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Il cambiamento dell’essere nell’amore con l’Aiuto di Gesù Cristo

La via della vita terrena come uomo è l’ultima breve fase del vostro percorso di sviluppo dall’abisso più profondo verso l’Alto. Ma se vi porta alla conclusione, lo determinate voi stessi come uomo, quando vi è stata di nuovo restituita la libera volontà ed ora la dovete orientare bene, per giungere all’ultimo perfezionamento. Perciò portate una grande responsabilità, perché decidete la vostra sorte di nuovo per un tempo infinitamente lungo oppure per l’Eternità. Con la volontà orientata bene potete diventare liberi da ogni forma esteriore, quando abbandonate il vostro corpo terreno; ma potete anche nuovamente rivestire la forma esteriore più dura, se abusate della libertà della vostra volontà, se non valutate la vita terrena, se non svolgete la trasformazione del vostro essere che deve di nuovo diventare amore, com’era in principio. Questa trasformazione del vostro essere nell’amore è l’unico scopo della vostra vita terrena come uomo di compiere quest’opera di trasformazione, perché vi concedo davvero ogni Sostegno, perché ho Nostalgia delle Mie creature, affinché ritornino a Me come “figli” e faccio veramente anche tutto affinché raggiungano la meta, ma non rendo non-libera la loro volontà. Loro stessi devono ritornare a Me nella libera volontà, così come una volta si sono allontanati da Me e perciò sono precipitati nell’abisso più profondo. Tengo conto di tutte le debolezze ed errori, aiuto dove voi uomini da soli siete troppo deboli; Mi rivelo a voi affinché Mi riconosciate ed impariate ad amarMi; riverso su di voi una misura di Grazia illimitata, che dovete soltanto utilizzare per poter diventare vincitori nella vita terrena. Perché dovete condurre una lotta con il Mio avversario, che non vi vuole lasciare liberi, che però nello stesso tempo non può determinare la vostra libera volontà, quando questa si distoglie da lui. Dovete combattere contro tutti gli istinti e bramosie che sono attaccati alla vostra anima, dovete avere la ferma volontà di procedere e di percorrere con successo la via della vita terrena. Dovete disperare di ritornare a Me ed in Verità, vi verrò incontro e vi attirerà a Me, per non lasciarvi mai più in eterno, perché vi amo e perciò ho Nostalgia del vostro ritorno a Me. E non dovete mai temere che vi manchi la Forza per il vostro perfezionamento, perché Uno l’ha conquistata per voi attraverso la Sua morte sulla Croce, Gesù Cristo, il Quale vi ha redento dal peccato e dalla morte. E quest’Uno rivolgerà a voi le Grazie della sua Opera di Redenzione, se soltanto le richiedete, se volete che Egli voglia aver estinta anche la vostra colpa di peccato, e quando pregate Lui per la fortificazione della vostra volontà, per compiere l’opera di trasformazione nell’amore sulla Terra. Quando vi rivolgete a Lui, Mi riconoscerete anche di nuovo, ed allora è assicurato anche il vostro ritorno a Me, nella vostra Patria, nella Casa del Padre, che una volta avete abbandonato liberamente. Durante la breve vita terrena potete davvero raggiungere l’ultima meta, se soltanto riconoscete Gesù Cristo come Redentore del mondo, il Quale celava Me Stesso in Sé in tutta la Pienezza. Perché attraverso questo riconoscimento e la preghiera di Perdono della vostra colpa è estinto il vostro peccato primordiale della caduta da Me, perché per questo l’Uomo Gesù E’ morto sulla Croce, che ha espiato con il Suo Sangue la grande colpa per via della Giustizia. Voi stessi non avreste mai potuto rimettere e prestare l’espiazione per questa colpa, perciò Io Stesso ho affrontato nell’Uomo Gesù la morte sulla Croce, perché soltanto l’Amore poteva espiare una tale colpa, che l’Uomo Gesù ha compiuto per i Suoi fratelli sofferenti e che Lo colmava ed ha fatto prendere su di Sé tutte le sofferenze e dolori. Ma Io Stesso Ero l’Amore. E per questo per voi uomini la via verso di Me è stata di nuovo liberata, potete ritornare nella Casa del vostro Padre, vi posso di nuovo accogliere come figli Miei, perché la vostra colpa è estinta tramite Gesù, quando Lo riconoscete e quindi Me in Lui, perché Lui ed Io Siamo Uno, chi Lo invoca, invoca Me, e chi Lo può una volta contemplare, contempla Me da Volto a volto.

