La via verso la Croce dev’essere percorsa inevitabilmente, perché solo questa conduce alla Porta della Beatitudine. La via verso la Croce soltanto è la via dell’amore e della sofferenza, è la via verso Gesù Cristo, è la via verso il Golgota. Gesù Cristo Stesso l’ha percorso, ciononostante dovete seguirLo e prendere su di voi tutto ciò che vi è destinato. Ma se volete prendere seriamente la via verso la Croce, verso Lui, il divino Redentore, allora Egli cammina anche sicuramente accanto a voi, perché ognuno che vuole arrivare a Lui, lo afferra per mano e lo aiuta quando diventa debole. Dovete prendere la via sul Golgota, se volete giungere alla Porta della Beatitudine. Dovete immaginarvi tutte le sofferenze ed i dolori del divino Redentore Gesù Cristo e dirvi, che Lui li ha portati per voi. Dovete accompagnarLo in pensieri su questa via e rimanere con Lui fino all’ora della Sua morte. La Sua sofferenza dev’essere la vostra sofferenza, che colpisce il vostro cuore e fa divampare in voi l’amore ad un chiaro ardore, dovete voler soffrire con Lui nella conoscenza, che è il vostro peccato, per il quale Egli ha sofferto ed è morto sulla Croce. Così prendete anche parte nella Sua Opera di Redenzione e diventerete dei confessori viventi del Suo Nome. Non può arrivare alla Beatitudine colui che non si occupa di questo più grande Avvenimento spirituale, con un Atto che non ha pari. Nessuno può essere redento che non ha ancora vissuto mentalmente lui stesso l’Opera di Redenzione, che quindi non ha preso una volta la via verso la Croce per seguire ora in tutto silenzio Gesù sulla Via Crucis e di rimanere con Lui fino alla Sua morte. Voi uomini dovete sempre di nuovo richiamarvi alla mente questo procedimento ed il vostro amore diventa sempre più profondo per Colui il Quale ha sofferto per voi ed è morto sulla Croce. Questa Via Crucis verso di Lui e con Lui è inevitabile, perché soltanto allora penetrate nel grande Mistero della Divenuta Uomo di Dio e la Sua Opera di Redenzione; soltanto allora vi rendete conto, che cosa ha fatto l’Uomo Gesù per voi, e soltanto allora diventerete veri seguaci di Gesù, perchè vi spinge l’amore per Lui, perché non volete più lasciarLo, perché allora siete anche disposti a portare la sofferenza più grande, per partecipare alla Sua Opera di Redenzione. I procedimenti della Crocifissione di Gesù non devono rimanere per voi soltanto delle parole, dovete farle vivere in voi, dovete immergervi nell’ultragrande sofferenza che Egli ha portato, e perciò dovete sovente prendere mentalmente la via verso la Croce. La Croce diventerà per voi brillante, perché indica la Porta della Beatitudine. Solo allora potrete rappresentare in modo vivo il Suo Nome, solo allora potrete voi stessi parlare di “Redenzione”, allora la vostra anima verrà toccata dall’ultragrande Amore del divino Redentore, ma allora lei non Lo lascia mai più, allor potrà entrare nel Regno di Luce al Suo Fianco dopo il decesso terreno, perché la sua via conduceva sul Golgota. Le sarà destinata una inimmaginabile Beatitudine, perché ora si è risvegliata alla vera Vita, ha superato la morte grazie a Colui il quale è morto per lei. L’Opera di Redenzione di Gesù Cristo è di un’Importanza così grande, che si deve sempre di nuovo pensare alla Sua morte sulla Croce e questo in tutta l’intimità, che l’uomo si dovrebbe sempre di nuovo immaginare la Sua vita ed il Suo morire, per penetrare nel Mistero della Sua Opera d’Amore, perché più si renderà conto dell’Opera d’Amore di Gesù, più divampa anche il suo amore per Lui e l’amore lo spinge ora verso la Croce, l’amore prende su di sé anche le sofferenze di un percorso verso la Croce, l’amore è disposto a tutto, per dare valore al Sacrificio di Gesù Cristo e parteciparne lui stesso, perché l’Amore sacrifica Sé Stesso.
