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Le Forze divine – Il Deflusso dell’Amore di Dio

Per la via della tua vita varranno sempre le Leggi che il tuo cuore ti prescrive di adempiere. Devi percorrere la stessa via come tutti coloro ai quali Io ho comandato di adoperarsi per i Miei Insegnamenti. Devi agire per Me nello stesso senso, deve soltanto predominare la preoccupazione per la salvezza delle anime. Guardati dal tuo proprio giudizio, chi sia bisognoso di questa preoccupazione; ho destinato tutti i Miei figli per l’eterna Beatitudine, ma appena costoro si distolgono da Me, il Mio Amore si occupa doppiamente di loro, e per questo mondo la lotte rivolta a queste anime è incommensurabile. E se siete progrediti sulla corsia della conoscenza, allora dovete anche percepire quanto il Mio Amore vi abbraccia, perché dispongo un avvenimento nell’altro soltanto per il motivo, che il vostro spirito si elevi al di sopra di tutto il terreno. Intorno a voi operano delle Forze divine, che non hanno nulla in comune con la Terra, e se lasciate passare da voi le loro benedizioni, allora dovrete di nuovo lottare a lungo, prima che vi affluisca una tale Grazia, perché che cosa ha valore se non ciò che proviene dall’Alto, e quello che pretende di entrare nel vostro cuore. Il Signore ha Compassione di una tale miseria, Egli dà ovunque soltanto se volete prendere. Egli colma la nostalgia del vostro cuore e vi risveglia nello spirito. Così tutto ciò che vi vivifica nello spirito, è un Deflusso del Mio Amore su di voi, e se afferrate il profondo senso del Mio Dono, allora siete liberi da ogni preoccupazione. Non abbandonate più la via, dove Io Stesso cammino fra di voi, camminerete nella Mia Forza, e dove questa opera, il vostro cuore non deve temere. Dovete essere interessati all’azione, perché attraverso questa Mi dimostrate, che riconoscete in Me l’Altissimo, quando seguite le Mie Parole, vi dichiarate per il Mio Amore. Allora il vostro agire sulla Terra è solo un visibile esercitare della Mia Volontà. Mettete in sintonia il compito della vostra vita con la Mia Volontà, allora nulla più vi spaventerà, perché voglio dimorare fra di voi in modo, che dovete riconoscere il vostro Maestro divino. Chi lavora solo per sé, non utilizza la Forza che gli viene data. Indaga delle cose, che gli sono nascoste, finché non si attiva l’amore. Ma se questo è poi la Forza di spinta, allora può formare sé stesso, potrà utilizzare per questo tempo terreno il suo sapere ed esserne felice, si darà volontariamente in un legame che lo libera nuovamente, saprà ringraziare il suo Creatore per il tempo e per l’Eternità, perché già sulla Terra ha trovato l’esaudimento della sua nostalgia, di attingere incommensurabili Grazie dalla Fonte dell’Eternità, dall’Amore divino.

Amen

Fuerzas divinas. La emanación del Amor de Dios

Para el camino de tu vida siempre serán vigentes las Leyes que te prescribe tu corazón - para que cumplas con ellas. Tú debes ir el mismo camino como todos aquellos a los que he mandado que abogasen en favor de mis Enseñanzas. En el mismo sentido también debes actuar para Mí, ¡pero que siempre dejes predominar la preocupación por el bien del alma!

Guárdate de un propio criterio quién precisa de este cuidado, porque he predestinado a todos mis niños para la bienaventuranza eterna. Y si estos se apartan de Mí, mi Amor está doble preocupado por ellos - por lo que en este mundo la lucha dedicada a estas almas es inmensa. Una vez que hayáis avanzado en el camino del reconocimiento, también vais a sentir lo mucho que mi Amor cuida de vosotros. Porque Yo combino un acontecimiento con el otro, únicamente para que vuestro espíritu se eleve sobre todo lo mundano.

Si alrededor de vosotros actúan Fuerzas divinas que no tienen nada en común con la Tierra, y vosotros hacéis caso omiso de sus bendiciones, entonces otra vez os tocará luchar mucho tiempo hasta que tal Gracia vuelva a afluiros. Porque ¿qué tiene valor - aparte de lo que viene de Arriba y reclama admisión en vuestro corazón? En tal penuria del alma el Señor tiene Compasión, y os dará lo que deseáis. Él corresponde al anhelo de vuestro corazón y hace que se despierte el espíritu; de modo que todo lo que os anima en el espíritu es un derrame de mi Amor a vosotros. Y una vez que percibáis el profundo sentido de mi Dádiva, estaréis libres de todas preocupaciones.

Nunca abandonéis el camino en que Yo ando en medio de vosotros, y andaréis en mi Fuerza... y donde esta actúa, vuestro corazón ya no tiene que estar preocupado. Que la acción os importe mucho, porque mediante ella demostráis que en Mí reconocéis al Supremo. Y si hacéis caso a mis Palabras, profesáis mi Doctrina. Entonces el efecto que surtís en la Tierra no es sino la visible ejecución de mi Voluntad.

Poned la tarea de vuestra vida en armonía con mi Voluntad, y ya no habrá nada que os podrá asustar; pues me encontraré en medio de vosotros, de modo que tendréis que reconocerme como vuestro Maestro divino.

El que sólo se esfuerza para su propio bien, no aprovecha de la fuerza que le está concedida. Mientras el amor no entra en actividad, él sólo indaga en cosas que le están ocultas. Pero si el amor es la fuerza motriz, él puede configurarse a sí mismo; y durante su camino por la Tierra podrá disfrutar felizmente de su saber. Voluntario entrará en una subordinación, la que por su parte le facilitará la redención. Durante su existencia temporal como durante la infinita sabrá agradecérselo a su Creador, porque ya en la Tierra obtuvo la realización de su añoranza - la de recibir una Gracia inmensa de la Fuente de la Eternidad... del Amor divino...

Amén.