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Einigung kirchlicher Konfessionen?....

Es gibt keine Möglichkeit, daß sich die kirchlichen Konfessionen einigen, weil sie alle an verbildeten Lehren festhalten und sich nicht von ihnen zu lösen suchen.... Denn alle richten ihr Augenmerk auf äußere Handlungen, sie vertreten alle ein Christentum, das nicht der Inbegriff dessen ist, was Jesus als Seine von Ihm gegründete Kirche bezeichnet.... Denn diese Kirche ist ein geistiger Zusammenschluß, ihre Mitglieder leben ein lebendiges Christentum, das den Menschen von innen heraus umgestaltet, das aber nicht zu vergleichen ist mit dem Christentum, das in den Konfessionen vertreten wird.... das sich vorwiegend an äußeren Gebräuchen hält, ungezählte Handlungen und Zeremonien übernommen hat und diese also voransetzt und die innere Umgestaltung des Wesens des Menschen zur Liebe zurücksetzt.... und darum niemals zur rechten Verbindung mit Gott, zur geistigen Wiedergeburt, gelangen kann, die aber Inbegriff ist der Kirche, die Jesus Selbst auf Erden gegründet hat. Es wird keine der Konfessionen abgehen von den Überlieferungen, es wird nicht eine von ihnen der anderen zuliebe auf etwas verzichten, was jedoch nur Menschenwerk ist und vor Gott keinen Wert hat. Der Streit der Konfessionen geht um jene Unterschiede, die selbst geschaffen wurden im Laufe der Zeit, aber des eigentlichen irrigen Geistesgutes wird nicht gedacht, das die Verwirrung erst geschaffen hat und das mit allem Eifer vertreten wird als Urreligion, die jedoch nur in der Wahrheit zu suchen ist, die Jesus Selbst auf Erden lehrte und die inzwischen auch verbildet wurde und die keine der bestehenden Konfessionen mehr vertritt und vertreten kann, weil dazu das Geisteswirken erforderlich ist, das nur durch Erfüllen der göttlichen Liebegebote gewonnen werden kann. Und gerade dieses Gebot wird wohl gelehrt, aber am wenigsten beachtet, weil allen anderen, von Menschen hinzugefügten Geboten mehr Beachtung geschenkt wird, die aber wertlos sind, weil sie nicht von Gott ausgingen, sondern pur Menschenwerk sind.... und darum keinen Bestand haben und keinen Einfluß auf die Entwicklung der menschlichen Seele zur Höhe, auf das Ausreifen dieser auf Erden. Das göttliche Wort Jesu auf Erden, das den Menschen die volle Wahrheit enthüllte, ist so falsch ausgelegt worden, daß sich aus diesen Auslegungen viele falsche Gebräuche ergeben haben, und es hat dabei der Gegner Gottes seine Hand im Spiel gehabt, indem er den Geist der Menschen verwirrte, was sich an den Forderungen jener verschiedenen Konfessionen bemerkbar machte, die sich spalteten immer dann, wenn die Menschen stritten über den geistigen Sinn der Worte Jesu, und solche Streitfragen verfocht eine jede Konfession nach dem Grade ihrer Erkenntnis oder dem Geisteszustand derer, die sich berufen glaubten, die aber selbst nicht der Kirche Christi angehörten, ansonsten ihr Geist erleuchtet gewesen wäre und sie sich gelöst hätten von den bestehenden Konfessionen oder Geistesrichtungen.... Wohl kämpften eifrige Vertreter für ihre gewonnene Erkenntnis, wenn sie schon weiter fortgeschritten waren in ihrer Seelenreife, doch sie konnten sich niemals durchsetzen, weil ihre Gegner niemals bereit waren, abzugehen von einem Aufbauwerk, das nur aus irrigen, menschlichen Handlungen bestand, die niemals dem göttlichen Willen entsprechen, weil sie nicht mit der reinen Wahrheit übereinstimmten.... Und wenn auch eine Einigung der Konfessionen beabsichtigt ist, so werden sie doch nicht von jenen menschlichen Einrichtungen abgehen und sich bemühen, die rechte Kirche Christi aufzubauen, die ein Innenleben der Menschen fordert, das dem göttlichen Willen entspricht und das von keiner äußeren Handlung abhängig ist, sondern allein von einem Liebeleben, das die Verbindung herstellt mit Gott und den Menschen einen lebendigen Glauben einträgt sowie volles Verständnis für die reine Wahrheit, die durch das Wirken des Geistes im Menschen gewonnen wurde, das allein das Merkmal der Kirche ist, die Jesus Christus auf Erden gegründet hat. Und solange die Menschen nicht abgehen von Formalitäten, durch die sie auch viele Menschen ganz vom Glauben abbringen, solange sie nicht selbst suchen, die innere Erweckung zu erleben, die ein Wirken des Geistes und hell erleuchtetes Denken zur Folge hat, so lange werden es nutzlose Beginnen sein, zu einer Einigung zu kommen, denn sie einigen sich dann nicht in der Wahrheit, sondern bleiben auf dem irrigen Geistesgut bestehen, das ihnen aber keinen Segen bringen wird für ihre Seelen....

