Es will dir der Herr Kunde geben von einer überaus wichtigen Lehre, die euch Menschen bisher sehr verbildet und daher schwer annehmbar unterbreitet wurde, jedoch zu schwerwiegend ist, um gänzlich außer acht gelassen zu werden. Es gilt dies sowohl in irdischer als auch in geistiger Beziehung, denn der vorbestimmte Lauf des Erdendaseins ermöglicht einen gewissen Reifegrad der Seele, dieser jedoch ist abhängig von der jeweiligen Einstellung des Menschen zu ebendieser Lehre.
Sehet, die Ausgießung des hl. Geistes ist den Menschen durchweg noch etwas völlig Unverständliches, und weil sie den Sinn der Worte noch nicht erfaßt haben, legen sie ihnen auch keine Bedeutung bei und lehnen sie daher einfach ab, was ungeheuer nachteilig ist für das Erdenkind. Denn nicht nur, daß es selbst in äußerster Armut des Geistes dahingeht, es hat auch kein Verständnis für Gaben des Geistes, die anderen Menschen vermittelt werden, und das ist die Ursache, daß die Menschheit keinerlei sichtbare Äußerungen göttlicher Kraft anerkennt. Es versuche der Mensch einmal, sich vorzustellen, wie qualvoll der Zustand für ihn wäre, so es ihm nicht gelänge, einen Gedanken festzuhalten, wenn nur immer ein Gedanke blitzartig auftauchte, um sofort wieder aus dem Bewußtsein zu entschwinden.... es versuche der Mensch, sich klarzumachen, daß auch diese gedankliche Tätigkeit einer gewissen Ordnung unterworfen sein muß, um als solche Zweck und Nutzen zu haben.... und es wird ihm dann schon verständlich sein, daß dieses Gedankengut etwas ist, was man nicht beliebig verwerfen kann. Und wieder muß darauf hingewiesen werden, daß doch keine Kraft wahllos ins Weltall gesendet, sondern nach Gottes weisem Ratschluß dahin geleitet wird, wo durch den Willen des Menschen dieser als Energieträger geeignet ist, solche Kraft anzunehmen. Und es ist diese Kraft aus Gott Sein Geist.... der sich über die Menschen ergießet, so sie nur willens sind, als Gefäß zu dienen, und somit die Ausgießung des hl. Geistes nicht anders zu verstehen ist, als daß Gott ungemessen Sich Selbst, d.h. Seine Kraft, Seinen Geist, denen vermittelt, die da empfangen wollen.... Wer das Heiligste aus Gott, Seinen Ihm entströmenden Geist, anfordert, ihn erbittet, sich würdig dessen erweist und also empfangsbereit ist, über den ergießet sich das Heiligste, die Kraft aus Gott.... Und es ordnet also dieser göttliche Geist alles Denken und Empfinden im Menschen, es leitet der Geist Gottes das Erdenkind in die hl. Wahrheit, in tiefstes Wissen.... Und es kündet der Geist Gottes sich selbst durch Menschenmund.... Es ist der Geist in einem willigen Erdenkind bereit zu jeder Belehrung.... es will der Geist aus Gott, der durch einen Menschen sich nun äußern kann, alles den Menschen verkünden und ihnen geben, was ihnen zum Seelenheil zuträglich ist.... und es muß dieser Geist aus Gott vermöge seiner Vollkommenheit natürlich auch Dinge vollbringen können, die dem Menschen als nur solchem unmöglich sind. So sich also der Geist Gottes über einen Menschen ergießt, ist von natürlichem Reden, Denken und Handeln nicht mehr die Rede; es lenket der göttliche Geist die Gedankentätigkeit, er lenket den Willen zu Wort und Tat, und er wirket aus sich die offensichtlichsten Zeichen seiner Göttlichkeit.... Und so ihr nun bedenket, daß ihr alle, die ihr auf Erden wandelt, gleichberechtigt seid, den Geist aus Gott anzufordern, und daß er sich ergießen würde über einen jeden, so ihr aufnahmefähig zu sein euch bemüht, dann werdet ihr begreifen, wie ungeheuer wichtig das Verständnis für diesen Vorgang ist und wie wenig ihr diese euch allen zustehende Gnade nützet.... wie armselig ihr verbleibet im Geiste, weil ihr die Quelle unschätzbaren geistigen Reichtums nicht beachtet und eure Gedankentätigkeit nur im allergeringsten Umfang rege werden lasset und euch auch noch in Abwehr stellt, wo euch der Beweis geliefert wird, daß nur das Empfangen-Wollen geübt werden muß, will ein liebetätiges Erdenkind unnennbar reich bedacht werden durch die Ausgießung des hl. Geistes....
