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Jesusknabe Gott und Mensch....

Fordert Aufklärung, und sie wird euch werden.... Auf wen sich der Geist Gottes herabsenkt, der vermag auch wahrheitsgemäß Antwort zu geben auf Fragen, die ihm gestellt werden in geistiger Hinsicht. Es ist das Mysterium der Menschwerdung Gottes ein so schweres Problem für die Erdenmenschen, daß sie niemals restlos belehrt werden können, es sei denn, sie nehmen vom Geist Gottes selbst die Erklärung in Empfang, so daß sie von dem Empfänger geistiger Botschaften wohl verstanden werden, aber nicht den Mitmenschen verständlich zugeleitet werden kann.... Der Mensch Jesus wurde zwar geboren auf wunderbare Weise, und Seine Geburt war begleitet von überirdischen Erscheinungen jeglicher Art. Dennoch war und blieb der Körper vorerst irdisch materiell; die Seele entstammte dem Lichtreich und war somit ohne Sünde zur Welt gekommen, und folglich konnte Gott Sich Selbst durch diese Seele offenbaren, Er konnte wirken, weil nichts vorhanden war, was Seinem Wirken sich als Hindernis entgegengestellt hätte. Also war Gott und Mensch zugleich in dem Jesuskind.... alles dem menschlichen Auge Schaubare war Mensch, Der aber dem Kinde das Leben gab, Der die Menschen anzog und sie zur Anbetung veranlaßte durch Seine Nähe, war Gott. Die ewige Gottheit Selbst offenbarte Sich und wurde auch erkannt von denen, die guten Willens waren, deren Herzen liebefähig und liebewillig waren und die darum dem Geist Gottes sich öffneten zum Wirken in ihnen. Zur Zeit der Geburt Jesu kamen nur Menschen in Seine Nähe, die vom Geist Gottes hingeführt wurden, die also Gott Selbst würdigte, das Kind zu schauen, denen Er Sich durch das Kind näherte und in denen Er auch das Bewußtsein erweckte, in der Nähe Gottes zu sein. Einem anderen als solchem Menschen aber wäre das Kind nur rein menschlich erschienen, nicht anders wie andere Kinder, wie es auch war Seinem irdischen Körper nach. Und so auch sahen Ihn in Seiner Jugend und in späteren Jahren die Menschen, denn Er trat nicht offensichtlich mit Seiner Göttlichkeit, mit Seinem vom Geist Gottes erfüllten Wesen hervor, wenngleich Er Sich stets mehr und mehr mit Gott vereinigte durch Sein vorbildliches Liebeleben, das auch Seinen Körper vergeistigte und zu einem Aufnahmegefäß des göttlichen Geistes machte. Doch es war der Mensch Jesus, Der Sich Selbst durch Liebetätigkeit gestalten mußte zu einer würdigen Hülle des Gottesgeistes, auf daß dieser in aller Fülle in Ihm sich bergen und durch Ihn wirken konnte unbegrenzt. Was aus Ihm sprach, Wunder verrichtete und selbst dem Tode gebot, war Gott Selbst, was den Menschen schaubar war, war Mensch.... Der Glaube an die göttliche Sendung des Menschen Jesus ließ auch die Menschen Gott in Ihm erkennen, sowohl als Kind als auch in Seinen Lehrjahren, wo gleichfalls wieder die Ihn erkannten, die selbst gleichen Geistes waren, die also ein Leben führten dem göttlichen Willen gemäß und daher sich auch Seinem göttlichen Wesen erschlossen. Für sie war es ohne Zweifel, daß Gott Selbst in Ihm Sich barg und durch Ihn wirkte. Doch die menschliche Außenform ließ auch in jenen mitunter Zweifel aufkommen, weil auch sie das Mysterium der Menschwerdung Gottes und des völligen Zusammenschlusses von Gott und Mensch nicht fassen konnten, wie es auch nie restlos geklärt werden kann den Menschen, die nicht geistig geweckt sind. Diese würden es wohl mit ihrer Seele erfassen können, jedoch niemals kann es rein verstandesmäßig so dargestellt werden, wie es zum vollen Verständnis nötig wäre. Doch nie und nimmer kann und darf dem Jesuskind die Gottheit abgestritten werden, denn Dieses war würdig der höchsten Gnade, daß Gott Selbst Sich in Ihm barg, daß Er Sich offenbarte denen, die Ihn liebten und nach Seinem Willen lebten.

