Sentite la Voce dello Spirito: Ogni uomo da sé stesso deve formarsi in modo che il Padre possa prendere dimora in lui, quindi egli stesso deve diventare la Casa di Dio, in cui il Padre possa agire. Voi tutti portate in voi la scintilla spirituale divina, che è quindi una Parte di Me, e perciò Io sonnecchio in voi aspettando il Risveglio tramite voi stessi, attraverso l’agire d’amore e l’intimo collegamento con Me. Finché però rimanete inattivi, non sentirete nemmeno nulla della Mia Presenza, benché in voi riposi la scintilla spirituale. Posso diventare attivo solamente, se voi stessi vi formate per l’accoglienza di Me Stesso, solo allora Sono attivo nella Mia Casa, allora posso prendere Dimora in voi ed istruirvi secondo la pienissima Verità. Allora Sono in ciò che è del Padre Mio, allora vi è la Sapienza dov’è l’amore. Allora voi stessi siete diventati la Casa di Dio che cela la Cosa più Santa, che Dio Stesso Si prende come Abitazione. Sono con voi, e non camminerete mai più da soli sulla Terra, ma sentirete sempre e continuamente la Mia Presenza, essere compenetrato dal Mio Spirito, Che vi guida in tutta la Verità, Che vi insegna, come Io ho insegnato in ciò che è del Padre Mio. Perché Io, diventato Sapienza attraverso l’Amore, dovevo agire in continuazione sulla Terra distribuendo Amore e Sapienza, dovevo dare ai prossimi ciò che Io Stesso avevo ricevuto, perché volevo aiutarli a diventare beati. E quindi dovevo Essere in ciò che è del Padre Mio, dove potevo annunciare la Sua Parola, dove gli uomini si radunavano per sentire la Sua Parola. E quindi la Casa di Dio sarà sempre là dove viene insegnata la Sua Parola, dove questa viene offerta agli uomini dall’esterno oppure percepita nell’interno, ovunque il Padre può agire, cioè, dove degli uomini sono ricettivi tramite l’amore per la Mia Sapienza, perché voglio Essere sempre attivo nella Mia Casa, e questa sono i cuori degli uomini che Mi vogliono accogliere e così si formano nell’amore, in modo che Io Stesso, come l’Eterno Amore, possa unirMi con loro. La Mia Casa è ovunque il Mio Spirito può diventare attivo, senza l’Agire del Mio Spirito però, dimorate in sale vuote, anche se scegliete per voi un luogo dove credete di trovarMi. Posso Essere solamente là, dov’E’ il Padre Mio, e la Mia Parola può essere sentita solamente nella sua profondità, dov’è l’amore. Ma Io Stesso Sono la Parola, e se Mi volete sentire, dovete formare i vostri cuori ad essere ricettivi, dovete cambiare nell’amore ed ora aprirMi le porte, affinché Io possa entrare nei vostri cuori, ed il vostro cuore sarà la Mia Casa, ovunque dimoriate.
Amen
TraduttoreOíd la Voz del Espíritu: Cada hombre debe formarse a sí mismo de manera que el Padre pueda tomar morada en él, de modo que él mismo debe llegar a ser casa de Dios en la que el Padre puede actuar. Todos portáis la Chispa del Espíritu divino en vosotros - la que forma parte Mía, de modo que Yo “hiberno” en vosotros, a la espera de que vosotros mismos me “despertéis” mediante una actividad en el amor y una íntima unión conmigo.
Pero mientras estéis inactivos sentiréis nada de mi Presencia, a pesar de que la Chispa de mi Espíritu se halle en vosotros. Yo sólo puedo entrar en actividad si vosotros mismos os habéis preparado para acogerme a Mí mismo, porque sólo entonces Yo puedo estar activo en mi Casa... entonces puedo tomar morada con vosotros y enseñaros conforme a la plena Verdad... entonces Yo estoy en lo que es de mi Padre... entonces está la Sabiduría donde está el Amor... Y entonces vosotros mismos habéis llegado a ser Casa de Dios, la que alberga lo sumamente Santo, lo que Dios mismo se elige como domicilio...
Yo, Jesucristo, estoy con vosotros, y nunca andaréis solos en la Tierra, pues siempre notaréis mi Presencia y estaréis penetrados de mi Espíritu que os introduce en toda Verdad, que os enseña igual que Yo he enseñado en lo que tiene que ver con mi Padre... Porque Yo, mediante el Amor habiendo llegado a ser Sabiduría, en la Tierra debía continuamente surtir efecto, distribuyendo Amor y Sabiduría... Yo debía dar a los prójimos lo que Yo mismo había recibido, porque Yo quería ayudarles a llegar a ser bienaventurados.
De modo que donde Yo podía divulgar la Palabra –donde los seres humanos se reunieron para oírla– allí Yo tengo que estar en lo que es de mi Padre. Por eso la Casa de Dios siempre estará allí donde se enseña su Palabra... donde esta está ofrecida a los hombres desde el exterior o donde está percibida en el interior... donde sea que el Padre pueda actuar, es decir, donde mediante el amor los hombres estén receptivos para la Sabiduría que surge de Mí...
Porque Yo quiero siempre estar activo en mi Casa, y mi Casa son los corazones de los hombres que quieren acogerme, formándose de esta manera en amor, de modo que Yo mismo –siendo el eterno Amor– puedo unirme con ellos. Mi Casa está en todas partes donde mi Espíritu puede surtir efecto... pero sin la Actividad de mi Espíritu vosotros os halláis en pabellones vacíos.
Aunque elijáis un lugar donde pensáis encontrarme, Yo sólo puedo estar allí donde está mi Padre, y mi Palabra sólo puede ser comprendida en toda su Profundidad donde haya amor. Pero Yo mismo soy la Palabra, y si queréis percibirme tenéis que formar vuestros corazones de una manera que los hace receptivos... tenéis que convertiros en amor y me tenéis que abrir las puertas para que Yo pueda instalarme en vuestros corazones... y vuestro corazón será mi Casa, dondequiera que os encontréis.
Amén.
Traduttore