B.D.-Nr. 5973
Depende de vosotros qué camino deseáis tomar, pero se os dirá cuál lleva hacia las alturas y cuál a las profundidades, y entonces vosotros mismos elegís el destino. Porque no cada uno quiere ascender a las alturas porque no le parecen tentadoras.... quiere ver lo qué le ofrecen los caminos llanos o profundos. No se esfuerza por las alturas porque los caminos profundos le agarran, porque ve imágenes tentadoras dondequiera que se dirige su mirada mientras evita las alturas. Y el camino hacia arriba le parece arduo y poco prometedor, porque no ve a Aquel que iría delante de él, Que le guiaría si estableciera las alturas como su meta. Y es por eso que no escucha las advertencias y amonestaciones que recibe al comienzo de su viaje, busca por sí mismo el camino más viable e ignora deliberadamente las advertencias de aquellos que están bien dispuestos hacia él.
Dispone del libre albedrío y puede usarlo sin impedimentos.... Pero entonces también tiene que asumir las consecuencias que una dirección de voluntad equivocada le ha dado; tiene que aceptar el destino que le espera en las profundidades; él alcanza un objetivo, aunque se esfuerce hacia el abismo, él encuentra lo que anhelaba durante su vida terrenal.... La materia lo ata, de la cual debería librarse durante su vida terrenal.... El camino ascendente, sin embargo, conduce al reino espiritual.... La mirada constantemente se dirige espiritualmente, y la guía también es espiritual, y la meta invita a una vida de completa libertad y dicha....
El ser humano está libre de todas las ataduras porque ya nada lo retiene en las profundidades, y ahora puede crear y obrar en el reino de los espíritus benditos.... En el camino de la vida hay tan a menudo llamadores y amonestadores que quieren mostraros el camino correcto y que os señalan el peligro que corréis si ignoras a los amonestadores, y que os pintan con colores tentadores el reino que tan indiferentemente perdéis porque primero tenéis que ascender para tenerlo ante vuestros ojos.... Y os advierten tan urgentemente acerca las profundidades hacia las que os esforzáis....
Pero vosotros no les creéis y no queréis tomar caminos extenuantes.... camináis sin preocupaciones, prestando atención sólo a lo bello, pero lo cual es peligroso para vosotros. Y no se os puede obligar a tomar el camino correcto; Sólo se os puede hacer consciente con amor de que vuestro camino os está extraviando.... Pero si no queréis creer y no elegía otro camino, entonces también tenéis que asumir las consecuencias: os alejaréis cada vez más de la meta correcta, aumentando así vuestra distancia de Dios, y finalmente terminaréis con aquel de quien debéis liberaros mientras permanezcáis en la Tierra.
Por eso, no cerrad vuestros oídos cuando los mensajeros de Dios que quieren guiaros se crucen en vuestro camino.... Abandonad vuestra resistencia y dejad que os guíen, y un día os daréis cuenta de lo mucho que habéis ganado y del terrible destino del que os habéis librado.... Agradeceréis y alabaréis a Aquel cuya misericordia os ha sido mostrada, porque Él ha preparado para vosotros el camino que conduce hacia arriba....
amén