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

El niño Jesús – Dios y Hombre....

Exigid aclaración y la tendréis.... A quien se desciende el Espíritu de Dios también es capaz de dar respuesta veraz a las preguntas que se plantean en términos espirituales. El misterio de la encarnación es un problema tan difícil para los seres humanos de la Tierra que nunca podrán ser instruidos plenamente a menos que reciban la explicación del Espíritu de Dios Mismo, de modo que sean bien comprendidos por el receptor del mensaje espiritual, pero que no se puede comunicar a los semejantes de manera comprensible....

Por cierto el hombre Jesús nació de manera milagrosa, y Su nacimiento estuvo acompañado de fenómenos sobrenaturales de todo tipo. Sin embargo, el cuerpo ero y siguió siendo terrenal, material; El alma se originó del reino de la luz y por tanto nació sin pecado, y en consecuencia Dios Mismo pudo revelarse a través de esta alma, Él pudo obrar porque no existía nada que se pudiese oponer como un obstáculo a Su obra. Así pues, Dios y el hombre estaban al mismo tiempo en el niño Jesús.... todo lo visible al ojo humano era el hombre, pero Aquel Que dio vida al niño, Aquel que atrajo a los seres humanos y los hizo adorar a través de Su cercanía, era Dios. La Deidad Eterna Se reveló y fue reconocida también por aquellos que eran de buena voluntad, cuyos corazones eran capaces y dispuestos a amar y que, por tanto, se abrieron al Espíritu de Dios para obrar en ellos.

En el tiempo del nacimiento de Jesús, sólo se aceraban a Él los humanos que fueron llevados por el Espíritu de Dios, aquellos a quienes Dios mismo honró para que vieran al Niño, a quienes Él Mismo Se acercó a través del Niño y en quienes también despertó la conciencia de estar en la cercanía de Dios. Pero para cualquier otro ser humano que no fuera ese, el niño habría parecido puramente humano, no diferente de los demás niños, tal como lo era también en su cuerpo terrenal. Y así también Lo vieron los humanos en Su juventud y en años posteriores, porque no Se destacó obviamente con Su Divinidad, con Su estar lleno del Espíritu de Dios, aunque siempre Se unía más y más a Dios a través de Su vida ejemplar de amor, que también espiritualizó también Su cuerpo y lo convirtió en el recipiente del Espíritu divino.

Pero fue el hombre Jesús, Quien tuvo que formarse a Sí Mismo a través de la actividad amorosa en un caparazón digno del Espíritu de Dios, para que el Espíritu puede refugiarse en Él en toda su plenitud y obrar a través de Él sin límites. Lo que hablaba desde dentro de Él, hacia milagros, e incluso comandar la muerte era Dios Mismo, lo que era visible para los humanos, era ser humano.... La fe en la misión divina del hombre Jesús permitió también a los seres humanos reconocer a Dios en Él, tanto de niño como de joven, como en Sus años de aprendizaje, donde quienes Lo reconocieron eran ellos mismos del mismo espíritu, quienes llevaron también una vida según la voluntad divina, y por tanto se abrieron también a Su Esencia divina. Para ellos no había ninguna duda de que Dios Mismo Se refugiaba en Él y obrando a través de Él.

Pero también la forma humano exterior planteaba a veces dudas en aquellos humanos, porque tampoco ellos podían comprender el misterio el llegar a ser humano de Dios y la unificación completa de Dios y humano, como tampoco puede ser explicado a seres humanos que no son despertados espiritualmente. Seguramente podrían captarlo con su alma, pero nunca podría ser presentado puramente intelectualmente, en la forma que sería necesaria para una comprensión completa. Pero jamás se puede ni se debe negar la Divinidad del Niño Jesús, pues Él fue digno de la altísima gracia que Dios Mismo se refugió en Él, que Él Se reveló a aquellos que Le amaban y vivían según Su voluntad....

amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Hans-Dieter Heise