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

¿ Acuerdo de las religiones eclesiásticas ?

No existe ninguna posibilidad de que las religiones eclesiásticas se pongan de acuerdo, porque todas ellas perseveran en doctrinas desfiguradas y no tratan de deshacerse de ellas. Pues todas fijan su atención en acciones externas, ellas todas defienden un cristianismo que no es la suma y la esencia de lo que Jesús denomina como Su Iglesia fundada por Él. Porque esta Iglesia es una asociación espiritual, cuyos miembros viven un cristianismo vivo, el que transforma a los hombres desde el interior, pero el que no es comparable con el cristianismo que se representa en las religiones, las que se atienen predominantemente a ceremonias y usos exteriores, a incontables actos y acciones que ha tomado en posesión y éstos los anteponen en primer lugar y de ese modo retiran la transformazión interior del ser al amor, y por eso jamás pueden llegar a la verdadera unión con Dios, al renacimiento del espíritu, pero el cual es la suma esencial de la Iglesia que Jesús Mismo ha fundado en la tierra. Ninguna de las religiones quiere desistir de las tradiciones, ni seguiera una de ellas renunciará a algo por amor a la otra, lo que es, no obstante, sólo obra humana y ante Dios no tiene ningún valor.

El conflicto de las religiones se trata de las diferencias que ellas mismas crearon en el transcurso del tiempo, mas no tienen en cuentra, que en el fondo la confusión ha sido creada en la ideología errónea y que se sostiene con todo fanatismo como religión original, la que sin embargo, sólo ha de ser buscada en la Verdad que Jesús Mismo enseñó en la tierra y la que mientras tanto ha sido también desfigurada y la que ninguna de las religiones existentes representan ya más ni pueden representar, porque para ello se requiere el obrar del espíritu, el cual sólo puede ser obtenido por el cumplimiento de los preceptos divinos de amor. Ese precepto, precisamente ese mandamiento bien se enseña, pero el que menos se toma en consideración, porque a todos los demás añadidos por los hombres se hace más caso, pero los que son sin valor, porque no partieron de Dios, sino que son obra puramente humana, y por eso no son efectivos y no tienen duración ni repercusión en la evolución del alma humana hacia la Altura, para que ella madure en la tierra.

La Palabra divina de Jesús en la tierra que descubre a los hombres la plena Verdad, está tan mal interpretada, que de esa interpretación han resultado muchas usos y servicios falsos, y en ellos ha intervenido el adversario de Dios, ofuscando el espíritu de los hombres, lo cual se hizo sentir en las exigencias de cada diferente religión, las que siempre se dividieron cuando los hombres disputaban sobre el sentido espiritual de las Palabras de Jesús, y tales puntos litigiosos defendía cada religión según el grado de su conocimiento o del estado espiritual de aquellos que se creían ser llamados, pero los que no pertenecian, ellos mismos a la Iglesia de Cristo, de lo contrario su espíritu hubiese estado iluminado y se hubieran desprendido de las religiones que existian. Cierto es que representantes celosos luchaban por sus conocimientos obtenidos, si ya estaban avanzados en la madurez de sus almas, pero jamás pudieron imponerse, porque sus adversarios no estaban nunca dispuestos a desistir de una organización estructurada, la cual consistía sólo y constaba sólo en actos humanos erróneos, los que jamás corresponden a la Voluntad divina, porque ellos no están en armonía con la pura Verdad.

Y aunque tengan la intención de ponerse de acuerdo las religiones, tampoco así van a desistir de esas instalaciones humanas, esforzándose así en edificar la verdadera Iglesia de Cristo, la cual exige de los hombres una vida interior que corresponde a la Voluntad divina y que no es dependiente de ningún acto exterior, sino únicamente de una forma de vida en el amor, que es la que establece la unión con Dios y la que produce a los hombres una fe viva, así como la plena comprensión para la pura Verdad, la que es obtenida por el obrar del Espíritu en el hombre, que es la única señal de la Iglesia que Jesucristo ha fundado en la tierra. Y mientras los hombres no desistan de formalidades, por causa de las cuales apartan también a muchos hombres por completo de la religión, mientras ellos mismos no intenten de experimentar el despertamiento, o el salirse del sueño, que tiene como consecuencia un obrar del espíritu y una mente lúcidamente iluminada, tanto tiempo serán empresas estériles para llegar a un acuerdo, pues entonces no se unen en la Verdad, sino que continúan insistiendo en su errónea ideología, mas la cual no les traerá ninguna bendición para sus almas.

Amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Pilar Coors