Chi vuole seguirMi, percorre una via solitaria, incompreso dai prossimi, come era anche la Mia Parte, malgrado l’Amore che Io donavo ai prossimi. Chi vuole seguirMi, deve prendere su di sé la sua croce, come l’ho fatto Io, benché il Mio eterno Amore non fa diventare la croce di nessun uomo così pesante come quella dell’Uomo Gesù. Egli la deve portare, ma può in ogni tempo diminuire il suo peso, se Mi invoca per Aiuto. Allora Io prenderò la croce sulle Mie Spalle e la porterò per lui, e con Me tutto diventa più leggero, con Me non cammina più così solo, Io lo comprendo sempre e condivido tutto con lui, sofferenze e gioie; lui può sempre percorrere la sua via terrena insieme a Me, in due, e perciò sentirà sopportabile la sua croce e arrendersi nel suo destino.
Io ho preso la sofferenza dell’intera umanità sulle Mie Spalle, quando camminavo, la morte della Croce davanti agli Occhi e dovevo subire un’indicibile sofferenza corporea. Per tutti coloro che poi volevano seguirMi, ho percorso la difficile Via che terminava con la morte sulla Croce. Come Uomo ho sofferto indicibilmente, affinché la sofferenza degli uomini venisse diminuita. Ho preso Parte nella sofferenza dell’intera umanità ed ho portato la Croce per questa. E chi Mi amava, Mi seguiva. Erano soltanto pochi, misurato all’intera umanità, coloro per i quali Io morii, solo pochi condividevano il Mio dolore, loro soffrivano con Me e per Me. Pure loro portavano la loro croce, perché Mi seguivano, perché l’amore per Me fece loro sentire doppiamente tutta la sofferenza. Ma il loro amore era balsamo sulle ferite, che Mi hanno dato gli uomini crudeli; il loro amore aumentava la Mia Volontà, di soffrire per gli uomini e di portare loro l’Aiuto mediante la Mia morte sulla Croce. Molti Mi seguivano sulla Via verso il luogo dell’esecuzione, ma solo pochi presero parte ai Miei dolori. Molti sono viandanti sulla Terra, ma pochi soltanto Mi seguono. Io Sono morto sulla Croce per tutti gli uomini, ma solo pochi accettano il Mio Sacrificio ed approfittano delle Grazie conquistate. Solo pochi Mi seguono, e malgrado ciò gli uomini possono diventare beati solamente tramite la Mia Successione. Ognuno prenda su di sé la sua croce e si ricordi del Mio Percorso di Sacrificio verso il Golgota, che era quasi troppo pesante per un Uomo e Mi fece crollare. Ma l’amore di un uomo Mi aiutò, dove Io come Uomo ho quasi fallito, ed ho portato il Sacrificio, ho bevuto il calice della sofferenza fino in fondo. E quando voi uomini dovete soffrire, allora ricordate le Mie Parole: “Chi Mi vuole seguire, prenda su di sé la sua croce”. Sappiate, che ogni sofferenza che portate rassegnati nella Mia Volontà, vi viene messa in conto come un percorso della croce, che per voi significa la Redenzione e Liberazione da tutta la colpa. Sappiate che voi percorrete il cammino terreno, per privarvi di una colpa, la cui grandezza voi come uomo non potete misurare, una colpa, per la quale Io Sono morto per diminuirla, che però anche ogni singolo di voi deve estirpare, per quanto stia nelle vostre forze, se volete partecipare all’Opera di Redenzione, che il Mio Amore ha cominciata con la Mia morte sulla Croce. A voi è dato di portare solamente una piccola crocetta, perché Io ho preso da voi il carico più pesante, ma non potete rimanere totalmente senza sofferenza, per spingervi verso Colui, il Quale vuole aiutarvi in ogni tempo, il Quale dovete seguire, affinché diventiate beati in eterno.
Amen
TraduttoreEl que quiera seguirme va un camino solitario, no comprendido de los semejantes, lo que también me pasó a Mí a pesar del Amor que les regalé. El que quiera seguirme debe cargarse con su cruz, tal como lo hice Yo, aunque mi eterno Amor no permitirá que la cruz de ningún hombre llegue a pesar tanto como la del Hombre Jesús. Lo debe portar, pero en todo momento puede reducir el peso si invoca mi Ayuda.
Entonces Yo tomo su cruz en mis Hombros y la porto para él, porque junto conmigo todo resulta más fácil... junto conmigo ya no anda abandonado. Siempre le comprendo y comparto todo con él - sufrimientos y alegría; siempre puede andar su camino terrenal en unión silenciosa conmigo. Así su cruz le resultará soportable y con devoción se entregará a su suerte.
Cuando pasé por allí con la crucifixión inminente –teniendo que soportar una pena corporal indescriptible– Yo cargué con la pena del conjunto de toda la humanidad sobre mis hombros. Para todos que un día querían seguirme, Yo fui aquel camino penoso que terminaba con mi muerte en la cruz. Como Hombre sufrí indescriptiblemente, por lo que los sufrimientos de los hombres disminuyeron. Participé en los sufrimientos de toda la humanidad y porté la cruz para ella. Y el que me amaba me seguía. Eran muy pocos –medidos en la totalidad de la humanidad– por los que Yo morí... Sólo había pocos que participaron en mis sufrimientos, pues estos sufrieron conmigo y por Mí. Ellos también portaron su cruz porque me siguieron, porque su amor a Mí hizo que sintieran todos los sufrimientos el doble. Su amor era bálsamo para mis heridas que los hombres crueles me habían causado; pero su amor apoyó mi Voluntad de sufrir para los hombres y para prestarles ayuda mediante mi muerte en la cruz.
Muchos me siguieron en mi camino del calvario, pero sólo muy pocos participaron en mis dolores... Muchos pasan por la Tierra, pero pocos me siguen a Mí... Para todos los hombres Yo morí en la cruz, pero pocos reconocen mi sacrificio como tal ni aprovechan de las Gracias recibidas. Pocos me siguen, y sin embargo sólo siguiendo e imitándome los hombres pueden llegar a ser bienaventurados. Cada uno se cargue con su cruz, consciente de mi calvario a Gólgota que era casi insoportable para un hombre y que hizo que me desplomara. Pero el amor de un hombre me ayudo donde Yo como Hombre casi fallé; y Yo hice el sacrificio pues vacié el cáliz de las penas hasta el fondo...
Y si vosotros los hombres tenéis que sufrir, pensad en mis Palabras: “El que quiera seguirme, que se cargue con su cruz...”. Sabed que cada sufrimiento que aguantáis entregados a mi Voluntad os será considerado como vía crucis que para vosotros significa la salvación y la liberación de toda culpa... Sabed que andáis por el valle de esta Tierra para deshaceros de una culpa cuyas dimensiones vosotros como hombres no podéis ni imaginaros - una culpa por cuya causa Yo he muerto para disminuirla, pero la que aun así cada uno de vosotros tiene que reducir mientras pueda - si queréis participar en la Obra de la Salvación que mi Amor ha iniciado tras mi muerte en la cruz.
A vosotros los hombres sólo os está impuesta a llevar una cruz ligera porque Yo ya os he quitado la mayor parte del peso; pero no puede ser que os quedéis sin todo sufrimiento porque este es necesario para que continuéis vuestro camino hacia Aquel que en todo momento quiere ayudaros... al que debéis seguir para que eternamente seáis bienaventurados.
Amén.
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