Jesus Christ‘s body no longer opposed its soul; it demanded nothing for itself than the soul wanted, which had completely united with the spirit.... This was the state of Jesus, the man, when He had accomplished His act.... It was a state of utter dedication to God and total renouncement of everything belonging to the world.... His body, being entirely spiritualised, was totally independent from the earth and its laws, i.e. the spiritual substances of His human body had merged with those of the soul and effectively subordinated themselves to the spirit’s will, which was most closely united with the Father-Spirit, and thus the earthly body together with the soul became one with the eternal Deity.... This fusion was so extraordinarily significant and entails such far-reaching consequences which the soul is incapable of understanding as long as it hasn’t found the union with God itself. It was an act of immense self-denial, profoundest love and boundless dedication to God.... The soul of Jesus, the man, simultaneously drew its external shell, the body, into the sphere of God’s emanation of love, and both His soul and His body were permeated by God’s spirit of love, by His strength and His light.... Jesus, the man, was full of strength and light.... He was powerful and wise, and every creature obeyed Him, the whole of Creation complied with Him, for God was in Him in all fullness since neither the soul nor the body offered Him resistance any longer, and this boundless dedication also resulted in God’s boundless activity.... Now it was God Himself Who manifested Himself in everything Jesus did and said. God’s love takes hold of everything that hands itself over to Him, it permeates every creation as soon as its inherent spirit does not offer any resistance to the divine love.... Wherever this resistance is removed there can only be the love of God, therefore.... since God is love.... God can only be where He finds no opposition resisting Him.... Everything of God is divine as long as it offers no resistance. Only resistance turns God’s creation into something external to Him until it relinquishes its resistance of its own accord.... Jesus, the man, was utterly devoted to God and thus no longer external to God but fused with Him, thus One with God.... and therefore totally transfigured, because the union with God is a state of bright light.... And when Jesus Christ passed away from this world He took His body along with His soul into eternity, for nothing adhered to Him anymore which required further development, both body and soul were perfect; every spiritual substance was so inclined towards God that it was permeated by God’s light and love, that it was like God, because it had completely united with the eternal Deity....
Amen
TranslatorEl cuerpo de Jesucristo ya no opuso resistencia a su Alma; no requirió para sí otra cosa que lo que el Alma quería - la que se había unido totalmente con el Espíritu en ella. Este era el Estado de Jesucristo cuando había llevado a cabo su Obra. Se trataba de un Estado de plena entrega a Dios y una renuncia categórica de todo que pertenecía al mundo. Su cuerpo era completamente independiente de la Tierra y sus leyes, porque estaba totalmente espiritualizado, es decir, las sustancias espirituales que formaban su cuerpo humano se habían fusionado con las del Alma y, en cierto sentido, se habían sometido completamente a la Voluntad del Espíritu, el que se encontraba en más íntima Unión con el Espíritu paternal; con lo que también el cuerpo terrenal al mismo tiempo como el Alma ha llegado a ser Uno con la eterna Divinidad...
Esta Fusión era sumamente significativa, pues tenía consecuencias de un alcance tan largo que ni lo espiritual lo puede comprender antes de que ello mismo haya logrado la Unión con Dios... era una Acción de extremo Dominio de Sí mismo, de sumo Amor y de Entrega ilimitada a Dios... El Alma del Hombre Jesús, a la vez, llevó consigo su envoltura exterior, el cuerpo, a la esfera de la Irradiación de Amor de Dios; y su Alma y su cuerpo estaban penetrados por el Espíritu de Amor de Dios, de su Fuerza y su Luz...
El Hombre Jesús estaba lleno de Fuerza y Luz... era poderoso y sabio, y toda criatura le obedecía... y también le obedecía toda la Creación porque Dios mismo se hallaba en Él en toda Plenitud porque ya no existía oposición alguna contra Él - ni del Alma ni del cuerpo. Y esta Dedicación ilimitada también tenía como consecuencia el Efecto ilimitado surtido por Dios... Ahora era Dios mismo El que se manifestaba en todo lo que Jesús hacía y hablaba. El Amor de Dios acoge todo que se entrega a Él, y se transmite a cada Creación si lo espiritual en ella no opone resistencia al Amor divino...
Donde tal resistencia está eliminada, allí sólo ya puede haber el Amor de Dios. Y dado que Dios es el Amor, allí donde no haya resistencia que se le opone, sólo puede hallarse Dios. Todo lo que surge de Él es divino - mientras no se oponga resistencia. Únicamente la resistencia hace que algo creado por Dios se convierta en algo que se halla fuera de Él - hasta que esto por sí mismo desista de la resistencia.
Él Hombre Jesús estaba totalmente entregado a Dios, de modo que ya no como algo que se halla fuera de Dios, sino fusionado con Él, de modo que Uno con Dios - totalmente transfigurado, porque la Unión con Dios es un estado lleno de Luz...
Y Jesucristo al irse del mundo, con su Alma al mismo tiempo también se llevó su cuerpo a la eternidad, porque en este ya no había nada que habría precisado de un desarrollo en ascenso... el cuerpo y el Alma eran perfectos. Toda sustancia espiritual estaba entregada a Dios de manera que estaba penetrada de la Luz y del Amor de Dios... de modo que era igual que Dios, porque se había fusionado completamente con la eterna Divinidad...
Amén.
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