Geistig Strebende müssen sich eines Lebenswandels befleißigen, der dem Willen Gottes entspricht, weil dieser allein Erfolg einträgt und dem Menschen geistigen Aufstieg gewährleistet. Wer nur gedanklich das Ziel zu erreichen sucht und nicht seine Gedanken zur Tat werden läßt, der bleibt im Stillstand seiner Entwicklung. Denn erst die Tat beweiset seinen Willen zur Höhe, zu Gott. Und darum kann auch nur der Mensch in der Erkenntnis reifen, der nach dem Willen Gottes lebt.... der nicht nur Hörer, sondern auch Täter Seines Wortes ist, das ihm den göttlichen Willen kundgibt. Sein Wissen kann erst dann vermehrt und zum rechten Wissen werden, so er das schon empfangene Wissen verwertet, also das göttliche Wort befolgt und sich liebend am Nächsten betätigt, sei es geistig oder irdisch.... wenn er die Not des Nächsten zu lindern versucht, um dem göttlichen Willen zu entsprechen. Er kann zu Gott nur gelangen durch Liebe, die er Gott beweiset durch Liebeswirken am Nächsten. Nur dieser Weg führt ihn zum Ziel. Es muß das Herz ihn antreiben, das auszuführen, was ihm erst verstandesmäßig übermittelt wird durch Darbieten des göttlichen Wortes. Wird der Mensch nicht tätig, dann kann er verstandesmäßig ständig Wissen aufnehmen, es fördert dieses nicht seine geistige Entwicklung, sondern es bleibt totes Geistesgut, weil es nicht entsprechend verwertet wird. Und darum ist das Leben nach dem Willen Gottes erste Bedingung, um geistig zu reifen, denn das Wissen wird dann vermehrt, auch wenn der Mensch nicht verstandesmäßig hineinzudringen sucht. Denn durch das Betätigen in Liebe öffnet sich das Herz des Menschen dem Zustrom der Liebekraft Gottes, und diese fördert sein Wissen.... indem seine Gedanken recht gelenkt werden und er also von selbst die Wahrheit in Besitz nimmt, indem sie ihm gegeben wird auch ohne Grübeln und Forschen um Dinge, die außerhalb menschlichen Wissens liegen. Ein vor Gott gerechter und wohlgefälliger Lebenswandel trägt ihm auch die Erkenntniskraft ein, Wahrheit von Irrtum zu unterscheiden, und daher wird niemals ein liebetätiger Mensch im Irrtum wandeln, weil er durch die Liebe mit Gott in Verbindung steht und Gott niemals sein wird, wo Irrtum ist, also Gottes Gegenwart jeglichen Irrtum oder jegliche Unkenntnis ausschließt. Das Empfinden des Menschen wird stets der Wahrheit zugewendet sein, selbst wenn der Verstand nicht außergewöhnlich tätig ist, denn das rechte Wissen ist Folge der Liebe, nicht aber durch menschlichen Verstand zu erzielen. Nützet jedoch ein liebetätiger Mensch auch seinen Verstand, dann kann er überreiche Erfolge zeitigen, indem er eindringt in tiefstes Wissen, in göttliche Weisheit, jedoch dann zum Zwecke des Übermittelns an seine Mitmenschen, denn göttliche Gabe soll verwertet werden. Und wieder wird diese Gabe von den Menschen erkannt und begriffen werden, die in der Liebe leben, also die Gebote Gottes, Seinen den Menschen kundgegebenen Willen, erfüllen, die das Wort Gottes aufnehmen und im Herzen wirken lassen.... die nicht nur Hörer, sondern Täter des göttlichen Wortes sind....
Amen
ÜbersetzerQuienes se esfuerzan espiritualmente tienen que luchar por un estilo de vida que corresponda a la voluntad de Dios, porque sólo éste trae éxito y garantiza el accenso espiritual de los seres humanos. Quien sólo intenta alcanzar el objetivo intelectualmente y no deja que sus pensamientos se conviertan en acción sigue estacando en su desarrollo. Porque sólo el hecho aprueba su voluntad hacia lo más alto, hacia Dios. Y es por eso que sólo el ser humano que vive según la voluntad de Dios puede madurar en la cognición.... que no sólo es oyente sino también hacedor de Su Palabra que le da a conocer la voluntad divina. Su conocimiento sólo puede aumentar y convertirse en conocimiento real cuando utiliza el conocimiento que ya ha recibido, es decir, sigue la Palabra divina y actúa amorosamente con su prójimo, ya sea espiritual o terrenal.... cuando trata de aliviar la necesidad de su prójimo para corresponder a la voluntad divina.
Sólo puede llegar a Dios a través del amor, que le demuestra a Dios mediante actos de amor hacia el prójimo. Sólo este camino le lleva al objetivo. El corazón debe impulsarlo a realizar lo que sólo se le comunica intelectualmente mediante la presentación de la Palabra divina. Si un ser humano no actúa, puede absorber constantemente conocimiento intelectualmente; pero esto no promueve su desarrollo espiritual, sino que sigue siendo propiedad intelectual muerta porque no se utiliza de forma adecuada.
Y por eso vivir según la voluntad de Dios es la primera condición para poder madurar espiritualmente, porque así se aumenta el conocimiento, aunque el ser humano no intenta penetrar en ello intelectualmente. Porque al actuar en amor, el corazón humano se abre al influjo del poder del amor de Dios, y esto promueve su conocimiento.... en el sentido de que sus pensamientos son guiados correctamente y, por lo tanto, por sí mismo toma posesión de la verdad tal como le es dada también sin reflexionar o investigar cosas que están más allá del conocimiento humano.
Un estilo de vida que sea justo y agradable a Dios también le da el poder del conocimiento para distinguir la verdad del error y, por lo tanto, un ser humano amoroso nunca caminará en el error porque está en conexión con Dios a través del amor y Dios nunca estará donde hay error, por lo que la presencia de Dios excluye cualquier error o desconocimiento. El sentimiento del ser humano siempre estará dirigida hacia la verdad, incluso si el entendimiento no está excepcionalmente activo, porque el conocimiento correcto es el resultado del amor y que no puede lograrse mediante el entendimiento humano.
Sin embargo, si una persona amorosa también utiliza su entendimiento, entonces puede lograr abundantes éxitos al penetrar en el conocimiento más profundo, en la sabiduría divina, pero con el propósito de transmitirla a sus semejantes, porque los dones divinos deben ser utilizados. Y nuevamente este don será reconocido y comprendido por los humanos que viven en el amor, es decir, cumplen los mandamientos de Dios, Su voluntad dada a conocer a los seres humanos que reciben la Palabra de Dios y la dejan obrar en sus corazones.... que no sólo son oidores, sino hacedores de la Palabra divina....
amén
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