B.D.-Nr. 5609

Medicina eficaz para el alma: La Palabra de Dios....

La sanación de un alma enferma sólo puede lograrse mediante una medicina curativa, una medicina que contenga todo lo que le falta al alma, todo lo que la ha llevado a un estado que se manifiesta en debilidad y sufrimiento. Es alma sólo sentirá estos debilidades y sufrimientos al entrar en el reino del otro mundo, pues antes de esto, el ser humano sólo se preocupa por el cuerpo, y todas las deficiencias del alma retroceden, solo para hacerse más evidentes una vez que ha dejado de lado el cuerpo y solo queda lo que es el resultado de su vida terrenal.... el alma imperfectamente formada, que ahora entra en el reino del otro mundo y experimenta su pobreza con extrema agonía.

Podría haberse curado en la Tierra, es decir, ser cuidada de tal manera que hubiera recibido todo lo que le faltaba, si se le hubiera dado la medicina adecuada en la Tierra, que la habría curado y la habría puesto en un estado fuerte cuando su cuerpo muriera.... Pero también puede recuperarse en el más allá a través de la misma medicina, puede mejorar su estado débil y miserable, incluso si será más difícil que en la Tierra, puede compensar lentamente lo que le faltó en la Tierra, pero nunca sin los medios adecuados que le traerán fuerza y recuperación.

Y este remedio es Mi Palabra, que es verdaderamente la única medicina de efecto curativo seguro, que es indispensable para el alma, que le da la vida justa, una vida en la que puede crear en luz y fuerza y es bienaventurada.... El alma no puede vivir sin Mi Palabra, probablemente puede vegetar, aburrida y miserable y completamente con falta de fuerza, porque no puede perecer, pero no es una vida que requiera actividad y fuerza y luz. Con Mi Palabra ella recibe todo para poder ser activa, porque recibe la fuerza directamente de Mí, y esta fuerza la impulsa a la actividad, así como una buena medicina estimula y vivifica al enfermo, para que pueda participar en el trabajo que le parece una felicidad.

Mi Palabra es simplemente la ley del orden eterno, y quien se mueve en Mi orden eterno vivirá, porque una vida es igual a una actividad según Mi voluntad. Quien viola Mi orden, obra equivocadamente o se le impide trabajar; se ha vuelto completamente incapaz de realizar cualquier obra.... Mi Palabra es la ley divina anunciada a vosotros, que debéis seguir para poder ser activos en la eternidad. Tenéis que conocer Mi ley y por tanto escuchar Mi Palabra y vivir conforme a ella, entonces vuestra alma ya lleva vida dentro de sí misma y podrá desarrollarse en el reino espiritual para bendición propia y de muchas almas.

Pero si llega al más allá con una enfermedad terminal, entonces le falta cualquier fuerza para ejercer una actividad y se encuentra indefensa y depende de ayuda exterior para no hundirse en la oscuridad más profunda de la que no puede liberarse. No hay otro medio que esta Mi Palabra, y aunque se ofrezca intercesión para estas almas que están en necesidad.... esto sólo ayuda a estimular su voluntad a abrirse cuando se les ofrece el medio de salvación.... Porque el alma misma debe quererlo; Ningún ser humano en la Tierra ni ningún ser en el más allá puede arrebatarle esta decisión de su voluntad; Ella debe recurrir inevitablemente a aquellos que quieren llevarle la Palabra que puede sanarla y fortalecerla.

Y vosotros, los humanos, debéis orar para esta voluntad, para que se vuelva blanda y dócil, y el alma ya percibirá esta oración como fuerza y aceptará la fuerza que se le ofrece. Mi Evangelio debe ser llevado a todas las almas que desean alcanzar la vida eterna.... Porque aceptarlo es entrar en Mi orden eterno y por tanto en la vida eterna, pues quien se mueve en Mi orden también podrá actuar según Mi voluntad; Podrá obrar en fuerza y luz y ya no estará muerto en espíritu, sino que vivirá para siempre....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.