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Devotion to God....

The awareness of having given oneself to God gives the human being inner peace, and his soul does not tremble despite earthly adversity. For in God it recognizes the controller of destinies, the helper in every adversity, the strength and power in all abundance and the infinite love.... It offers no resistance to this love, it seeks to unite with it and finds happiness and peace in its striving towards God. It returns to its original state as soon as it has become completely one with God, consequently the striving for it, the devotion to God, must also trigger a feeling of happiness in it, after all, it treads the right path which leads towards the aim. Separation from the world, from everything that still harbours the spiritual, which is distant from God, is a prerequisite, only then can devotion to God take place without restriction, for the former prevents the soul from doing so because it directs all the human being's senses and aspirations towards itself and triggers desires in him which pull the soul down and make a connection with God impossible. Only the one who shuns and despises the world can approach God, and he truly exchanges nothing bad.... The goods of the spiritual kingdom are at his disposal which he can acquire without restriction, which make him clairvoyant and clairaudient for the spiritual world, for the actual home of the spiritual, and since the spiritual goods are emanations of eternal love they must also make the soul happy and put it into a peaceful state, thus prepare it for bliss for which it was originally created.... The world certainly offers earthly pleasures but the human being, who belongs to the world, is lightless, i.e. without knowledge. And this ignorance is not blissful for the soul but it is enveloped in deepest darkness and also feels this as torment. And that is why the human being tries to numb this feeling through pleasures of the world, even if he is unaware of its cause. But if he puts his earthly desire aside in order to desire spiritual goods, it becomes bright in him and his soul is happy, for the realization of truth means a return to its original state, where it was full of light and strength, called deepest knowledge its own and was able to utilize this knowledge in order to create and shape in bliss. Ignorance is at the same time weakness and lack of strength, so that the soul is in a state which completely deviates from its actual nature and therefore cannot give it the peace it longs for. But with the devotion to God out of innermost impulse the soul also desires light and strength, and its desire will always be granted because this applies to God Who, in His fatherly love, accepts every soul which offers itself to Him. It can never ever be lost to the world, it will never ever want to return once it has felt the bliss of His love in its devotion to God, for a soul which has once been illuminated by light fears darkness and recognizes it in the hustle and bustle of the world, it seeks to escape from it and attaches itself ever more intimately to God Who will never ever let it go but fetches it home into its father's house....

Amen

Devoción a Dios....

La conciencia de haberse entregado a Dios da al hombre la paz interior y su alma no teme a pesar de la necesidad terrenal. Porque ella reconoce en Dios al gobernante del destino, al ayudante en cada necesidad, la fuerza y el poder en toda abundancia y el amor infinito.... El alma no opone ninguna resistencia a este amor, busca unificarse con este amor y en su esfuerzo por Dios encuentra la felicidad y paz. Ella regresa a su estado original tan pronto como se haya vuelto una con Dios. En consecuencia, el esfuerzo por lograrlo, la devoción a Dios, también debe encadenar en ella un sentimiento de felicidad, mientras sigue el camino correcto que lleva al objetivo.

La separación del mundo, de todo lo que todavía contiene lo espiritual que está lejos de Dios, es un requisito previo para que la devoción a Dios pueda tener lugar sin restricciones, porque el mundo impide al alma hacerlo, porque dirige todos los pensamientos y aspiraciones del ser humano hacia sí mismo y desencadena deseos en él que arrastran el alma hacia abajo y hacen imposible una conexión con Dios. Sólo el que evita y desprecia el mundo puede acercarse a Dios, y verdaderamente no cambia nada malo por nada.... Tiene a su disposición los bienes del reino espiritual, de los cuales puede apropiarse ilimitadamente, los cuales le hacen clarividente y atento al mundo espiritual, para la patria verdadera de lo espiritual, y como los bienes espirituales son una irradiación del Amor Eterno, también deben hacer feliz al alma y ponerla en un estado de paz, es decir, proporcionarle la felicidad para la cual fueron creados originalmente....

El mundo probablemente ofrece alegrías terrenales, pero el ser humano que pertenece al mundo carece de luz, es decir, está sin conocimiento. Y esta ignorancia no es feliz para el alma, sino que la envuelve en la más profunda oscuridad y también la vive como un tormento. Y por eso el mundo intenta adormecer este sentimiento mediante el disfrute del mundo, aunque no sea consciente de su causa. Pero si deja de lado sus deseos terrenales para desear bienes espirituales, éstos le iluminan por dentro y su alma es feliz, porque el conocimiento de la verdad significa para ella un regreso a su estado original, donde estaba llena de luz y poder, donde llamaba propio su conocimiento más profundo y fue capaz de utilizar este conocimiento para crear y formar en la dicha.

La ignorancia es al mismo tiempo debilidad y falta de fuerza, de modo que el alma se encuentra en un estado que se desvía completamente de su verdadera naturaleza y por tanto no puede darle la paz que anhela. Con la entrega a Dios, desde el impulso más interior, el alma también tiene deseo de luz y de poder, y su deseo siempre será satisfecho porque este deseo es para Dios, Quien en Su amor de Padre acepta a toda alma que se ofrece a Él. Nunca podrá perderse para el mundo, nunca pedirá volver atrás una vez que haya sentido la bienaventuranza de Su amor en su devoción a Dios, porque un alma a la que una vez brilló la luz teme a las tinieblas, y las reconoce en el bullicio del mundo, ella buscar escapar de ello y conectarse cada vez más estrechamente con Dios, Quien nunca la dejará ir, sino que la llevará a casa de su Padre....

amén