Amen
TraduttoreEl camino a la cruz tiene que ser recorrido irrevocablemente, pues solo este conduce a la puerta de la bienaventuranza.... El camino a la cruz es el camino del amor del sufrimiento.... es el camino hacia Jesucristo, es el camino hacia Gólgota.... Jesucristo Mismo lo recorrió por vosotros, pero tenéis que seguirlo a Él tomar sobre vosotros todo lo que os ha sido concedido.... Pero si queréis seriamente emprender el camino a la cruz, hacia Él, al divino Redentor, entonces Él también caminará seguramente a vuestro lado, porque toma de la mano a todo aquel que quiere venir a Él y le ayuda cuando se vuelve débil.
Tenéis que tomar el camino sobre Gólgota si queréis llegar a la puerta de la bienaventuranza. Debéis visualizar todos los sufrimientos y dolores del divino Redentor, Jesucristo, y decir a vosotros mismos que Él los soportó por vosotros.... Debéis, por así decirlo, acompañarlo con vuestros pensamientos en este camino y permanecer con Él hasta la hora de Su muerte.... Su sufrimiento debe ser vuestro sufrimiento para que conmueva vuestro corazón y haga que el amor dentro de vosotros se encienda como un fuego brillante.... Tenéis que estar dispuestos a sufrir con Él, sabiendo que son vuestros pecados por los que Él sufrió y murió en la cruz.... Y así también participáis en Su obra de Redención, y os convertís en confesores vivientes de Su nombre.
Nadie puede alcanzar la dicha si no se ocupa de esta experiencia espiritual suprema, con un acto que no tiene paralelo.... Nadie puede ser redimido si no ha experimentado mentalmente el acto de Redención si no ha recorrido una vez el camino de la cruz para ahora, en silencio, unirse con Jesús en la cruz y permanecer con Él hasta Su muerte.... Una y otra vez, vosotros, los humanos, debéis recordar este proceso, y vuestro amor por Aquel Que sufrió y murió por vosotros en la cruz se hará cada vez más profundo....
Este viaje con Él y hacia Él es esencial, porque sólo así penetraréis en el misterio de llegar a ser humano de Dios y de Su obra de Redención; sólo entonces comprenderéis lo que el hombre Jesús ha hecho por vosotros, y sólo entonces os convertiréis en verdaderos seguidores de Jesús, porque estaréis impulsados por el amor a Él, porque ya no queréis separaros de Su lado, porque entonces estaréis dispuestos también a soportar el mayor sufrimiento para participar en Su Obra redentora....
Los acontecimientos de la crucifixión de Jesús no deben quedar en meras palabras; debéis dejar que cobren vida en vuestro interior. Debéis sumergiros en el inmenso sufrimiento que Él soportó y, por lo tanto, recorrer con frecuencia el camino hacia la cruz en el pensamiento.... Y la cruz se volverá resplandeciente para vosotros, señalando la puerta de la bienaventuranza. Sólo entonces podréis representar Su nombre de forma viviente, sólo entonces podréis hablar de “redención”, entonces vuestra alma será conmovida por el inmenso amor del divino Redentor, pero entonces jamás se soltará de Él, (29.03.1956) entonces podrá entrar en el reino de la luz a Su lado, después de la muerte terrenal, porque su camino la llevó sobre Gólgota. Y se le concederá una dicha sin nombre, pues ahora ha despertado a la verdadera vida; ha vencido a la muerte gracias a Aquel que murió por ella....
La obra de Redención de Jesucristo es de tan grande importancia, que Su muerte en la cruz debe ser recordada una y otra vez con toda sinceridad; que el ser humano siempre debe imaginar continuamente Su vida Su muerte para penetrar en el misterio de Su obra de Amor, porque cuanto más se da cuenta de la obra de amor de Jesús, tanto más se enciende su amor por Él, el amor ahora naturalmente lo impulsa a la cruz; el amor acepta incluso los sufrimientos del camino hacia la cruz; el amor está dispuesto a todo para aprovechar al máximo el sacrificio de Jesucristo y, por así decirlo, y participa por sí mismo, porque el amor se sacrifica por sí mismo....
amén
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