entonces, vosotros tendríais que actuar de conformidad con la ley obligatoria, que, sin embargo, excluye la perfección. Pero vosotros debéis formaros como Mis hijos en el libre albedrío.... sólo entonces podréis ser y permanecer por toda la eternidad....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.