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Sounding word.... soundboard.... instrument....

There must be a sounding board, so to speak, if the tone is to sound audibly, and the same applies to the inner voice, which is only ever audible when the human being is receptive to the subtle sound of the divine voice. The instrument.... the human heart.... must first reproduce the sound that the divine master Himself makes resound and that touches the human heart full of intimacy and melodiousness. And the more the instrument is cared for, the sweeter the sound that is elicited from it, and thus every earthly child can hear the sound of the divine word if only it willingly opens its heart and desires to hear the divine voice. And yet it will only very rarely be that God can speak to people in this way. For no-one seriously desires to make use of the divine offer, because the human being does not have the desire to hear what the eternal creator wants to convey to him. And without desire it is again impossible to make divine truth accessible to him. And almost all people are in this situation today. They could hear the word of God, and indeed it can be received by them directly or also through transmission if the human being himself is not able to make his heart receptive. And then the human being is incapable if his will does not cause his heart to serve as a sounding board.... i.e. to listen willingly and joyfully until the voice resounds in the person's heart to the indescribable joy of the listener. For God will speak to everyone who wants to hear His voice; He will place the gift in everyone's heart to receive mental transmissions as well as resounding words and convey them to the brain, where it will first be processed intellectually and thus be conveyed to the person, either as clear thoughts or deeply felt words, which have no other purpose than to bring light and truth to people on earth, insofar as this is requested....

Amen

Palabra que suena.... Caja de resonancia.... Instrumento....

Hasta cierto punto debe haber una caja de resonancia, para que el sonido se escuche audiblemente, y lo mismo sucede con la voz interior, que solo es audible cuando el hombre es sensible al sonido fino de la voz divina.

Primero tiene que el instrumento.... el corazón humano.... reproducir el sonido que el maestro divino Mismo deja sonar y que toca el corazón humano lleno de un hondo sentimiento y armonía. T dependiendo de cómo se cuide el instrumento, cuanto más hermoso sea el sonido que se obtiene de este, y así cada niño de la tierra puede escuchar el sonido de la palabra divina, si solo abre su corazón de buena voluntad y desea escuchar la voz divina.

Y, sin embargo, será muy raras veces que dios pueda hablar a los hombres de esta manera. Porque nadie desea seriamente hacer uso de la oferta divina, porque el hombre no tiene el deseo de escuchar lo que el creador eterno quiere transmitirle. Y sin deseo es nuevamente imposible hacer que la verdad divina sea accesible para él. Y hoy en día casi todos los hombres están en esta situación. Podrían escuchar la Palabra de Dios, y puede ser recibida directamente por ellos o por transmisión, si el hombre mismo no es capaz para hacer que su corazón sea receptivo.

Y el hombre entonces no es capaz si su voluntad no hace que el corazón sirva como caja de resonancia.... es decir, que escuche voluntaria y alegremente hasta que la voz suene en el corazón del hombre a la alegría indescriptiblemente del que escucha. Porque Dios hablará con cualquiera que quiera escuchar Su voz; Él colocará el don en cada corazón humano para recibir mensajes espirituales, así como captar palabras sonoras y llevarlos al cerebro, donde son procesados mentalmente y entonces ahora están llegando al hombre, ya sea como pensamientos claros o palabras profundamente sentidas que no tienen otro propósito que traer luz y verdad a los hombres en la tierra, si así se solicita....

Amén