B.D.-Nr. 5614

Bienes espirituales.... Cognición rápida como un rayo.... Asistencia....

Los bienes espirituales de un ser humano individual caracterizan su madurez. Sin embargo, el grado de madurez no necesita ser comprobado en la Tierra, sino que en el reino del más allá es reconocible por la vestimenta de luz con la que el ser humano entra en las esferas donde puede utilizar sus bienes espirituales. Porque entonces poseerá en abundancia, si su alma ha madurado a través de la obra del amor en la Tierra. Entonces se le puede impartir la cognición en un instante, si no lo poseía ya en la Tierra. Porque hay humanos en la Tierra que caminan por la Tierra sencilla y silenciosamente con un corazón lleno de amor y, sin embargo, saben poco....

Su pensamiento es correcto y siempre corresponderá a la verdad, pero les falta el conocimiento de verdades espirituales más profundas, pero que recibirán tan rápido como un relámpago después de su muerte para traerles felicidad ilimitada y estimularlos a una actividad diligente en el más allá. A quien se le permite recibir este conocimiento en la Tierra ya ha alcanzado un cierto grado de madurez, pero también tiene una misión que cumplir.... obrar esclareciendo en la Tierra y utilizar su conocimiento, para trabajar con ello para el reino de Dios, en otras palabras, para así realizar la obra de Redención, que también puede extenderse al reino del más allá. Porque ese conocimiento proviene del reino espiritual y sólo toca problemas espirituales, y por lo tanto debe aplicarse nuevamente para preparar el alma para el reino espiritual.

Se trata pues, de un trabajo para el Reino de Dios, no de un trabajo para obtener ventajas terrenales.... Porque el mundo se apaga allí donde es necesario realizar un trabajo espiritual.... (07.03.1953) Este trabajo, pues, sólo puede realizar el ser humano que ha vencido al mundo, que se esfuerza por alcanzar el Reino, que es su objetivo y su destino, que, por tanto, se esfuerza conscientemente por alcanzar a Dios. El ser humano también puede adquirir bienes espirituales de manera inconsciente si vive en el amor y así acumula tesoros que sólo tendrán significado para él en el reino espiritual, de modo que entonces cosecha, por así decirlo, lo que ha sembrado en la tierra a través de su actividad de amor.

Pero para poder realizar un trabajo para el Reino de Dios, el ser humano tiene que estar conscientemente en contacto con Dios, estableciendo la conexión a través de la obra de amor, pero conociendo también su propia tarea de vida y tratando de transmitir este conocimiento a sus semejantes por amor a Dios y a sus semejantes. Y este trabajo consciente por el Reino de Dios es muy beneficioso, tanto para el ser humano mismo como para sus semejantes, cuya voluntad de amar aún es demasiado débil para decidir emprender por sí mismos el trabajo del alma. Ellos necesitan ayuda, necesitan personas que les inspiren a realizar el trabajo más importante en la Tierra, y quien se ofrezca a Dios para esta asistencia, también recibirá la fuerza y la capacidad de Dios para llevar a cabo dicho trabajo; recibirá primero para sí lo que debe y quiere transmitir a sus semejantes....

Es llevado a la cognición de la verdad para que ahora pueda difundirla. Porque el que quiere prestar esta asistencia, vive en el amor, y por eso también es apto para ser enseñando por el Espíritu de Dios; Entonces habrá alcanzado un grado de madurez que le permita la obra del Espíritu divino, y ahora también podrá ser activo para la bendición de sus semejantes según la voluntad de Dios.... Será un verdadero siervo en la viña del Señor, trabajando incansablemente y sirviendo a Dios fielmente....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.