Amen
ÜbersetzerEl Señor quiere daros conocimiento de una enseñanza sumamente importante, que os ha sido presentado a vosotros hombres de una manera muy distorsionada y, por lo tanto, difícil de aceptar, pero que es demasiado grave para ser completamente ignorada. Esto se aplica tanto en un aspecto terrenal como espiritual, porque el curso predeterminado de la existencia terrenal permite un cierto grado de madurez del alma, que, sin embargo, depende de la actitud respectiva del hombre hacia esta misma enseñanza.
He aquí, el derramamiento del Espíritu Santo sigue siendo algo completamente incomprensible para los seres humanos, debido a que aún no ha captado el significado de las palabras, tampoco les dan ninguna importancia y, por lo tanto, simplemente las rechazan, lo que es enormemente desventajoso para el niño terrenal. Porque no sólo camina en la absoluta pobreza, sino que tampoco tiene comprensión para los dones del espíritu impartidos a otros hombres, y esta es la causa de que la humanidad no reconozca ninguna manifestación visible del poder divino.
Que el ser humano intente imaginarse una vez cuán angustiosa sería la situación para él si no fuera capaz de aferrarse a un pensamiento, si solo un pensamiento apareciera en un instante, solo para desaparecer inmediatamente de la conciencia nuevamente.... el ser humano trate de darse cuenta que esta actividad de pensamiento también debe estar sujeta a un cierto orden para tener un propósito y un beneficio como tal.... y entonces ya le será comprensible que este ideario es algo que uno no puede rechazar arbitrariamente. Y de nuevo hay que señalar que ningún poder es transmitido indiscriminadamente al universo, sino de acuerdo con el sabio decreto de Dios es guiado donde la voluntad del hombre es adecuada como portador de energía para aceptar tal poder.
Y este poder de Dios es Su Espíritu.... el que se derrama sobre las personas si tan sólo están dispuestas a servir como un recipiente, y así el derramamiento del Espíritu Santo no debe entenderse de otro modo, que Dios Se transmite a Sí Mismo sin medida, es decir, Su poder, Su espíritu a aquellos que quieren recibir.... cualquiera que pide de Dios lo más santo, Su Espíritu que brota de Él, lo pide y se muestra digno de eso y por lo tanto está listo para recibirlo, se derrama sobre él lo más santo, el poder de Dios.... Y este Espíritu divino ordena todo pensamiento y sentimiento en las personas, el Espíritu de Dios guía a la Santa verdad, en el conocimiento más profundo.... y el Espíritu de Dios su anuncia por la boca del hombre....
El espíritu en un niño terrenal dispuesto está listo para cualquier instrucción.... el Espíritu de Dios, que ahora puede expresarse a través de un ser humano, quiere anunciar todo a los hombres y darles lo que es beneficioso para la salvación de sus almas.... y debido a su perfección, este Espíritu de Dios debe, por supuesto, también ser capaz de realizar cosas que son simplemente imposibles para el hombre como tal. Así que cuando el Espíritu de Dios se derrama sobre un hombre, ya no se habla de hablar, pensar y actuar con naturalidad; el Espíritu divino dirige la actividad del pensamiento, dirige la voluntad hacia la palabra y la acción, y obra de sí mismo los signos de su Divinidad....
Y cuando consideréis ahora que todos los que andáis sobre la tierra tenéis los mismos derechos para pedir el Espíritu de Dios, y que éste se derramaría sobre cada uno si esforzaría en ser receptivo, entonces comprenderéis cuán tremendamente importante es comprender este proceso y cuán poco usáis esta gracia que se os debe a todos vosotros.... qué pobres quedáis espiritualmente porque ignoráis la fuente de inestimable riqueza espiritual y sólo permitís que vuestros pensamientos se activen en muy pequeña medida y vosotros todavía os defendéis, cuando se os da la prueba de que sólo hay que practicar la voluntad de recibir, si un amoroso hijo terrenal quiere recibir un don indescriptiblemente rico a través del derramamiento del Espíritu Santo....
amén
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