B.D.-Nr. 5970
El diluvio del amor divino se derrama sobre todas las criaturas surgidas del amor de Dios, y este amor hace que lo que está muerto vuelva a la vida, que llegue a la luz lo que habita en las tinieblas.... fortalece lo que yace en el suelo, en absoluta debilidad. El amor de dios lo es todo; es luz, fuerza y vida; es la fuente de la bienaventuranza; es un arroyo inagotable que riega y refresca todo lo que está seco y que necesita una revitalización.
Pero todo lo que está fuera de la corriente divina del amor está inevitablemente en un estado sin vida.... Pero solo la vida es dicha.... Por eso, el amor de Dios se esfuerza constantemente por incluir todo lo muerto en su corriente de amor.... para fortalecerlo y irradiarlo para que despierte a la vida. Es su aliento el que toca a cada criatura para infundirle vida; de lo contrario, permanecería eternamente muerta.
Y todo en la creación que revela vida también recibe esta corriente de poder del amor.... pero siempre en diversos grados, que aumentan cuanto más es tocado por el poder del amor, hasta que el ser vivo se vuelve consciente de su poder y puede querer y actuar libremente desde dentro.... hasta que, como ser humano, posee tanto poder para caminar independientemente el camino hacia la Fuente del poder.... Entonces puede aumentar el grado de suministro de luz y alcanzar una vida de luz y dicha.... Y ahora el poder divino y la luz pueden fluir al ser humano en abundancia.... pero también puede cerrarse a este influjo, porque los seres humanos disponen del libre albedrío, que no forzará la aceptación del poder del amor divino. No será determinado, sino suavemente impulsado, a abrirse a lo más preciado que se le da a través del amor de Dios: Su Espíritu, que puede obrar poderosamente en él para lograr un éxito espiritual indescriptible.
Ser guiado por el Espíritu divino garantiza el mayor éxito.... pero está guía hay que buscarla voluntariamente.... El Espíritu de Dios debe pedirse en oración y ser adquirido.... el ser humano tiene que desear estar bajo la guía divina y hacerse digno de ella sometiéndose a la voluntad de Dios, que se le da a conocer a través de Sus mandamientos de amor. Entonces también habrá despertado a la vida.... una vida que dura para siempre....
Entonces el ser humano ha entrado voluntariamente en el circuito de amor divino, entonces se vivifica completamente, es decir, se activa de la manera prevista desde el principio. Aumentará la luz y la fuerza al transmitirlas también a sus semejantes; también guiará a otros a la vida, porque la vida siempre significa actividad constante, usar la fuerza en un sentido positivo y así resucitar a los muertos.... Y el Espíritu de Dios se hará poderoso en los débiles.... Toda debilidad se desvanecerá, y la fuerza y la vida estarán donde antes había debilidad y muerte....
amén