Habt ihr einmal die Pforte des Todes durchschritten, so werdet ihr die körperliche Hülle nicht mehr spüren, sondern leicht und frei euch bewegen können, ihr werdet nicht gehindert werden zu weilen, wo ihr wollt; es wird keinerlei Zwang auf euch ausgeübt werden. Und dennoch kann dieser Zustand auch für euch qualvoll sein, und zwar, wenn ihr euch in der Finsternis befindet, wenn es um euch lichtlos ist und ihr nichts zu erschauen vermögt. Diese geistige Blindheit ist verbunden mit völliger Kraftlosigkeit und mit einer Willensschwäche, die sich nicht aus ihrer Lethargie erheben kann. Es ist also nichts von außen Wahrnehmbares, was euch beeinflußt, sondern in euch selbst kann noch eine Fessel sein, die euch hindert am Leben, d.h. an einer Tätigkeit nach dem Willen Gottes, die jedoch alle die Seelen ausführen dürfen, die beim Verlassen der Erde lichtempfänglich sind und also in ein Reich versetzt werden, wo sie stets Schöneres schauen dürfen. (20.1.1950) Dieses Reich mit allen Herrlichkeiten zu bewohnen ist ein unermeßliches Glück für die aus dem Leben geschiedenen Seelen, denn sie lassen alles Irdische, Schwere, Leidvolle und Unvollkommene zurück und sind nun in seelischer Verbundenheit mit Geistwesen, die voller Liebe, Weisheit und Kraft sind. Und daran nimmt die Seele von nun an teil und ersieht immer Neues und ihre geistigen Sinne Fesselndes, sie sieht Schöpfungen, die überaus herrlich anzusehen sind in ihrer Gestalt und nicht verglichen werden können mit irdischen Schöpfungen. Zudem ist sie nicht mehr an Zeit und Raum gebunden, sie kann weilen, wo sie will und sich sowohl in die Vergangenheit als auch in die Zukunft versetzen. Es gibt für sie kein Raum- und Zeitgesetz, sowie die Seele vollkommen geworden ist, also in das Lichtreich Eingang gefunden hat. Dennoch sind auch dort die Lichtgrade verschieden, was zu immer eifrigerem Streben anregt und auch die Wesen miteinander vereinigt, um mit vereinter Kraft schaffen und gestalten zu können. Das Wirken in Liebe ist auch in diesem Reich höchstes Gesetz, weshalb die Lichtwesen in vollendeter Harmonie füreinander tätig sind, Glück spendend und Glück empfangend. Ihre ständige Arbeit gilt aber den Seelen der Finsternis, die sie in äußerster Not wissen und helfend belehren möchten. Wo geistige Finsternis ist, dort ist auch kein Lebenstrieb, die Wesen sind völlig apathisch, wenn sie nicht zornglühend und rachedurstig sind und in ständigem Kampf miteinander liegen. Letztere brauchen endlose Zeiten, bis sie zur Ruhe kommen und in den apathischen Zustand verfallen. Doch erst dann ist ihnen zu helfen von seiten der Lichtwesen. Im Gegensatz zu diesen sind die unvollkommenen Wesen zumeist voller Eigenliebe und daher schwer den Belehrungen zugänglich, die das Liebegebot zum Inhalt haben. Doch die Lichtwesen sind voller Geduld und werden nie müde, ihnen beizustehen, so daß fast stets mit einem geistigen Aufstieg zu rechnen ist, wo die Wesen ihre schlechten Triebe abgelegt haben und sich nicht mehr gegenseitig zu zerfleischen suchen. Der Zustand der Teilnahmslosigkeit ist immer das Vorstadium des Erwachens aus dem Schlafe, und es bedarf nur einer liebenden Unterstützung, daß auch diese Seelen einen Lichtschimmer bekommen und sehend werden. Doch es währet oft lange Zeit, weil auch im geistigen Reich der freie Wille vorangestellt wird, der unangetastet bleiben muß, soll das Wesen selig werden.
Amen
ÜbersetzerUna vez que hayáis pasado por la puerta de la muerte, ya no sentiréis el caparazón físico, sino que podréis moveros fácil y libremente, nada os impedirá permanecer donde queréis; No se ejercerá ninguna coerción sobre vosotros. Sin embargo, este estado también puede ser doloroso para vosotros, es decir, cuando estáis en las tinieblas, cuando no hay luz a vuestro alrededor y no podéis ver nada.
Esta ceguera espiritual está relacionada con una falta de fuerza total y con una debilidad de la voluntad que no puede salir de su letargo. Pues no hay nada perceptible desde afuera que os influya, porque puede haber todavía un grillete dentro de vosotros que os impida vivir, es decir, una actividad según la voluntad de Dios, que sin embargo, está permitido llevar a cabo a todas aquellas almas receptivas a la luz cuando dejan la Tierra y son, por tanto, llevados a un reino donde siempre pueden ver las cosas más bellas.
(20.01.1950) Habitar este reino con todo su esplendor es una felicidad inmensurable para las almas difuntas, pues dejan atrás todo lo espiritual, pesado, doloroso e imperfecto y ahora están en conexión espiritual con seres espirituales llenos de amor, sabiduría y poder. Y desde ahora el alma toma parte en esto y ve siempre cosas nuevas y cosas que cautivan sus sentidos espirituales; Ve creaciones que son extremadamente gloriosas de contemplar en su forma y no pueden compararse con las creaciones terrenales.
Además, ya no está atada ni al tiempo ni al espacio; Ella puede quedarse donde quiera y desplazarse tanto al pasado como al futuro. Para ella no existe la ley del espacio y la ley del tiempo una vez que el alma se ha vuelto perfecta, es decir, ha encontrado la entrada al reino de la luz. Sin embargo, allí los grados de luz son diferentes, lo que estimula un esfuerzo cada vez más ferviente y también une a los seres entre sí para poder crear y dar forma con un poder unido. Obrar en el amor es también la ley más alta en este reino, por eso los seres de luz trabajan unos para otros en perfecta armonía, dando y recibiendo felicidad. Pero su trabajo constante está dedicado a las almas de las tinieblas, a quienes conocen y quieren ayudarlas en su mayor necesidad de manera instruyendo.
Donde hay oscuridad espiritual, tampoco hay instinto de vida; Los seres son completamente apáticos, a menos que estén ardiendo de ira y sedientes de venganza y estén en constante conflicto entre sí. Estos últimos necesitan un sinfín de tiempos para calmarse y caer en un estado apático. Pero sólo entonces podrán recibir ayuda de los seres de luz. En contraste con éstos, los seres imperfectos en su mayoría están llenos de amor propio y por ello tienen difícil acceso a las Enseñanzas que contiene el mandamiento del amor.
Pero los seres de luz están llenos de paciencia y nunca se cansan de ayudarlos, por lo que casi siempre se puede esperar un acceso espiritual, una vez que los seres han dejado de lado sus malos impulsos y ya no buscan destrozarse unos a otros. El estado de apatía es siempre la etapa preliminar del despertar del sueño, y sólo se requiere un apoyo amoroso para que estas almas también reciban un destello de luz y puedan ver. Pero a menudo esto lleva mucho tiempo, porque incluso en el reino espiritual se da prioridad al libre albedrío, y este debe permanecer intacto si el ser quiere alcanzar la salvación....
Amén
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