Io volevo soffrire per voi e perciò Mi Sono preparato coscientemente alla morte sulla Croce. Sapevo del cammino di sofferenza oltremodo difficile che dovevo percorrere per salvarvi dalla miseria e dalla morte. Vedevo tutto davanti a Me e nulla era segreto per Me di ciò che dovevo sopportare e malgrado ciò vi andavo incontro. Non Mi sono rifiutato, non Sono fuggito dal pericolo, ma gli sono andato coscientemente incontro. Perché prevedevo soltanto questo decorso della Mia Opera di Redenzione, prevedevo la debolezza e l’essere legato delle Mie creature, che giacevano al suolo nella più grande miseria ed alle quali potevo portare la liberazione soltanto attraverso il Mio soffrire e morire sulla Croce. Davanti ai Miei Occhi spirituali stava tutto chiaro e limpido, il potere crudele del Mio avversario, l’abissale lontananza dello spirituale caduto da Dio, che s’ingrandiva continuamente. Vedevo l’oscurità più profonda da un lato e la Luce più chiara e la Beatitudine dall’altro. Provenivo dalla Luce e volevo portarla anche nell’oscurità, ma per questo ci voleva un Ponte, dovevo offrire qualcosa in cambio per avere il Diritto per sollevare dall’abisso e portare alla Luce le anime tormentate. Dovevo impiegare la Mia Vita per riscattare la vita delle creature infelici. Esisteva soltanto quest’unica via dell’auto abnegazione: del sacrificare all’Altissimo ciò che possedevo, la Mia Vita, per amore per coloro che erano morti in conseguenza del peccato. Dovevo pagare con la Mia Vita quella di costoro. Davanti ai Miei Occhi tutto stava chiaro e limpido, e perciò già prima soffrivo indicibilmente, perché come Uomo ero costituito con gli stessi sentimenti come voi, con la paura della morte, dell’orrenda sofferenza e di Me Stesso, che potessi paralizzarMi, che la Mia Forza fosse troppo debole e che i Miei fratelli caduti dovessero continuare a rimanere nella grande miseria, se avessi fallito. Ma la Mia Forza cresceva più si avvicinava il giorno, in cui doveva succedere. La Mia Forza cresceva come il Mio Amore per l’umanità infelice, la cui miseria riconoscevo di più ogni giorno. E benché venivo assalito temporaneamente da una debolezza in vista di ciò che stava davanti a Me, la Mia Volontà non diventava comunque più debole per compiere l’Opera che avevo iniziato. Perché l’umano in Me rimaneva in ogni tempo unito con il Padre, il Quale Mi colmava con la Forza, in modo che il Mio Amore diventava sempre più potente ed infine andavo pienamente consapevole nella morte, perché ora riconoscevo anche, che la morte avrebbe dovuto essere vinta e questo era anche il Mio Compito. La via verso la Croce era amara e tormentosa, perché dovevo passare attraverso l’oscurità più profonda, per aprire la Porta nel Regno di Luce per tutti coloro che vogliono salire dall’abisso alla Luce. Come Uomo dovevo però sopportare le sofferenze e tormenti più amari per aiutarvi, che eravate perduti senza salvezza senza il Mio Atto di Redenzione, senza la Mia morte sulla Croce. E perciò anche la Mia Esistenza terrena come Uomo era immensamente sofferta, perché dall’ora in cui il Padre Si rivelava nel Mio Involucro, sapevo anche tutto ciò che Mi aspettava, e malgrado ciò percorsi liberamente la via verso la Croce, perché non la Volontà del Padre, ma il Mio Amore per lo spirituale caduto Mi ha spinto a compiere l’Opera di Redenzione, e questo Amore Mi dava la Forza di perseverare fino all’ora della morte.
Amen
TraduttoreYo quería sufrir por vosotros, y por eso me preparé conscientemente para la Muerte en la cruz. Yo sabía del camino de sufrimiento enormemente difícil que Yo tenía que recorrer para redimiros de la desgracia y la muerte. Yo vi todo delante de Mí, y para Mí nada de lo que iba a sufrir me estaba desconocido, y aun así procedí .... Pues no me defendí y no rehuí el peligro, sino me acerqué conscientemente hacia él. Yo no observé solamente el proceso de mi Obra de Redención, sino también veía la debilidad y el desamparo de mis criaturas que estaban por el suelo, y a las cuales Yo sólo podía traer la liberación a través de mis Sufrimientos y la Muerte en la cruz.
Delante de mi Ojo espiritual todo se configuró con una claridad enorme .... el poder feroz de mi adversario, y la lejanía abismal de lo caído de Dios que aumentaba cada vez más .... Yo veía las tinieblas más profundas en el un lado, y la Luz más clara y la Bienaventuranza en el otro lado. Yo vine de la Luz, y quería llevar la Luz también a las tinieblas, pero para eso se necesitaba un puente, pues Yo tuve que ofrecer algo para tener el derecho de levantar las almas atormentadas de las profundidades hacia la Luz.
Yo tuve que sacrificar mi Vida para comprar así la vida de las criaturas desgraciadas. La única opción era la entrega voluntaria de Mí mismo, el sacrificio del mayor bien que Yo poseía, mi Vida, por Amor hacia aquellos que estaban muertos a consecuencia del pecado; de modo que con mi Vida Yo tuve que pagar por la de ellos.
Todo estaba claro y detallado ante mis Ojos, y por eso Yo ya sufría antes, indeciblemente, porque como ser humano Yo había sido creado con los mismos sentimientos que vosotros, con el miedo a la muerte, por los sufrimientos espantosos y de que Yo pudiera desmayarme, que mi Fuerza fuera demasiado débil y que mis hermanos caídos tuvieran que quedarse en su gran desgracia - si Yo fallaba.
Pero mi Fuerza crecía a medida en que se acercaba el día en que la Obra tenía que acontecer .... mi Fuerza crecía como mi Amor hacía la humanidad desdichada, cuya necesidad Yo reconocía cada día más, y aunque por momentos me sentía invadido por una debilidad en vista de lo que estaba por venir, mi Voluntad para concluir la obra que Yo había empezado no se debilitó.
Lo humano en Mí siempre estuvo asociado con el Padre que me llenaba de Fuerza, por lo que mi Amor continuamente se puso más poderoso, y finalmente fui a la muerte totalmente conscientemente, porque ahora sabía y reconocía que la muerte tenía que ser vencida - y que esto formaba parte de mi Misión.
El camino hacía la cruz fue amargo y doloroso, porque Yo tenía que cruzar las tinieblas más profundas para abrir la puerta al Reino de la Luz para todos los que quieren ascender desde las profundidades hacía la Luz. Pero como hombre Yo tuve que soportar los sufrimientos y los tormentos más amargos para ayudaros .... los que sin mi Acto de Redención –sin mi Muerte en la cruz– estabais irremediablemente perdidos.
Por eso mi Existencia como Hombre en la Tierra fue enormemente dolorosa, porque desde la hora en que el Padre se me reveló en mi forma material, Yo sabía todo lo que me esperaba .... y aun así Yo fui voluntariamente al camino de la cruz, porque no era la Voluntad del Padre sino mi Amor hacia los seres caídos que me impulsaba a llevar a cabo la Obra de Redención, y este Amor me dio la Fuerza de perseverar hasta la hora de mi Muerte.
Amén
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