B.D.-Nr. 5311
El proceso de desarrollo espiritual requiere de infinito amor y paciencia por parte del Padre Celestial, sin importar si lo espiritual está en la etapa del libre albedrío o de voluntad atada. El retorno de lo espiritual hacia Él es un proceso que requiere un tiempo infinitamente largo, porque las sustancias individuales que una vez fueron desterradas como entidades diminutas en las obras de la creación, tienen que volver a encontrarse primero, antes de que tenga lugar este reencuentro y unificación durante el estado de la voluntad atada.
Como ser humano, en el estado del libre albedrío, esta unificación de las sustancias ya ha tenido lugar, y lo espiritual ha recuperado su conciencia del “Yo”; Pero ahora debe purificarse completamente, debe unificarse con Dios, su Creador y Padre desde la eternidad, lo que probablemente puede hacer.... Pero también puede fragmentarse de nuevo, es decir, esforzarse hacia abajo, puede desarrollarse al revés y despreciar completamente la unificación con Dios y, sin embargo, su voluntad no debe ser obstaculizada. Sólo a través del amor se puede conquistar y animar a luchar por el Amor Eterno. Y esta recuperación exige amor infinito y paciencia del Padre, Que no quiere perder a Sus hijos, pero que no puede obligarlos a pertenecerle a Él.
Pero el amor de Dios no tiene límites.... no se cansa, no se impacienta, no se enoja y nunca desiste de aquello que cree que puede separarse por propia voluntad de Él. Y lo conseguirá inevitablemente, pero pueden pasar tiempos infinitos antes de que pueda lograrse, y esto va en detrimento de lo espiritual mismo, que pasa un tiempo infinitamente largo en una existencia infeliz, ya sea como ser humano o como espiritual todavía atado.... Y por eso el amor de Dios vendrá continuamente en su ayuda y lo apoyará en todos los sentidos.
Dios creará continuamente nuevas creaciones para que el curso de desarrollo pueda seguirse ininterrumpidamente de acuerdo con la ley obligatoria, así como también ayuda a lo espiritual como ser humano con todo amor a encontrar el camino hacia las alturas. Todo lo que Dios pueda hacer para promoverlo se hará, pero el libre albedrío ineludiblemente del ser humano determina cuánto tiempo lo espiritual permanece todavía en un estado atado, es decir, cuánto tiempo necesita hasta que se logra la unificación con Dios y, por lo tanto, la separación de toda forma material.
El amor de Dios nunca dejará de cuidar de lo espiritual, incluso cuando parezca que se aleja de los humanos, porque nunca renunciará a lo que le pertenece desde la eternidad, a lo que sólo debe unirse conscientemente a ello para poder experimentar la dicha ilimitada, que de otro modo, porque sólo una criatura que se ha convertido en amor sólo puede sentir el amor de Dios y su cortejo hasta este amor nunca cesará....
amén