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'I Myself Am the Word....' The disciples' Gospel....

Engross yourselves in the Gospel I send to you from above and you will realise that it is the same that My disciples had written down, who did so on My instruction. It is always Me Myself Who speaks to you humans if you accept My Word, wherever it may be. I spoke to people through My disciples and still do so today, because My love is not restricted and neither is My Word, that is, the emanation of My love, which expresses itself through My Word and will never end, which you will certainly understand when you know what My Word fundamentally is. I Myself Am the Word.... This alone must prove to you that I have not committed Myself to letters and that My Word will always and forever be conveyed to the spiritual essence which has embodied itself on earth as a human being. My Word will certainly forever remain the same because, being the only truth, it can never be changed by Me, yet you humans rearrange it through your will, you assign a different meaning to My Word, as long as you are not yet spiritually enlightened. And for this reason alone I must repeatedly convey My Word to earth, so that My Word will come true: Heaven and Earth shall pass away: but My Words shall not pass away. ... My Word, the pure Gospel from the heavens, which time and again provides you with the evidence of Myself and My love. As long as you humans are still imperfect you will not keep anything of perfection the way it is..... Instead, you will always strive to change it, precisely because you are imperfect. It is a natural law that nothing will remain pure as soon as it comes into an impure environment, and human will is far more inclined towards that which is imperfect and will always try to drag down what is above himself. Nevertheless, it is free will, which will not be interfered with from My side, hence I will never keep My teaching pure by force, instead, I will repeatedly convey the pure truth again to those of you who desire it. People will never become aware of the distortion of My originally pure teaching if they do not profoundly desire the truth themselves, otherwise the error would not be so widespread. And neither will they accept anything that is offered to them by Me with love, for they are spiritually blind, they keep to the letter and remain untouched by the spirit of My Word. I will never expend Myself, and I will never stop bestowing the emanation of My eternal love upon humanity. And therefore I will never stop descending personally to people in the Word.... which I promised you with the Words: I Am with you always, even unto the end of the world.... If I therefore want to stay with you Myself, then you must also be able to hear Me, for I Am life, I Am strength and thus also the Word of eternity, which manifests itself as life and strength, light and love. I do not want you humans to look upon Me as a distant God. I want to be a Father to you, always close and always willing to give you Words of love if you want to hear them. Just as I once spoke to people when I lived on earth, just as I spoke to My disciples after My ascension to Heaven in whom I continued working in spirit as before on earth, that is how I also always want to speak to people like to My children, I want to convey Words of love and wisdom to them in order to reveal Myself to them as God, Creator and Father of eternity. And therefore I will never stop being present to My earthly children in the Word, and yet I will only ever impart to them the same that My disciples also received as Gospel from Me, because it is the pure truth, which shall remain, even if Heaven and Earth pass away....

Amen

Yo Mismo soy la Palabra" - El Evangelio de los apóstoles

Profundizaos en el Evangelio que Yo os dirijo desde la Altura, y reconoceréis, que es lo mismo que Mis apóstoles pusieron por escrito, que lo hicieron por encargo Mío. Siempre soy Yo, quien os habla a vosotros, hombres, si recibís Mi Palabra, igual donde sea.

A través de Mis apóstoles he hablado a los hombres y, hablo hoy aún también, porque Mi Amor no es limitado y por consiguiente tampoco limitada Mi Palabra, de ese modo la irradiación de Mi Amor que viene a expresarse por Mi Palabra, no cesa jamás, lo que os será bien comprensible a vosotros hombres, si sabéis que Mi Palabra es desde un principio verdadera.

Yo Mismo soy la Palabra. Y ya eso tiene que seros la prueba, de que Yo no Me he fijado en las letras y que Mi Palabra será dirigida siempre y eternamente a lo espíritual, que se ha encarnado como hombre en la tierra.

Bien permanece Mi Palabra eternamente la misma, porque ella, como la única Verdad, jamás puede ser transformada por parte Mía, pero sí, vosotros hombres la transformáis por medio de vuestra voluntad, vosotros dáis a Mi Palabra otro significado, tan pronto como no estéis aún iluminados por Mi Espíritu. Y ya por eso tengo que dirigir cada vez de nuevo Mi pura Palabra a la tierra, para que se cumpla Mi Palabra: El Cielo y la tierra pasarán, pero Mi Palabra permanecerá existiendo por toda la Eternidad.

Mi Palabra, el Evangelio puro venido del Cielo, el cual os da siempre testimonio de Mí y de Mi Amor, siempre de nuevo.

Mientras vosotros hombres seáis todavía imperfectos, no dejaréis nada así tan perfecto como es, sino que siempre aspiráis a modificarlo precisamente a causa de vuestra imperfección. Es esto una ley natural, que nada se conserva tan puro, tan pronto como llega en un ambiente impuro, y la voluntad humana está mucho más dirigida a lo imperfecto, y siempre tratará de arrastrar hacia abajo, lo que está sobre él. No obstante eso es la libre voluntad, la que por Mi parte es y permanece inviolable, de tal modo que Yo por eso jamás mantengo Mi Doctrina inevitablemente pura, sino que siempre os dirijo de nuevo la pura Doctrina, a vosotros que la anheláis.

Jamás los hombres serán conscientes de la transformación de Mi pura Doctrina original, si ellos mismos no se hallan en el anhelo más profundo de la Verdad, de lo contrario no estaría el error tan extendido. Y estos tampoco aceptan lo que con amor, se les es ofrecido por Mí, pues están ciegos en el espíritu, ellos se atienen a las letras y no están afectados por el Espíritu de Mis Palabras.

Jamás Yo Me agotaré, y jamás cesaré Yo de dirigir a los hombres la irradiación de Mi Amor eterno. Y por eso nunca cesaré de descender Yo Mismo en la Palabra a los hombres. Lo cual Yo os lo prometí con las Palabras: Yo permanezco con vosotros hasta en el fin del mundo.

Así pues, si Yo Mismo quiero permanecer con vosotros, entonces tenéis que poder percibirme también, pues Yo soy Vida, Yo soy Fuerza y por eso también la Palabra desde la eternidad, la Vida y Fuerza, la Luz y el Amor que viene en la expresión. Yo no quiero seros, a vosotros hombres, el Dios lejano que véis en Mí. Yo quiero seros un Padre, siempre próximo y dispuesto a daros Palabras de Amor, si queréis percibirlas.

Así como Yo hablé una vez a los hombres, cuando caminaba sobre la tierra, así como Yo hablaba a Mis discípulos después de Mi Ascensión en el Cielo, en los que Yo obraba ulteriormente como anteriormente en la tierra, en el Espíritu, así quiero Yo también hablar siempre a los hombres como a Mis hijos. Yo quiero proporcionarles Palabras del Amor y de la Sabiduría, y darme a ellos a conocer como Dios, Creador y Padre desde la Eternidad.

Y por eso no cesaré de estar con la Palabra junto a Mis hijitos en la tierra, y darles, sin embargo, lo mismo que recibieron Mis apóstoles como Evangelio de Mí, porque es la misma pura Verdad, que ha de permanecer aunque pase el Cielo y la tierra.

Amén