Amen

Cambio de la naturaleza humana hacia el Amor con la Ayuda de Jesucristo

El paso de la Vida por el valle de la Tierra como ser humano es la última fase muy corta de vuestro proceso de desarrollo desde la profundidad más honda hacia las Alturas. Sólo si este proceso os aporta la conclusión o no, esto lo determináis vosotros mismos como seres humanos, dado que os está devuelta la libre voluntad y vosotros ahora debéis orientarla correctamente para llegar a la perfección definitiva. Por eso tenéis una gran responsabilidad, porque otra vez vosotros mismos determinaréis vuestro propio destino por un tiempo infinitamente largo de desarrollo o por la eternidad .... Y cuando dejáis vuestro cuerpo terrenal atrás, con una voluntad bien orientada podéis liberaros de toda clase de forma exterior. Pero también os podrá volver a tocar la forma exterior más dura si abusáis de la libertad de vuestra voluntad .... si no aprovecháis de la vida terrenal para la reformación de vuestro ser que debe volver a convertirse en Amor, tal como fue en el principio .... Esta conversión de vuestro ser en Amor es la única finalidad de vuestra Vida terrenal como ser humano, con lo que continuamente tenéis la posibilidad de llevar esta obra de conversión a cabo. Además, verdaderamente, Yo os concedo toda atención y todo apoyo posible, porque Yo anhelo a mis criaturas, y deseo que regresen a Mí como “niños” míos, con lo que realmente hago todo lo posible para que ellos logren su propósito .... Pero lo que no hago es influir en su voluntad, porque ellos mismos deben regresar a Mí en toda libre voluntad - tal como en tiempos remotos voluntariamente se habían apartado de Mí, con lo que habían caído a las profundidades más hondas.

Yo tengo en cuenta todas vuestras debilidades y vuestros errores .... Yo os apoyo donde vosotros como seres humanos sois demasiado débiles .... Yo me revelo a vosotros para que aprendáis reconocer y amarme .... Os colmo con una medida de Clemencia ilimitada, la que simplemente debéis aprovechar y resultaréis vencedores en la Vida terrenal .... Pues debéis llevar una lucha con mi adversario, el que no os quiere soltar, pero que al otro lado tampoco puede influir en vuestra libre Voluntad cuando esta se aparta de él .... Debéis luchar contra toda clase de instintos, ansias y codicias que todavía se encuentren apegados a vuestra alma .... Debéis tener la Voluntad firme de progresar y de cumplir con éxito el paso de la Vida por el valle de la Tierra .... Debéis anhelarme a Mí, y vendré a vuestro encuentro para atraeros hacia Mí; y eternamente nunca ya os soltaré, porque Yo os amo y por eso anhelo vuestro regreso a Mí ....

Y nunca debéis temer que un día os falte la fuerza para continuar el proceso de vuestra perfección, porque hay Uno que la ha adquirido para vosotros mediante su Muerte en la cruz .... Jesucristo, El que os redimió de pecado y muerte .... Y este Uno os concederá la Clemencia de su Obra de Redención - si tan sólo la solicitáis .... si queréis que Él también haya redimido vuestra culpa, y si le rogáis por fortalecimiento de vuestra voluntad para llevar a cabo la obra de la reformación al Amor, aquí en la Tierra. Nada más dirigiros a Él, y ya volvéis a reconocerme. Y entonces también vuestro retorno a Mí está asegurado .... vuestro regreso a la Casa paternal que en tiempos remotos habíais abandonado voluntariamente .... Verdaderamente, durante el corto tiempo de vuestra vida terrenal podéis alcanzar la última finalidad, si tan sólo reconocéis a Jesucristo como Redentor del mundo - El que me contenía en toda plenitud en Sí mismo .... Pues por este reconocimiento y por el ruego por remisión de vuestra culpa ya está redimido vuestro pecado original de la apostasía de Mí .... Porque el Hombre Jesús se murió en la cruz para que con su sangre redimiera la gran culpa por el bien de la Justicia ....

Vosotros mismos nunca habríais podido compensar esta culpa, por lo que Yo mismo en el Hombre Jesús sufrí la Muerte en la cruz; porque únicamente el Amor podía redimir tal culpa - el Amor que el Hombre Jesús logró reunir para con sus hermanos sufrientes .... el Amor que le colmó y que le facilitó cargarse con todos los sufrimientos y dolores. Y este Amor fui Yo mismo .... y por eso para vosotros los seres humanos el camino hacia Mí de nuevo quedó libre, de modo que podéis regresar a vuestra Casa paternal. Yo puedo volver a aceptaros como “niños” Míos porque vuestra culpa está redimida por Jesús - si vosotros le reconocéis y así también a Mí en Él; porque Él y Yo somos Uno .... Y el que invoca a Él, también me invoca a Mí; y el que un día venidero le podrá ver, también me verá a Mí de Cara a cara ....

Amén